Este texto se publicĆ³ de manera exclusiva en nuestro sitio web.
Hace cincuenta aƱos, el 15 de octubre de 1971, apareciĆ³ el primer nĆŗmero de Plural. CrĆtica y Literatura, una revista mensual del diario ExcĆ©lsior, que mĆ”s tarde cambiarĆa su nombre por el definitivo Plural. CrĆtica, Arte y Literatura.
La planeaciĆ³n formal de la publicaciĆ³n comenzĆ³ desde el mes de julio de 1971 cuando Paz preparaba el lanzamiento y les escribĆa a conocidos y amigos para proponerles que publicaran en la revista que habĆa ocupado sus pensamientos desde muchos aƱos antes. Plural publicĆ³ 58 nĆŗmeros y su vida, como sabemos, se truncĆ³ a raĆz del golpe a ExcĆ©lsior en julio de 1976.
La correspondencia de Plural es enorme. En Letras Libres hemos elegido un puƱado de las cartas enviadas por Octavio Paz, a colaboradores y amigos, desde su inicio hasta su abrupto final. Con excepciĆ³n de la primera de ellas āincluida en el libro Henri Michaux: Icebergs (CĆrculo de Bellas Artes, 2006)ā el resto se encuentra resguardado en la Universidad de Princeton o existe copia en la Zona Paz, a la que agradezco su apoyo.
Con el propĆ³sito de mostrar al lector coordenadas bĆ”sicas de estas misivas, comento someramente algunas de sus singularidades.
— Malva Flores
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A Henri Michaux
MĆ©xico, 25 de julio de 1971
Querido Henri Michaux,
La carta adjunta es mĆ”s bien una especie de hoja de informaciĆ³n general. OlvĆdese el lenguaje escolar de sus vecinos de la UNESCO.
QuisiĆ©ramos tener un texto suyo āun poema, reflexiones, lo que quiera y de la extensiĆ³n que le parezca adecuada para el primer nĆŗmero de Plural o, si ello no le fuera posible, al menos para el segundo o el tercero. CuidarĆ© de que su texto sea bien traducido y me ocuparĆ© personalmente de revisar la versiĆ³n espaƱola con el traductor.
Conoce la admiraciĆ³n y el amor que tengo por su obra, esto para decirle lo mucho que deseo un texto suyo y mi interĆ©s en verlo bien traducido. He revisado con Aridjis la traducciĆ³n de su poema. Ćl ya habĆa tomado nota de las correcciones que usted me habĆa dado y todavĆa hemos hecho algunos pequeƱos cambios.
He sugerido al editor que publique enfrentados el original francĆ©s y la versiĆ³n espaƱola, cosa que me parece indispensable puesto que la traducciĆ³n de Aridjis es muy fiel y correcta pero no es una verdadera recreaciĆ³n poĆ©tica.
Creo que el editor finalmente estĆ” de acuerdo.
SerĆa demasiado largo relatarle nuestras peripecias mexicanas. Marie JosĆ© descubre mi paĆs y yo descubro a travĆ©s de ella otro MĆ©xico.
ĀæCĆ³mo estĆ” Micheline? A los dos la amistad profunda y el cariƱo [esta Ćŗltima frase en castellano] de Marie JosĆ©
y de Octavio Paz
Esta carta āescrita en francĆ©s en el original y traducida por Juan Manuel Bonetā es una de las que Paz enviĆ³, adjunta a otra (firmada por TomĆ”s Segovia como secretario de redacciĆ³n), donde se indica, en su pĆ”rrafo inicial: āPreparamos los primeros nĆŗmeros de Plural, revista que aparecerĆ” todos los meses en MĆ©xico bajo la direcciĆ³n de Octavio Paz. Esta revista querrĆa ser la expresiĆ³n de la cultura latinoamericana a la vez que un medio de informaciĆ³n y de crĆtica de la actividad literaria, filosĆ³fica intelectual, artĆstica y polĆtica en el mundoā. Como esta existen cartas a Claude LĆ©vi-Strauss, Roman Jakobson, John Cage, Guillermo Cabrera Infante, Dore Ashton, Paul Goodman, Mario Vargas Llosa, Noam Chomsky, entre muchos otros escritores que publicaron en la revista. La colaboraciĆ³n de Michaux āāIdeogramas en Chinaāā apareciĆ³ en el primer nĆŗmero de Plural.
