Octavio Paz y las ideas feministas

A veinticinco aรฑos de su muerte, la figura de Paz sigue despertando entre nosotros acaloradas discusiones, a veces motivadas por el rigor y otras por el prejuicio. Con estricto apego a su obra, Maarten van Delden pone sobre la mesa la relaciรณn que el nobel mexicano tuvo con el feminismo.
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En el โ€œApรฉndiceโ€ a El laberinto de la soledad, cuya primera ediciรณn apareciรณ en 1950, Octavio Paz cita de forma aprobatoria a la pensadora francesa Simone de Beauvoir, quien el aรฑo anterior acababa de publicar su libro pionero en el campo de la teorรญa feminista, Le deuxiรจme sexe. En la secciรณn donde alude a De Beauvoir, Paz se acerca al tema del amor en el mundo moderno y afirma que โ€œen nuestro mundo el amor es una experiencia casi inaccesibleโ€. ยฟA quรฉ se debe esta imposibilidad โ€“o casi imposibilidadโ€“ del amor? ยฟPor quรฉ el amor no florece en el mundo moderno? Segรบn el autor, la culpa de que el amor haya quedado expulsado del mundo moderno la tienen los hombres y la sociedad que han edificado. En vez de tratar a las mujeres a quienes aman como personas libres y autรณnomas, los hombres las han convertido en โ€œobjetosโ€ o โ€œinstrumentosโ€. La sociedad masculinista ha impuesto una definiciรณn de la mujer que la ha alejado de sus verdaderos deseos y sus mรกs profundas necesidades, es decir, le ha negado su libertad.

โ€œLa mujer โ€“explica Pazโ€“ vive presa de la imagen que la sociedad masculina le impone.โ€ En vez de vivir su vida de acuerdo con sus propias preferencias y decisiones, la mujer se ve obligada a ajustarse a โ€œuna imagen que le ha sido dictada por familia, clase, escuela, amigas, religiรณn y amanteโ€. Segรบn el autor de El laberinto de la soledad, la sociedad restringe a la mujer a una serie de roles estereotipados. Para respaldar esta lectura de la situaciรณn de la mujer en la รฉpoca contemporรกnea y profundizar en el tema del amor, Paz recurre al pensamiento de la autora de Le deuxiรจme sexe. โ€œLa mujer โ€“seรฑala el ensayista mexicanoโ€“ es รญdolo, diosa, madre, hechicera o musa, segรบn muestra Simone de Beauvoir, pero jamรกs puede ser ella misma.โ€ Y sin poder ser ella misma, sin disfrutar de su autonomรญa como persona, la mujer no puede participar en un amor autรฉntico, ya que este amor, como explica el autor de El laberinto de la soledad, depende de una โ€œlibre elecciรณnโ€. Sin verdadera libertad, no hay amor posible.

Aunque Paz cita solo una vez a De Beauvoir en El laberinto de la soledad, las ideas de la pensadora francesa estรกn presentes en numerosos lugares de su influyente libro sobre la identidad mexicana. En el segundo capรญtulo, es decir: mucho antes que la alusiรณn a De Beauvoir, Paz propone reflexiones que tienen que leerse a la luz del pensamiento de la ilustre feminista francesa. Cuando afirma que โ€œprostituta, diosa, gran seรฑora, amante, la mujer transmite o conserva, pero no crea, los valores y energรญas que le confรญan la naturaleza o la sociedadโ€, estรก haciendo eco de las ideas de De Beauvoir sobre la forma en que la sociedad definea la mujer y le quita su libertad. Esta misma perspectiva constituye el trasfondo de otras observaciones de Paz sobre las mujeres mexicanas, como la idea de que โ€œno tienen deseos propiosโ€ o que la feminidad โ€œnunca es un fin en sรญ mismo, como es la hombrรญaโ€. Y ยฟquรฉ pensar de su aseveraciรณn de que, en โ€œun mundo hecho a la imagen de los hombres, la mujer es solo un reflejo de la voluntad y querer masculinosโ€? Desde una perspectiva beauvoiriana, Paz habla sobre cรณmo los hombres moldean la realidad, no sobre la realidad en sรญ.

