FFS: una colaboraciĆ³n funcional

El legendario grupo de art rock Sparks se une a Franz Ferdinand para entregar FFS: el mejor disco de ambos artistas en 10 aƱosĀ 
AƑADIR A FAVORITOS
ClosePlease loginn

Los hermanos Ron y Russell Mael formaron Sparks un verano angelino de 1968, tomando los teclados y la voz respectivamente. Desde el principio su mĆŗsica se envolvĆ­a en letras sofisticadas y Ć”cidas, lo que se convirtiĆ³ en uno de los pilares de su carrera. QuizĆ” su gran Ć©xito fue la canciĆ³n ‘This town ain’t big enough for the both of us’ en 1974, que llegĆ³ al nĆŗmero dos en las listas de popularidad de Inglaterra. Sparks iniciĆ³ entonces un tĆ³rrido romance con la mĆŗsica y la escena inglesa. Esta afinidad surgiĆ³ desde la adolescencia de los Mael, cuando despreciaban la mĆŗsica folk que dominaba las ondas radiales en Estados Unidos, en favor del pop rock soleado pero cĆ­nico de The Kinks y The Move. AcompaƱados de una presencia escĆ©nica dramĆ”tica, Sparks cultivĆ³ una audiencia que le acompaƱa a donde vaya. Han sabido reinventarse sin comprometer un Ć”pice de su estilo y su tendencia a colaborar data de finales de los setenta, cuando abandonaron el formato banda y se presentaron como dĆŗo arropado por Giorgio Moroder, quien terminarĆ­a por producirles un par de discos.

Para un grupo como Sparks, la aventura de una colaboraciĆ³n con otra banda es compleja.  Permanecer abiertos a la colaboraciĆ³n no significa que esta sea labor sencilla. La clave de su longevidad estĆ” en lo singular de su sonido. Esto representaba un problema para Franz Ferdinand. ¿CĆ³mo pretender inmiscuirte en ese mundo repleto de reglas propias, ese mundo privado, de hermandad literal? Durante casi una hora, tiempo que dura el disco conjunto FFS, Franz Ferdinand trata de averiguar de quĆ© forma pueden penetrar ese bastiĆ³n que es Sparks.

Esta aventura surgiĆ³ de la admiraciĆ³n mutua. Kapranos le contĆ³ a Jools Holland en una entrevista que Sparks era una banda importante para Franz Ferdinand desde el principio de su carrera. En el primer ensayo del grupo, trataron de tocar “Achoo”, aquella pieza del Ć”lbum Propaganda. Por otro lado, Ron Mael ha dicho que tuvieron la oportunidad de escuchar “Take me out” antes de que se convirtiera en un hit mundial y admiten haber quedado impresionados.

En FFS hay pasajes de belleza donde Franz Ferdinand como conjunto logra insertarse en la dinĆ”mica de los Mael, aunque en la mayor parte del disco Alex Kapranos es quien se mide con Russell y el resto sirven como un gran acompaƱamiento para las ideas de los cabecillas. Algunos fans de Sparks quizĆ”s les parezca que con este disco se hace realidad  el sueƱo de ver a sus Ć­dolos arropados por la instrumentaciĆ³n que merecen.

“Collaborations don’t work” es una pieza superior en la que los miembros de este experimento meditan sobre el fracaso usual en las colaboraciones entre artistas. Burlarse de sĆ­ mismos es una manera de reĆ­r junto con el escucha. Todo comienza con una pieza acĆŗstica y personal de Kapranos. Luego Mael entra a escena con el arrebato de un artista teatral consagrado, acompaƱado de cuerdas que amplĆ­an la melodĆ­a. La canciĆ³n narra una especie de monĆ³logo interno de un artista que se encuentra en medio de un compromiso por colaborar y piensa si en el fondo no serĆ­a mejor hacerlo todo Ć©l mismo. “Warhol no necesitĆ³ preguntarle a De Kooning sobre arte”, canta Russell con la mayor sorna posible. Le sigue un pasaje mĆ”s lento pero no exento de ritmo en el que alude a los momentos de duda, cuando nadie sabe a ciencia cierta quĆ© rumbo tomarĆ” el disco. Mael y Kapranos se enfrascan en una discusiĆ³n donde se dicen lo que le molesta a uno del otro y viceversa. El fin es exquisito. “Si necesito un padre alguna vez, no serĆ”s tĆŗ, viejo”, le espeta Kapranos a Russell Mael. Arrebatador y encantador a un tiempo. Una genialidad que atraviesa el pop mĆ”s simple para explotar en un momento orquestal grandioso y terminar en pop coral.

En “Little guy from the suburbs”, las letras se alejan de la mordacidad para aparecer como una nota donde el autor se justifica a sĆ­ mismo luego de decidir cometer una matanza a punta de pistola. Esta pieza funcionarĆ­a como himno para los habitantes de una ‘regiĆ³n’que se siente cada vez mĆ”s desprotegida: los suburbios. Un duro recordatorio de que los hĆ©roes no existen.

Este Ć”lbum funciona porque todos estĆ”n tratando de divertirse. Sparks es la piedra angular que estĆ” consciente de su sitio en el mundo y ha llevado su sentido del humor en la solapa desde el principio de su carrera. No necesitan de la aprobaciĆ³n de nadie. Franz Ferdinand gana mucho, pues medirse con los Mael no es cosa menor. En el disco se respira verdadera libertad creativa y creadora.

Con suerte, este disco provocarĆ”–mĆ”s allĆ” de lo disfrutable de sus 47 minutos–que los fans de Franz Ferdinand se vuelquen hacia el maravilloso mundo de Sparks, mientras que el pĆŗblico de Sparks seguramente visitarĆ” el catĆ”logo de los escoceses. FFS es un triunfo. Y no hay que desconfiar (tanto) de las colaboraciones. SĆ­ funcionan. Ɖsta sin duda lo hace.  

+ posts

Luli Serrano (Cuidad de MĆ©xico , 1983) Colabora en medios impresos y digitales como La Semana de Frente, Vice, Noisey, Marvin y Afterpop.


    × Ā 

    Selecciona el paĆ­s o regiĆ³n donde quieres recibir tu revista:

    Ā  Ā  Ā