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A JosƩ Bianco
Cambridge, a 10 de noviembre de 1971
Querido Pepe:
No, la historia de Plural no ha sido celeste. MĆ”s bien estuvo a punto de volverse infernal. Resulta que yo tuve que salir de MĆ©xico antes de que apareciese el primer nĆŗmero (Charles Eliot Norton Lectures 1971/72: debo residir en Cambridge hasta mayo prĆ³ximo) y en mi ausencia, por razones largas de explicar, los de ExcĆ©lsior (el diario que edita Plural) cometieron varias barbaridades āaunque creo que de buena fe: modificaron el formato; sacaron varios textos, entre ellos el tuyo y uno de Cioran (es verdad que nos habĆamos equivocado y que enviamos demasiado material a la imprenta pero no eran ellos sino nosotros, Segovia y/o yo, los que deberĆamos haber decidido quĆ© textos aparecerĆan en el primer nĆŗmero y cuales en el segundo); agregaron una ridĆcula nota de introducciĆ³n al ensayo de LĆ©vi-Strauss; redactaron otras notas muy rimbombantes de presentaciĆ³n de los colaboradores (Michaux, Roberto Juarroz, Harold Rosemberg, Fuentes, Xirau, Sakai, etc.); etc. Ya te imaginarĆ”s mi cĆ³lera. TomĆ”s Segovia (el poeta: sin duda lo conoces, es el secretario de redacciĆ³n de Plural) y yo presentamos nuestra renuncia. Ante la insistencia del director de ExcĆ©lsior, una persona de veras excelente, retiramos las renuncias y nos hemos quedado.
Han prometido no volver a intervenir. Vicente Rojo y Sakai se ocupan de la presentaciĆ³n fĆsica. El segundo nĆŗmero, con tu artĆculo, sale dentro de cinco dĆas. Ya lo recibirĆ”s ācon un cheque.
A pesar de todos los tropiezos que te he contado y de que el primer nĆŗmero saliĆ³ un poco desvaĆdo āno pienso tanto en su presentaciĆ³n fĆsica, mĆ”s bien grisĆ”cea, sino en su contenidoā se vendieron en la Ciudad de MĆ©xico, en dos dĆas, diez mil ejemplares. IncreĆble, Āæverdad? Temo que se trate de un equĆvoco; la gente, probablemente, esperaba una revista polĆtica. Ya veremos quĆ© suerte tendrĆ” el segundo… En cambio, nuestra distribuciĆ³n en AmĆ©rica Latina, EspaƱa y los Estados Unidos es nula. ĀæQuiĆ©n podrĆa distribuir Plural en el Cono Sur? Goytisolo me cuenta (anda por aquĆ) que se vendieron mil ejemplares de Libre en Buenos Aires y otros tantos en Santiago y en Montevideo. OjalĆ” que tĆŗ pudieses sugerirnos el nombre de algĆŗn distribuidor. Te lo agradecerĆa muchĆsimo. Y esta sĆŗplica me lleva a otra: necesitamos tus consejos y tu ayuda, ademĆ”s de tu colaboraciĆ³n literaria. ĀæNo podrĆas ser un