Gabriel Rovira, Rubén Olachea et al.
La crueldad cautivadora. Narrativa de Enrique Serna
Guadalajara, UABCS/Cuarto Creciente, 2016, 250 pp.
Magda Díaz y Morales y Norma Angélica Cuevas Velasco (coords.)
Seducciones y polémicas. Lecturas críticas sobre la obra de Enrique Serna
Xalapa, Universidad Veracruzana, 2017, 144 pp.
Martín Camps (coord.)
La sonrisa afilada. Enrique Serna ante la crítica
Ciudad de México, UNAM, 2017, 370 pp.
Enrique Serna (Ciudad de México, 1959) es autor de una profusa obra que incluye en su repertorio diversos géneros, como la novela, el cuento, el artículo periodístico, el guion televisivo, el ensayo y la biografía. Desde sus inicios, sus libros levantaron todo tipo de opiniones y, en muchas ocasiones, franca crítica. El interés por su obra también ha sido persistente en el medio académico; así lo constatan los estudios críticos que sobre Serna han publicado diversas universidades nacionales y extranjeras. Tres de los volúmenes más recientes provienen de instituciones mexicanas que han continuado con el debate y el análisis exhaustivo de este autor. Para no cansar al lector con una revisión fatigosa de cada uno de los capítulos, me detendré en señalar los puntos en común entre estas publicaciones y su valor como trabajos académicos.
La crueldad cautivadora reúne doce textos y es el producto final de un seminario de investigación que el cuerpo académico del área de Humanidades de la Universidad Autónoma de Baja California Sur dedicó a la narrativa de Serna. Ordenado cronológicamente, el repaso brinda una lectura panorámica de los temas más controvertidos y frecuentes del autor: la corrupción política y moral, la homosexualidad, el machismo, la hipocresía social, el erotismo, el humor, la soberbia intelectual y las estructuras de poder. En su conjunto, se trata de un libro equilibrado en sus planteamientos y bien escrito, sin erratas molestas, lo que da cuenta de una labor editorial seria por parte de la universidad.
Con esta obra se busca revalorar –acudiendo a las teorías de los estudios de género y la configuración de la novela histórica– las modalidades del erotismo en la narrativa de Enrique Serna. Acaso no haya sido el objetivo, pero es evidente la preeminencia de los temas relacionados con la sexualidad, tales como los romances tormentosos, las frustraciones o liberaciones sexuales, los objetos-deseo y la homosexualidad. Ejemplo de esto son algunos títulos: “Sexo, distopía e idealismo en ‘El orgasmógrafo’”, de Marta Piña Zentella; “Fruta verde, el arte de la seducción”, de Publio Octavio Romero, y “La erección masculina como metamorfosis. La obsesión fálica en La sangre erguida”, de Rubén Olachea. Otra de las vertientes que explora este libro son las políticas culturales y la historia de México, estudiadas en los trabajos de Rubén Olachea (con un texto sobre Uno soñaba que era rey), Damián Soto (sobre El seductor de la patria), Dante Salgado (sobre Ángeles del abismo) y Karla Sotelo (sobre Genealogía de la soberbia intelectual). Así, este volumen abarca dos de las líneas más relevantes de la narrativa del autor: la sexualidad y la historia político-cultural. Se puede concluir, entonces, que La crueldad cautivadora cumple con su cometido: esclarecer la riqueza literaria de Serna, al estudiarlo desde sus componentes más significativos.
A su vez, Seducciones y polémicas, editado por un equipo de trabajo de la Universidad Veracruzana, reúne siete textos académicos y un ilustrativo prólogo, “Una obra sobre la decadencia de la humanidad”, de Elizabeth Corral. Como en La crueldad cautivadora, los estudios están ordenados de forma cronológica. Cada uno de los artículos denota solidez y rigor crítico en la investigación; además de ser una edición muy cuidada, el volumen tiene el acierto de brindar un contenido sugerente, en el que se señalan, por ejemplo, los vínculos intertextuales entre Serna y otros escritores, como Inés Arredondo, Vicente Riva Palacio, Giovanni Boccaccio, Juan García Ponce, Jorge Luis Borges, etc. En apenas 144 páginas se desarrolla un repaso panorámico del autor de Fruta verde, lo que evidencia un trabajo de planeación y diligencia por parte de las coordinadoras Magda Díaz y Morales y Norma Angélica Cuevas Velasco.
A pesar de su brevedad, el libro analiza aspectos que cubren casi en su totalidad el amplio espectro temático de Serna (la política, el humor negro, la crítica social) y sus abundantes recursos literarios (sátira, ironía, parodia), estos últimos examinados desde la narratología. En comparación con La crueldad cautivadora, este libro muestra un mayor énfasis en el análisis crítico –a partir de Bajtín, Foucault, Jung, entre otros– y una revisión más variada de los géneros estudiados (Martha Elena Munguía Zatarain, por ejemplo, analiza el artículo de opinión en un excelente trabajo).
Al igual que estos títulos, La sonrisa afilada. Enrique Serna ante la crítica presenta una temática miscelánea, pero se distingue de ellos por el doble propósito con el que fue concebido: ser un texto de crítica literaria y, al mismo tiempo, de difusión; es decir, ofrece un conjunto teórico y académico (en el apartado “Ensayos académicos”) lo mismo que un sumario de lecturas ensayísticas y de corte divulgativo, firmadas por importantes figuras del campo cultural actual (“Ensayos y reseñas selectas”). Sin demérito de los libros anteriores, La sonrisa afilada tiene una propuesta más atractiva y con miras a un público más extenso, no solo por su novedosa estructura dual (crítica-divulgación), sino por la nómina de investigadores y escritores que colaboran (entre otros, Pedro Ángel Palou, José Agustín, Vicente Quirarte, Ignacio Solares, Eduardo Antonio Parra, Ana García Bergua). Asimismo, el volumen entrega una interesante selección de temas en los que se incluyen la perspectiva de las radionovelas (televisión, películas), las visiones de Walter Benjamin (cuerpo, espacio, ciudad, palabra) y la opresión gubernamental e intelectual. Sin duda, los críticos interesados en la narrativa de Serna encontrarán en este libro lecturas propositivas, que fueron pensadas para contribuir al diálogo académico, pero también para darle mayor proyección al autor de Señorita México.
Finalmente, me interesa destacar que todos los volúmenes fueron escritos y publicados por especialistas en literatura mexicana. Trabajos de este tipo revelan la vida activa de la universidad y dan cuenta de los resultados de los proyectos institucionales y los seminarios de investigación. El mejor halago, sin duda, que una universidad puede hacer a un autor es explorar con seriedad su obra. Los tres títulos comentados aquí esbozan un certero panorama, cuyo fin es incitar el intercambio de ideas con otros estudiosos. Tres libros, un mismo objetivo: proponer una visión crítica y rigurosa de la narrativa de Enrique Serna. ~
es doctora en literatura hispánica por El Colegio de México. En la actualidad está elaborando la edición crítica de los Cuentos reunidos de Vicente Riva Palacio.