Entender cabalmente quรฉ fue lo que sucediรณ en Iguala con los normalistas de Ayotzinapa es imperativo: para que se haga justicia y para que nunca mรกs suceda algo parecido. Esto, me parece, es una obligaciรณn moral para cualquier ciudadano que se precie de serlo.
Una manera de impedirlo consiste en dividir la investigaciรณn en dos รกreas, unidas por la causalidad pero separadas por el interรฉs polรญtico. Por un lado, exigir castigo a los victimarios es bueno (siempre y cuando sean los que sirven al interรฉs polรญtico). Pero tratar de entender por quรฉ fueron vรญctimas, quรฉ hacรญan en Iguala, quiรฉn los enviรณ y para quรฉ, es malo.
Soslayar esas preguntas atenta contra el respeto que merecen las vรญctimas: se les niega una justicia que solo puede derivar de la narrativa de los hechos perentoria en cualquier investigaciรณn criminal seria. Tratรฉ este asunto en mi columna del 6 de enero. Si vuelvo al tema es porque se me ha dicho que preguntarlas, ademรกs de malo es cobarde, reaccionario, trasnochado, milenarista, arcaizante, engaรฑoso y evidencia de que estoy al servicio delrรฉgimen. Y por si algo faltare, quien ose hacer esas preguntas es culpable de “justificar la represiรณn” y propiciar mรกs represiones aรบn.
Asรญ lo ha sentenciado —entre otros dignos activistas— el Dr. Pablo Amรญlcar Sandoval Ballesteros en sus respuestas a aquella columna mรญa, que estรกn en El Universal el martes 13 y en La Jornada el domingo 11.
En mi columna del 6 de enero citรฉ informaciรณn pรบblica y en lรญnea del luchador social Dr. Pablo Sandoval Cruz quien, en 2011, dijo que los normalistas de Ayotzinapa que murieron el 12 de diciembre en Chilpancingo fueron vรญctimas de “una mala tรกctica y estrategia” que les aconsejรณ alguna “organizaciรณn social” (no la suya, la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero, APPG, que es buena).
¿Cuรกl fue la “organizaciรณn social” mala que enviรณ a la muerte a esos muchachos? ¿No deberรญa rendir cuentas? ¿No merecen saberlo sus padres? ¿Podrรญa ser la misma “organizaciรณn social” que, de nuevo con la misma “mala tรกctica y estrategia” los enviรณ a Iguala en 2014? ¿Sigue urdiendo nuevas estrategias erradas?
La respuesta puede darla quien hizo la acusaciรณn, el Dr. Pablo Sandoval Cruz, quien a sus 96 aรฑos “estรก mรกs vivo y lรบcido que nunca” como informa su nieto, el Dr. Sandoval Ballesteros.
Yo cometรญ el error de creerlo difunto y ofrezco una disculpa. Celebro la longevidad y lucidez del luchador social y lo conmino a abundar sobre su acusaciรณn en el sentido de que “hubo infiltrados desde el interior de la Normal y organizaciones sociales”.
Corre el riesgo el Dr. Sandoval Cruz de que su nieto, el Dr. Sandoval Ballesteros, lo acuse de justificar la represiรณn a los normalistas por haberse pronunciado en ese sentido. Podrรญa acusarlo de estar al servicio del rรฉgimen. O podrรญa reconocer su error.
Y sabe reconocer errores, cosa encomiable en un hombre dedicado a las instituciones y con tanta experiencia al servicio del rรฉgimen: el Dr. Sandoval Ballesteros fue durante diez aรฑos asesor legislativo “top” del PRD: director del Grupo Legislativo del PRD; jefe de Anรกlisis Polรญtico del PRD en el Senado; asesor del presidente del Senado, etcรฉtera. (Esos asesores legislativos que le cuestan 115 millones anuales al erario.)
Pues bien, luego de tantos aรฑos dedicados al PRD, a asesorarlo y dirigirlo, el Dr. Sandoval Ballesteros descubriรณ que el PRD es malo.
Apenas reconociรณ su error, se pasรณ de inmediato al Morena, que es un partido bueno, cuyas bases no solo lo perdonaron sino que lo promueven para gobernador de Guerrero.
Perdonarรก el lector que use la palabra “top”, pero es la que aparece en la semblanza del Dr. Sandoval Ballesteros que publica la Universidad de Yale, a cuyo programa “World Fellows” remite como currรญculum en su respuesta de La Jornada. (Atenciรณn: la de Yale es una universidad buena, no del “imperio decadente”).
Entre cientos de solicitantes, el Dr. Sandoval Ballesteros mereciรณ la digna distinciรณn de ser elegido para ese programa que forma “lรญderes globales”. No habrรก sido fรกcil lograrlo: hay que pasar por comitรฉs de selecciรณn muy estrictos, en los que participan profesores tan exigentes como el Dr. Bruce Ackerman.
(Publicado este comentario en El Universal me dijeron que ese profesor Bruce Ackerman es el padre del Dr. John Ackerman, esposo de la Dra. Irma Sandoval Ballesteros, hermana del Dr. Sandoval Ballesteros. El mundo, quรฉ duda cabe, es un paรฑuelo).
Es un escritor, editorialista y acadรฉmico, especialista en poesรญa mexicana moderna.