poco āun muchoā nuestro corresponsal de Buenos Aires? Necesitamos una lista de unos quince escritores (una lista con direcciones) a los que creas que debemos pedir colaboraciĆ³n: poemas, cuentos, ensayos y sobre todo artĆculos de crĆtica literaria, artĆstica y polĆtica. No reseƱas ni notas breves sino artĆculos de ocho o doce pĆ”ginas en los que se haga la crĆtica de uno o varios libros, un poco a la manera de The New York Review of Books. TĆŗ podrĆas, desde luego, pedir directamente y en nuestro nombre esas colaboraciones. ExtensiĆ³n: entre ocho y quince cuartillas aproximadamente; honorarios: entre ochenta y ciento veinticinco dĆ³lares. Tal vez, por el momento, no hay que pedir colaboraciones poĆ©ticas (publicamos una pĆ”gina de poesĆa en cada nĆŗmero y ya tenemos poemas de Girri, Alejandra Pizarnik y otros. AdemĆ”s de los de Juarroz que publicamos en el primer nĆŗmero.) Lo que necesitamos mĆ”s que nada son artĆculos de crĆtica sobre la actualidad literaria latinoamericana y sobre temas polĆticos. ĀæQuiĆ©n podrĆa escribir algo sobre lo que ocurre en Chile o sobre la situaciĆ³n argentina o brasileƱa? AnĆ”lisis polĆticos o literarios, ensayos de interpretaciĆ³n āen suma, textos de veras crĆticosā. Por Ćŗltimo: hemos iniciado una secciĆ³n llamada āLetras, letrillas, letronesā que serĆ” una miscelĆ”nea de noticias, sĆ”tira, informaciones, polĆ©mica, etc. OjalĆ” que tĆŗ pudieses enviarnos cada mes una cuartilla o dos con notas y notĆculas. La secciĆ³n, por su carĆ”cter colectivo, es anĆ³nima.
Tus preguntas: SĆ, MĆ©xico participĆ³ en la guerra. Muchos mexicanos vivieron en ParĆs durante la guerra. SĆ, los nacionales de paĆses neutrales que vivĆan en ParĆs pasaban con frecuencia a EspaƱa āconozco el caso de varios mexicanos (antes de que MĆ©xico declarase la guerra al Eje)ā aunque, claro, no siempre. No recuerdo en este momento la fecha de nuestra entrada a la guerra (una participaciĆ³n mĆ”s bien verbal y econĆ³mica) ni quĆ© paĆs se encargĆ³ de nuestros asuntos en Francia pero esta misma semana te enviarĆ© esa informaciĆ³n.
Esta carta se ha extendido sin que haya podido decirte nada de lo que me hubiera gustado contarte: nuestro regreso a MĆ©xico, mis impresiones sobre la gente y la situaciĆ³n polĆtica, el lĆo de Padilla, Cambridge (el de aquĆ y el inglĆ©s)… Nieva ahora, la primera nevada del aƱo, tengo sueƱo y
Te envĆo un abrazo
Octavio
Marie JosĆ© te envĆa un cariƱoso recuerdo.
Nuestra direcciĆ³n: 1558 Massachusetts Ave. Cambridge, Mass, 02139 USA.