Numerosos lectores han cometido el error de leer los pasajes sobre la mujer mexicana en El laberinto de la soledad como si reflejaran la opiniรณn del autor, cuando, en realidad, lo que Paz se propone es explicar la visiรณn estereotipada y opresiva en torno a la mujer que circula en la cultura de su รฉpoca. El autor no busca definir lo femenino, sino definir la definiciรณn de lo femenino. Para alertar al lector sobre esta distinciรณn Paz emplea distintos recursos. Hay varios momentos en el texto en los que seรฑala explรญcitamente que la imagen que la sociedad ha construido de las mujeres no es producto del consentimiento sino de la imposiciรณn. Otra estrategia es la de poner palabras claves en la definiciรณn de la mujer, como โ€œdecenteโ€, โ€œsufridaโ€ y โ€œrajadaโ€, entre comillas, para mostrar un distanciamiento con respecto a las ideas que expresan. Pero, por encima de todo, estรก la presencia de De Beauvoir en el libro. Cuando la autora francesa comenta el mito de la mujer en la cultura occidental, ningรบn lector pensarรก que su intenciรณn es la de propagar el mito. Al contrario, De Beauvoir quiere que entendamos que el mito distorsiona la realidad y les quita su libertad a las mujeres. Al citar a De Beauvoir en el โ€œApรฉndiceโ€ de su obra, Paz nos da una importante pista: tenemos que acercarnos a El laberinto de la soledad desde una perspectiva beauvoiriana y, por tanto, no es que hable de mujeres reales o de imรกgenes deseables de la mujer, sino que su intenciรณn es abordar el mito de la mujer mexicana.

Hay otra parte de la indagaciรณn de Paz sobre el papel de la mujer en la cultura mexicana donde igualmente se observa la presencia del pensamiento de De Beauvoir. Despuรฉs de su repaso de la definiciรณn de la mujer en el Mรฉxico contemporรกneo, Paz explora la percepciรณn que se tiene de dos figuras mรญticas de la cultura mexicana: la Virgen de Guadalupe y la Malinche. Me limitarรฉ aquรญ a comentar brevemente la lectura que ofrece el poeta mexicano de la figura de quien fuera la amante e intรฉrprete de Hernรกn Cortรฉs durante la Conquista de Mรฉxico. Es fundamental comprender que, en esta parte de su texto, Paz analiza la imagen que, sobre la Malinche, circula en la cultura mexicana contemporรกnea; no estรก escribiendo la biografรญa de la Malinche, ni busca explicar quiรฉn fue en realidad. Le interesa el sรญmbolo edificado por la posteridad, no los hechos de su vida.

Para acercarse a este sรญmbolo, Paz adopta una perspectiva freudiana, dibujando una especie de romance familiar en el que participan el mexicano moderno y sus padres simbรณlicos. (Obviamente, hay una limitaciรณn en la perspectiva del autor en la medida en que el mexicano al que se refiere es un varรณn, por lo cual excluye un rol activo de la mujer mexicana moderna en la constituciรณn de la identidad nacional.) ยฟY quiรฉnes son estos padres simbรณlicos? De acuerdo con Paz, el lugar mรญtico del padre lo ocupa Cortรฉs, mientras que el de la madre lo ocupa la Malinche. De nuevo, lo que le interesa a Paz es adentrarse en el imaginario mexicano, es decir, comprender lo que Cortรฉs y la Malinche, personajes claves de la historia del paรญs, representan en el pensamiento de los mexicanos modernos. Su propรณsito no es explicar quiรฉnes fueron en realidad, y cuando se centra en este punto lo hace para llamar la atenciรณn sobre la distancia que existe entre la realidad y su interpretaciรณn simbรณlica.

