La semana pasada se hizo pรบblico el informe de la Oficina Especial para el “Caso Iguala” creada por la Comisiรณn Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). Se titula “Estado de la Investigaciรณn del Caso Iguala” y se puede leer aquรญ
En la secciรณn quinta del documento, “Observaciones y propuestas que formula la CNDH a diversas autoridades”, la oficina del ombudsman considera que “no se han desahogado un conjunto de diligencias que se estiman indispensables en la investigaciรณn ministerial”.
Esto es delicado, toda vez que una investigaciรณn deficiente “conlleva a que se violen los derechos humanos de las vรญctimas, afectando el derecho que tienen de conocer la verdad de los hechos, acceder a la justicia, a que se repare รญntegramente el daรฑo causado y que se garantice la no repeticiรณn del acto.”
De ahรญ que la CNDH sugiera que cuatro instancias involucradas en la investigaciรณn del “Caso Iguala” den respuesta a sus “observaciones y propuestas”. Estas cuatro instancias son la Procuradurรญa General de la Repรบblica (PGR), la Comisiรณn Ejecutiva de Atenciรณn a Vรญctimas, la Fiscalรญa General del Estado de Guerrero y el H. Ayuntamiento Constitucional de Iguala.
Ahora bien, la cuarta de esas “observaciones y propuestas” (pรกgina 35) demanda investigar
¿Por quรฉ motivo los alumnos de la Normal fueron llevados a la ciudad de Iguala el 26 de septiembre de 2014?
¿Quiรฉn los llevรณ?
¿Por quรฉ precisamente a los alumnos de primer grado?
Los tres cuestionamientos, subraya la CNDH, “fueron manifiestos de manera legรญtima y enรฉrgica por algunos de los padres de los estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa en reuniรณn con la CNDH el pasado febrero de 2015.”
Tambiรฉn piensa la CNDH que conseguir esa informaciรณn es “un aspecto esencial que debe agotar y aclarar la investigaciรณn”, pues permitirรก conocer “cรณmo se conformรณ el grupo, quiรฉnes los organizaron” y si “tuvieron injerencia o no las autoridades de la Normal Rural ‘Raรบl Isidro Burgos’”.
Se reconoce, por fin, a diez meses de aquellos hechos atroces, que en toda investigaciรณn criminal es imperativo analizar las causas, motivos y razones por las cuales las vรญctimas se encontraban en la hora y el sitio en que serรญan victimadas. El imperativo de contar con respuestas a esas preguntas tiene ya detrรกs, por fin, a la autoridad de la CNDH y, sobre todo, tiene la urgencia “legรญtima y enรฉrgica” de los padres de los estudiantes desaparecidos.
Habrรก explicaciones jurรญdicas detrรกs del motivo que lleva a la CNDH a recomendar que la instancia adecuada para responder las preguntas sea la PGR. Habrรก que suponer que es la instancia con autoridad para hacer formalmente esas tres preguntas de la CNDH y los Padres de los desaparecidos de Ayotzinapa a las personas o agrupaciones que tienen las respuestas pero a las que, como todo lo indica, ni los padres ni la CNDH pueden interrogar directamente.
Esas personas y agrupaciones –entre las que se encuentran el director y demรกs autoridades de la Normal Isidro Burgos; el Comitรฉ de Orientaciรณn Polรญtica e Ideolรณgica (COPI) de la Normal; la Federaciรณn de Estudiantes Campesinos Socialistas de Mรฉxico (FECSM) de las Normales Rurales; la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educaciรณn en Guerrero (CETEG), el Frente de Masas Populares de Guerrero (FMPG) y muchas otras– son ahora las nuevas destinatarias de esas tres preguntas.
La exigencia “vivos se los llevaron, vivos los queremos”, coreada una y otra vez con indignaciรณn, no se dirige ya รบnicamente al Estado mexicano.
La pregunta habitual entre quienes nos indignamos por la desapariciรณn de esos 43 muchachos es “¿quiรฉn se los llevรณ de Iguala esa noche?” Los padres de los desaparecidos han agregado ahora, por medio de la CNDH, una segunda pregunta: “¿quiรฉn los llevรณ a Iguala esa tarde?” De la respuesta a la segunda pregunta dependerรก contestar cabalmente la primera.
¿Habrรก respuestas?
(Publicado previamente en el periรณdico El Universal)
Es un escritor, editorialista y acadรฉmico, especialista en poesรญa mexicana moderna.