āEn torno a Marcel Proustā, de JosĆ© Bianco, apareciĆ³ en el nĆŗmero 2 de Plural, (noviembre de 1971), pero la relaciĆ³n de la revista con el diario ExcĆ©lsior fue siempre tensa, como lo muestran las misivas entre Paz, TomĆ”s Segovia, Kazuya Sakai y Pedro Ćlvarez del Villar, quien habĆa sido designado por Julio Scherer para fungir como contacto entre Plural y ExcĆ©lsior. El asunto de la distribuciĆ³n de la revista se volverĆ” un martirio para la gente de Plural. āLetras, Letrillas, Letronesā fue una secciĆ³n efectivamente noticiosa, satĆrica y polĆ©mica. En sus primeros aƱos, los textos aparecieron sin firma, aunque, por la correspondencia de Paz, se hace evidente que quien mĆ”s colaborĆ³ en ella durante los primeros nĆŗmeros fue el propio Paz, quien enviaba recortes a Segovia sobre diversos asuntos o textos aparecidos en revistas extranjeras y desde Cambridge escribĆa los posibles comentarios que en MĆ©xico pulĆa Segovia para que aparecieran en la revista. El 27 de enero de 1972, un Paz molesto, comentĆ³ a Segovia los propĆ³sitos y errores que veĆa en la secciĆ³n: āā3Lā fue concebida como una secciĆ³n informativa y polĆ©mica pero, por lo que toca a MĆ©xico, no ha sido ni lo uno ni lo otro. No es tan difĆcil hacer una relaciĆ³n de los principales libros, exposiciones, conciertos y sucesos del mes. En esa relaciĆ³n podrĆa, muy brevemente, apuntarse una crĆtica: aplauso, abrazo, beso o pellizco, bofetada, cuchilladaā¦ā
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A Elisa Breton
[MĆ©xico], 9 de octubre de 1972
Querida Elisa:
Por un doble error omitimos, primero, pedirte permiso para la Oda a Fourier de AndrĆ© en el nĆŗmero 11 de Plural; segundo, te mandamos el cheque y dos ejemplares de la revista a una direcciĆ³n equivocada.
DirĆ© en mi abono que no soy enteramente culpable. Estuve ausente de MĆ©xico varios meses y pensĆ© que TomĆ”s Segovia te habĆa escrito pidiĆ©ndote autorizaciĆ³n para publicar el poema. Perdona su (nuestra) distracciĆ³n. DirĆ© en abono de Segovia que su traducciĆ³n es esplĆ©ndida. A mĆ me dio mucha alegrĆa que nuestro homenaje a Fourier se abriese con el hermoso texto de AndrĆ©.
Marie JosĆ© se une a mis saludos cariƱosos, perdona la brevedad de estas lĆneas.
Un abrazo,
Octavio
Nos acusas de recibido ya en MĆ©xico. Nuestra direcciĆ³n: Lerma 143, apt. 601- MĆ©xico 5, D. F.
El nĆŗmero dedicado a Charles Fourier (Plural 11, ago. de 1972) estuvo lleno de contratiempos. HabĆa sido planeado por Paz desde noviembre, con el fin de que apareciera en abril de 1972, mes del bicentenario del nacimiento de Fourier. Paz pensaba que deberĆan publicarse āademĆ”s de la Oda a Fourier, de Bretonā a Maurice Blanchot, Roland Barthes, Simone Debout, Raymond Queneau, entre otros. Pasaron los meses y, podemos conjeturar, Segovia no consiguiĆ³ las colaboraciones sugeridas, ni las ilustraciones que Paz deseaba. Para febrero del 72 Paz le escribe a Segovia: āĀæHas pensado en el nĆŗmero de Fourier? A mĆ no me gusta nada la antologĆa de Butor y pienso decĆrselo en carta prĆ³xima. Es necesario que la rehaga. TambiĆ©n es urgente encontrar una persona que escriba una buena introducciĆ³n que sitĆŗe a Fourier ante el pĆŗblico latinoamericano. Si es necesario aplazar el nĆŗmero āpues se aplaza.ā Y se aplazĆ³. Finalmente publicaron Paz, Debout, Fourier, Michel Butor, Pierre Klossowski y la Oda de Breton, traducida, como el resto de los artĆculos, por Segovia. El pago a Elisa Breton corriĆ³ con una suerte desafortunada. TodavĆa el 20 de enero del 73, Paz le escribĆa: āHemos tenido contratiempo con el cheque. DespuĆ©s de muchas averiguaciones descubrĆ que te lo habĆa enviado al 40 en lugar del 42 de la rue Fontaine. Ya procuro que cancelen ese cheque y te envĆen otro.ā
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A Severo Sarduy
MĆ©xico, D. F., a 11 de octubre de 1972
Querido Severo:
Ā”Al fin reapareces!