Segรบn el esquema que propone Paz, la psicologรญa del mexicano toma forma a partir de la relaciรณn que establece con la figura mรญtica del padre (Cortรฉs) por un lado y la madre (la Malinche) por otro. Lo peculiar de esta relaciรณn estรก en su desviaciรณn con respecto al modelo psicoanalรญtico, ya que, de acuerdo a Paz, el hijo mexicano afirma al padre y rechaza a la madre. Esto supone un desplazamiento en comparaciรณn con el modelo clรกsico del complejo de Edipo, segรบn el cual el hijo quiere matar a su padre y acostarse con su madre. ยฟY por quรฉ el mexicano denigra a su madre en vez de amarla? La denigra en primer lugar porque la madre ha sido violada por el conquistador espaรฑol y en segundo lugar porque se alรญa con รฉl en la Conquista. Es decir, el simbรณlico hijo mexicano repudia a la madre por haber sido victimizada. Y despuรฉs la denuncia por su alianza con su victimario. De este modo, la Malinche se convierte en el chivo expiatorio del imaginario nacional mexicano. Este es precisamente el punto: Paz demuestra el papel que la Malinche desempeรฑa en una construcciรณn cultural, es decir, el autor nos ofrece no su propia interpretaciรณn del personaje histรณrico, sino su interpretaciรณn de la interpretaciรณn que circula en la cultura de su tiempo. En este sentido, el papel de la Malinche en El laberinto de la soledad es parecido al lugar que ocupan algunas de las figuras mรญticas (o, si se prefiere, estereotรญpicas) que analiza De Beauvoir en Le deuxiรจme sexe, como la madre, la prostituta y la mรญstica.

Cuando Paz define a los mexicanos como โ€œhijos de la Malincheโ€, los concibe no como los hijos de una madre real, sino como hijos de alguien a quien ellos mismos han atribuido el papel de madre simbรณlica, es decir, en el fondo, como hijos de una fantasรญa. El propรณsito del autor no es sostener o reforzar este mito, sino ayudar a disiparlo, sacรกndolo a la luz. En Posdata (1970), Paz explica cuรกl era su intenciรณn al emplear el mรฉtodo psicoanalรญtico en sus lecturas de la historia mexicana. Segรบn รฉl, โ€œla crรญtica de Mรฉxico y de su historiaโ€ era โ€œuna crรญtica que se asemeja[ba] a la terapรฉutica de los psicoanalistasโ€. ยฟQuรฉ quiere decir Paz con esto? Del mismo modo en que los psicoanalistas ayudan a sus pacientes a sacar a la luz los contenidos de su inconsciente, el intelectual al estilo de Paz busca destapar el inconsciente de la naciรณn. En Posdata, ensayaba โ€œun examen de lo que significรณ y significa todavรญa la visiรณn azteca del mundoโ€. En El laberinto de la soledad, el enfoque se ponรญa en la Conquista. Pero el propรณsito era el mismo: desvelar los mitos colectivos que persisten en el inconsciente nacional para hacer que estos mitos se desvanezcan.

La secciรณn sobre el amor en el โ€œApรฉndiceโ€ de El laberinto de la soledad concluye con el mismo tono melancรณlico con el que habรญa empezado. โ€œNuestra vida social โ€“afirma el poetaโ€“ niega casi siempre toda posibilidad de autรฉntica comuniรณn erรณtica.โ€ No obstante, conjuntamente con este diagnรณstico pesimista de la situaciรณn del amor en las sociedades contemporรกneas, surgiรณ en la obra de Paz una lectura mucho mรกs optimista, incluso utรณpica e idealizada, de las posibilidades del amor y el erotismo en el mundo. Este tema aparece en numerosos poemas escritos en el transcurso de su larga carrera y constituye una importante veta de su obra ensayรญstica, que culmina hacia el final de su vida con la publicaciรณn de La llama doble. Amor y erotismo (1993), un largo ensayo de un alcance extraordinariamente ambicioso. Ademรกs de desarrollar una investigaciรณn sobre la experiencia del amor, Paz repasa tambiรฉn la historia del amor en la civilizaciรณn occidental, desde la Antigรผedad clรกsica hasta nuestros dรญas. Llama la atenciรณn el importante papel que, en esta historia, el autor le otorga a la libertad de la mujer, ahora no para denunciar que las mujeres no sean libres, sino para celebrar el importante papel que ha tenido la conquista de esta libertad en la civilizaciรณn occidental.