Tu silencio (y tu nota sobre Renga) me tenĆan furioso. EnvĆame Cobra pronto para disipar enteramente el nublado. Emir RodrĆguez Monegal nos habĆa prometido un ensayo sobre tu libro. Ahora mismo le escribo para recordĆ”rselo. Pero tambiĆ©n podrĆamos publicar otros textos āincluso algo de lo aparecido en Francia, a condiciĆ³n de que no haya sido publicado en revistas y publicaciones populares como Le Monde, Le Nouvel Observateur, La Quinzaine LitĆ©raire, etc.
EnvĆanos, ademĆ”s, otro (ese) texto (ese) para Plural. Lo que quieras: ensayo, ficciĆ³n, poesĆa. ĀæPor quĆ© no algo de Big Bang? TambiĆ©n algo sobre Deleuze. O algo sobre pintura āsi has visto algo que valga la penaā Ā”CuĆ”ntos algo y quĆ© pocos alguien!
En varias ocasiones le hemos pedido colaboraciĆ³n a Roland Barthes. RecuĆ©rdaselo, por favor. ĀæViste el nĆŗmero dedicado a Fourier? Āæy el suplemento de Roussel?
Ya nos instalamos, Marie Joe construye un jardĆn en el balcĆ³n del departamento para una Shakti y otras divinidades. Nuestra direcciĆ³n: Lerma 143, depto. 601, MĆ©xico, 5 D. F.
Un abrazo,
Octavio Paz
En el nĆŗm. 2 de Libre (dic. 1972-feb. 1973) apareciĆ³ āRenga, poema de Octavio Paz, Jacques Roubaud, Edoardo Sanguineti y Charles Tomlinsonā, donde Sarduy reseƱa el libro. Ignoro si previamente le habĆa enviado su crĆtica a Paz, pues las cartas, tanto del mexicano como de Sarduy, son anteriores a la publicaciĆ³n. En su respuesta, del 14 de noviembre del 72, Sarduy escribe: āespero hayas recibido Cobra y todo se haya despejado. No quiero epilogar sobre la depresiĆ³n que me causĆ³ saber que en un momento dado pudiste haber estado enfadado conmigo [ā¦]. En el caso de la nota sobre Renga todo es mĆ”s difuso; no acierto a saber por quĆ© es negativa, a menos que no sea por la tonterĆa consubstancial a todo lo que escriboā. Leyendo la reseƱa āque apareciĆ³ publicada 15 dĆas despuĆ©s, lo que me hace pensar que no fue modificada por Sarduyā, no encuentro, tampoco, razones para la furia del poeta, salvo, probablemente, este pĆ”rrafo: āQuizĆ” lo mĆ”s interesante de este renga polĆglota es lo que a primera vista puede aparecer como su limitaciĆ³n: la poca amplitud del ādĆ©crochageā, el despegue reducido, la referencia constante al momento y al lugar de producciĆ³n, que ubica demasiado al texto y lo escande con sus insistentes tautologĆasā. Ese mismo noviembre, en el nĆŗm. 14 de Plural, Paz publicĆ³ āBig bang. Para situar en Ć³rbita mĆ”quinas de Alejandroā, asĆ que su furia no era tan grande. Sarduy publicĆ³ en siete nĆŗmeros de la revista. El largo ensayo de Emir RodrĆguez Monegal sobre Cobra, āLas metĆ”foras del textoā, apareciĆ³ en el nĆŗmero 16 de Plural, en enero de 1973.
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A SaĆŗl Yurkievich
PLURAL
REVISTA MENSUAL DE
EXCĆLSIOR
MĆ©xico, D. F. a 4 de diciembre de 1972
Querido SaĆŗl:
Perdone mi largo silencio. Primero, en Cambridge (Massachussetts), las conferencias me quitaron mucho tiempo ātuve que darlas en inglĆ©s; despuĆ©s el regreso a MĆ©xico, la instalaciĆ³n y el trabajo de Plural no me han dejado un rato libre en estos Ćŗltimos meses.
Sus poemas saldrĆ”n en el nĆŗmero de marzo. Estoy avergonzado por haberlo hecho esperar tanto āy mĆ”s aĆŗn porque sus textos me gustan mucho. LĆ”stima que usted haya decidido publicar algunos en Obra en Marcha. ĀæQuiere decirme por favor, a vuelta de correo, cuĆ”les son los poemas que publicarĆ” en la revista de Julio Ortega? Nosotros tenemos āRimbombaā, āAtenciĆ³nā, āMis entraƱasā, āTe antesigo y te prosigoā, āJugo de palabrasā, āAgujeroā, āPara quĆ© leerloā y āCriaturas del paraĆsoā.
Espero tambiĆ©n que me envĆe algunos de los ensayos crĆticos de los que me habla. Hubiera sido magnĆfico publicar su texto sobre CortĆ”zar. Por cierto, sĆ© que Julio acaba de publicar una novela en Buenos Aires (aĆŗn no llega a MĆ©xico): Āæquisiera usted escribir un artĆculo sobre ella? La extensiĆ³n: entre 8 y 10 pĆ”ginasā¦
ĀæRecibiĆ³ usted el nĆŗmero de Plural en que apareciĆ³ su excelente ensayo sobre DarĆo? ĀæY el cheque?
Desde que estuve en Cambridge querĆa comentar un poco sus ideas acerca de la coexistencia de dos poĆ©ticas en Neruda, la āmĆticaā y la āpolĆticaā. No niego la oposiciĆ³n, tal vez irreconciliable, entre ambas visiones, pero me parece que, en el caso de Neruda, el verdadero problema es otro. Desde el principio fue poeta desigual y su obra, tambiĆ©n desde el principio, estĆ” llena de altibajos. Incluso en lo que muchos piensan que es su mejor periodo ālos aƱos en que escribiĆ³ Residencia en la tierraā son notables las caĆdas y bajas de tensiĆ³n colindantes con momento de gran intensidad. Esta discontinuidad aparece de libro a libro, de poema a poema e incluso en el interior de cada poemaā¦ Por esto no solo gran parte de los poemas polĆticos de Neruda son prescindibles sino que tambiĆ©n un nĆŗmero crecido de sus poemas erĆ³ticos y āmĆticosā. Juan RamĆ³n JimĆ©nez tenĆa razĆ³n: es un gran poeta malo. No es que la polĆtica haya desintegrado su poesĆa sino que su desintegraciĆ³n abarca tambiĆ©n (y sobre todo) a su polĆtica.
El problema de la polĆtica de Neruda no es un problema poĆ©tico. No es que su polĆtica haya sido antipoĆ©tica sino que fue profundamente inmoral. El fascismo de Pound como el estalinismo de Neruda no son fallas poĆ©ticas sino fallas morales. Una consideraciĆ³n realmente crĆtica de la obra de Neruda tiene que enfrentarse al problema que representa su estalinismo. Cierto, se trata de una equivocaciĆ³n trĆ”gica pero las raĆces de esta equivocaciĆ³n estĆ”n en una confusiĆ³n de orden intelectual y moral que afectan tambiĆ©n a su poesĆa.
No piense usted que soy demasiado severo con Neruda. Al contrario, me parece una gran figura y debemos salvar lo que sea salvable de su obra. Creo que es mucho y por eso hay que verla con rigor y pasiĆ³n.