La autonomรญa de la mujer es un elemento clave en la historia del amor en Occidente. De hecho, sin esa autonomรญa femenina, no habrรญa una historia que relatar, es decir, no existirรญa el amor. Segรบn Paz, โ€œla emergencia del amor es inseparable de la emergencia de la mujerโ€, y agrega que โ€œno hay amor sin libertad femeninaโ€. Unas pรกginas despuรฉs, repite la misma observaciรณn: โ€œla historia del amor es inseparable de la historia de la libertad de la mujerโ€. En varios momentos del texto, Paz explica cรณmo el hecho de que las mujeres conquistaran una mayor libertad para sรญ mismas tuvo como efecto corolario el florecimiento de la experiencia del amor. En el mundo de la Antigรผedad, en ciudades como Alejandrรญa y Roma, el autor de La llama doble ve premoniciones de las actitudes modernas ante el amor y el erotismo. Propone que en estas ciudades se habรญa producido una โ€œrevoluciรณn invisibleโ€ que les habรญa dado a las mujeres un mayor poder sobre sus propias vidas. La libertad que conquistaron las mujeres en esta รฉpoca era sobre todo la libertad de elegir a quiรฉnes amar. โ€œSon mujeres libres โ€“comenta Pazโ€“ porque en una medida desconocida hasta entonces tienen albedrรญo para aceptar o rechazar a sus amantes. Son dueรฑas de su cuerpo y de su alma.โ€

La apariciรณn del amor cortรฉs en la Francia del siglo XII estรก รญntimamente conectada con una mejora en el estatus social de la mujer. Paz llama la atenciรณn sobre el modo en que las reglas del amor cortรฉs, al situar a la mujer en una posiciรณn superior a la del hombre, que se convierte en vasallo de la mujer, trastocan la tradicional jerarquรญa de los sexos y prefiguran un nuevo papel para las mujeres en la sociedad. โ€œLa elevaciรณn de la mujer โ€“comenta el autorโ€“ fue una revoluciรณn no solo en el orden ideal de las relaciones amorosas sino en el de la realidad social.โ€ En la era moderna, lo que Paz describe como โ€œla creciente independencia de la mujerโ€ se vincula con el nuevo รฉnfasis en el amor romรกntico como piedra angular de nuestras vidas. En resumen, Paz subraya una y otra vez la idea de que la liberaciรณn de la mujer fue una precondiciรณn para el surgimiento de cierto concepto del amor.

ยฟQuรฉ concepto tiene Paz del amor? Para el poeta, hay tres elementos claves en la experiencia del amor: la unicidad de la persona amada, la nociรณn de elecciรณn y la necesidad de la reciprocidad. Una y otra vez, el autor reitera que โ€œel amor es una atracciรณn hacia una persona รบnicaโ€. Esta nociรณn estรก enraizada en la idea de la santidad de cada persona, cuyos fundamentos cristianos el propio Paz se encarga de seรฑalar, incluso cuando no era precisamente religioso. โ€œCada persona โ€“dice el poetaโ€“ es รบnica y por esto no es un abuso de lenguaje hablar de โ€˜la santidad de la personaโ€™. La expresiรณn, por lo demรกs, es de origen cristiano. Sรญ, cada ser humano […] encarna un misterio que no es exagerado llamar santo o sagrado.โ€ El siguiente concepto clave es el de la elecciรณn. Aunque Paz no niega la dimensiรณn involuntaria del amor, es decir, la idea de que se origina en torno a โ€œun magnetismo secreto y todopoderosoโ€, regresa repetidamente a la nociรณn del amor como elecciรณn libre de una persona รบnica. Por รบltimo, tenemos el criterio de la reciprocidad: a la luz de la unicidad del individuo, incluso de su santidad, el amor no puede ser genuino si es una imposiciรณn. โ€œLa exclusividad โ€“dice Pazโ€“ requiere la reciprocidad, el acuerdo del otro, su voluntad.โ€