Un abrazo muy afectuoso,
Octavio
SaĆŗl Yurkievich fue un colaborador habitual de la revista. PublicĆ³ poemas, artĆculos y reseƱas. Los poemas a los que se refiere Paz aparecieron en el nĆŗmero 18 de Plural (marzo de 1973). En su respuesta del 25 de diciembre de 1972, Yurkievich apunta: āDesde el punto de vista de la conducta poĆ©tica, Neruda es criticable cuando subordina su palabra a una inadmisible censura dogmĆ”tica; el exceso de determinaciĆ³n ideolĆ³gica ahoga lo que su escritura puede tener de poĆ©tica, la forzada univocidad torna el discurso lineal, previsible panfletario. El estalinismo es una de las tantas formas de oficialismo, de enajenamiento de la libertad de escritura en aras de la razĆ³n de estado, de una pretendida salud pĆŗblica impuesta totalitariamenteā. El golpe del 11 de septiembre de 1973 en Chile y la muerte de Neruda fueron seguidos por Plural atentamente. En el nĆŗm. 25 (oct. de 1973), se publicaron: āLos centuriones de Santiagoā, de Paz, āA propĆ³sito del septiembre chilenoā, de JosĆ© de la Colina y una nota sobre āLos funerales de Nerudaā. En el nĆŗmero 29 (feb. de 1974) aparecieron unas pĆ”ginas con el titulo comĆŗn de āNeruda entre nosotrosā. En ellas escribieron Julio CortĆ”zar y Jean-Clarence Lambert.
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A Ćngel Rama
5 de marzo de 1973
Querido Ćngel Rama:
TomĆ”s Segovia me transmitiĆ³ su carta y su excelente artĆculo sobre el Ćŗltimo libro de Italo Calvino. Lo publicaremos en el nĆŗmero prĆ³ximo de Plural. A mĆ tambiĆ©n me gustĆ³ mucho Le cittĆ” invisibili. Tanto que le pedĆ a JosĆ© Emilio Pacheco que tradujese algunos fragmentos. AsĆ pues, su artĆculo saldrĆ” acompaƱado con las traducciones de JosĆ© Emilio.
A mi regreso de los Estados Unidos TomĆ”s Segovia me pidiĆ³ dejar Plural porque querĆa dedicarse mĆ”s totalmente a su obra y a su trabajo de profesor en El Colegio de MĆ©xico. Naturalmente, accedĆ. Pero TomĆ”s sigue siendo un buen amigo y colabora con frecuencia en la revista.
SĆ, la nota de Benedetti en Marcha revela mala fe. AdemĆ”s y sobre todo, es tonta. Quise, cuando la leĆ, contestarle. DespuĆ©s, pensĆ© que era inĆŗtil: Āæa quĆ© sostener diĆ”logos con gente que no quiere oĆr? Solamente le dirĆ©, en primer tĆ©rmino, que yo nunca he formado parte de ese grupo que Benedetti llama la Mafia; enseguida, que la posiciĆ³n de los escritores mexicanos que menciona Benedetti, lejos de ser coincidente, es diversa y contradictoria. Por ejemplo, la actitud de Segovia es muy distinta a la mĆa y la de ambos distinta a la de Carlos Fuentes. Para que usted tenga elementos de juicio le envĆo con estas lĆneas varios nĆŗmeros de Plural. Por lo que toca a mi posiciĆ³n personal le ruego que vea los textos de los nĆŗmeros 5, 6 (Mesa Redonda) y 13. AdemĆ”s dos notas de āLetras, Letrillas y Letronesā:āLa clase obrera y la polĆticaā(nĆŗmero 11) y la ācontestaciĆ³nā que aparece en la pĆ”gina 43 del nĆŗmero 17. Creo que estos textos por sĆ solos se explican.
ĀæCĆ³mo estĆ” Martha? SalĆŗdela de mi parte.
Afectuosamente,
Octavio Paz
Con frecuencia la crĆtica ha considerado a Paz y a Rama como antagonistas que no se apreciaban intelectualmente. No fue asĆ. Si bien Rama no colaborĆ³ asiduamente en la revista, sĆ lo hizo en cuatro ocasiones. āItalo Calvino. La semiologĆa del relatoā, apareciĆ³ en Plural 23 (ago. de 1973), junto a la traducciĆ³n que JosĆ© Emilio Pacheco hizo de algunos fragmentos de Las ciudades invisibles. Esta carta aborda tambiĆ©n un tema interesante en relaciĆ³n con la revista y su impacto en el extranjero. En āMafia, literatura y nacionalismoā (Marcha 1627, 12 de enero de 1973), Mario Benedetti comentĆ³ varios artĆculos aparecidos en Plural ĀāāOpciones crĆticas en el verano de nuestro descontentoā, de Fuentes (Plural 11), asĆ como las participaciones de Paz y Segovia en āLos escritores y la polĆtica (Plural 13)ā. El uruguayo considerĆ³ a los tres como miembros de la āmafiaā āel āgrupoā al que sĆ perteneciĆ³ Fuentes, pero no Paz ni Segoviaā. Para Benedetti: āOctavio Paz es su dios; Carlos Fuentes su profetaā, y su āmotivaciĆ³n ideolĆ³gicaā āamĆ©n de su obsesiĆ³n por el estalinismoā era ācrear una literatura internacionalā.
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[A Lorenzo GarcĆa Vega]
PLURAL
LERMA 143-601, MĆXICO 5, D. F.
A 20 de julio de 1976
SeƱor Lorenzo GarcĆa Vega
Estimado amigo:
Suponemos que ya estĆ” usted enterado de los acontecimientos que culminaron en el alejamiento del director de ExcĆ©lsior y de un distinguido grupo de colaboradores de este diario. Este cambio, que limita gravemente la pluralidad de opiniones en MĆ©xico y, por lo tanto, afecta a la libertad de expresiĆ³n, no podĆa dejar indiferentes al director y al ComitĆ© de RedacciĆ³n de Plural.
Consecuentes con los propĆ³sitos que desde su nacimiento inspiraron a la revista, nos hemos retirado y hemos cesado toda colaboraciĆ³n con las personas que actualmente estĆ”n al frente de ExcĆ©lsior.
Estamos seguros de que usted, querido amigo, comprenderĆ” y aprobarĆ” nuestra actitud. Asimismo, confiamos en que usted volverĆ” a colaborar con nosotros si, como esperamos, en un futuro prĆ³ximo continuamos la empresa de Plural, aunque ahora de manera independiente y con otro nombre. Ya lo pondremos al corriente de la evoluciĆ³n de este proyecto.
Le damos las gracias, una vez mĆ”s, por la colaboraciĆ³n que usted tan generosamente prestĆ³ a Plural y lo saludamos cordialmente,
Octavio Paz
[Manuscrito al margen izquierdo]
Querido amigo: Dejamos Plural en defensa de la libertad de opiniĆ³n y por amistad con ExcĆ©lsior, que publicaba nuestra revista. La situaciĆ³n no deja de tener su āpiquantā. Es verdad que, gracias sobre todo a Julio Scherer, director de ExcĆ©lsior, gozamos de plena libertad pero tambiĆ©n lo es que muchos de sus familiares y colaboradores cercanos ācuras āteĆ³logos de la liberaciĆ³nā a lo Cardenal e āintelectuales progresistasāā no creen mucho en la libertad de opiniĆ³n y, si hubieran podido habrĆan acabado con nuestra revista.
Saludos
Octavio Paz
Como en el inicio de la revista, fueron muchas las misivas que a toda prisa se enviaron a colaboradores y amigos cuando Plural concluyĆ³ despuĆ©s del golpe a ExcĆ©lsior, ocurrido el 8 de julio. TambiĆ©n como en el inicio, en algunas de ellas Paz escribiĆ³ algunos pĆ”rrafos adicionales. Es el caso de la que elegimos y es la Ćŗnica āconocida por mĆ, al menosā en la que Paz alude a problemas con aquellos que, dentro del diario, no estaban de acuerdo con la existencia de Plural.
Otra vez un dĆa 15, pero de noviembre de 1976, se presentĆ³ la nueva revista āVueltaā en la GalerĆa Ponce, dos semanas antes de su circulaciĆ³n oficial. ~