Regresemos brevemente a Freud para destacar lo distintivo de la perspectiva de Paz sobre el tema del amor. En una secciรณn de La llama doble, el autorofrece un resumen penetrante del concepto psicoanalรญtico del amor. โ€œPara Freud โ€“constata Pazโ€“, las pasiones son juegos de reflejos; creemos amar a x, a su cuerpo y a su alma, pero en realidad amamos a la imagen de y en x.โ€ Lo que encontramos en Freud, agrega mรกs adelante, es โ€œun sexualismo fantasmal que convierte todo lo que toca en reflejo e imagenโ€. Paz alude en este pasaje a la afirmaciรณn de Freud de que muchos de los elementos de la psicologรญa del amor en los hombres adultos surgen de la necesidad de reprimir la fijaciรณn en la figura de la madre que heredan de la infancia โ€“y a la vez darle una salida alternativaโ€“. Segรบn Freud, en el รกmbito del amor, el objeto final que se persigue nunca es el objeto original sino un sustituto de ese objeto. El objeto original del deseo instintivo es la madre, pero este deseo debe ser reprimido. Como consecuencia, las personas sustituyen el objeto original por una serie interminable de objetos alternativos. Cuando Paz afirma que segรบn Freud el amor es una especie de error, que adopta la forma de una identificaciรณn equivocada, estรก aludiendo a estas ideas. El รฉnfasis que pone Paz en la elecciรณn, la unicidad, la libertad y la transparencia en la relaciรณn amorosa lo sitรบa en el polo opuesto de Freud.

En ocasiones Paz denunciaba la forma en que la civilizaciรณn occidental atrapaba a las mujeres en ciertas definiciones restrictivas de su ser mientras que, en otras, celebraba la presencia de una corriente emancipadora, dentro de esa misma civilizaciรณn, que habรญa propiciado una mayor libertad para ellas. De lo que el poeta no dudaba era que la liberaciรณn de la mujer era un movimiento de larga duraciรณn que representaba la transformaciรณn histรณrica mรกs significativa de la รฉpoca moderna. Veamos algunas de las declaraciones de Paz al respecto. En Corriente alterna (1967), el autor vinculaba el movimiento de liberaciรณn de la mujer con el movimiento juvenil de los aรฑos sesenta; declaraba que se trataba de โ€œlas dos grandes transformaciones de nuestra รฉpocaโ€. En El ogro filantrรณpico (1979), Paz explicaba la importancia del movimiento feminista en los siguientes tรฉrminos: โ€œEl movimiento de las mujeres expresa algo mรกs profundo que una ideologรญa โ€“y de mรกs alcance: quiere un cambio pero no tanto de los sistemas como de las relaciones humanas cualesquiera que sean los sistemas.โ€ En Tiempo nublado (1983), el poeta reiteraba su admiraciรณn por el movimiento de emancipaciรณn de la mujer: โ€œeste movimiento comenzรณ mucho antes y se prolongarรก todavรญa varias dรฉcadas […] se trata de un fenรณmeno que estรก destinado a perdurar y cambiar la historiaโ€.

Muchos comentaristas han dudado del feminismo de Paz. No es el caso de Elena Poniatowska, quien en Octavio Paz. Las palabras del รกrbol (1998) recuerda la invitaciรณn que recibiรณ de su amigo para colaborar en el primer nรบmero de la revista Plural con un texto sobre el derecho de las mujeres al aborto. โ€œComprobรฉ tu interรฉs โ€“escribe Poniatowska, utilizando la segunda persona para dirigirse a Pazโ€“ por la suerte de las mujeres, tu feminismo que se ha acrecentado a travรฉs de los aรฑos, tu solidaridad.โ€ Las palabras de la autora mexicana son un resonante testimonio del valioso y fascinante papel que desempeรฑรณ Paz en uno de los debates mรกs significativos de su รฉpoca. ~

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