Ana Merino
El mapa de los afectos
Barcelona, Destino, 2020, 224 pp.
Existen muchos tipos de mapas: polรญticos, geogrรกficos, astrolรณgicos. Hay mapas รบtiles, y tambiรฉn otros de utilidad dudosa, como aquel de Sylvia y Bruno, novela en la que el escritor Lewis Carroll imaginaba un mapa de escala exacta en el que una milla equivalรญa a una milla. Un mapa que a la postre no servรญa para nada porque ese anhelo de alcanzar la perfecciรณn desembocaba en lo contrario: en una gigantesca sรกbana que cubrรญa el paรญs entero e impedรญa el paso de la luz del sol. Es bien sabido que los mapas desean a veces ser otros, que llegan a mutar en cosas muy distintas. Se convierten incluso en novelas.
El mapa de los afectos, novela ganadora del Premio Nadal 2020, tiene algo de mapa que no quiere ser mapa y algo de novela que no quiere ser novela. Se trata del debut novelรญstico de Ana Merino (Madrid, 1971), narradora, poeta, dramaturga, que lleva veinticinco aรฑos en Estados Unidos, catedrรกtica en la Universidad de Iowa, centro en el que creรณ el mfa de escritura creativa en espaรฑol. Con El mapa de los afectos presenta un andamiaje de personajes que se entrecruzan en esa Amรฉrica alejada de los focos y las atenciones de las grandes urbes de las costas, en concreto, en un pueblo del estado de Iowa en el que un variado elenco de personajes van trazando un relato intimista lleno de dilemas morales.
Cuenta Ana Merino que en la base de su debut novelรญstico estรก la Antologรญa de Spoon River, del poeta norteamericano Edgar Lee Masters, una crรณnica lรญrica de una ciudad imaginaria llamada Spoon River, escrita en los nichos de su tambiรฉn imaginario cementerio. Son los habitantes del cementerio los que, a travรฉs de sus epitafios, hablan de su pasado, sus vivencias, sus ocupaciones, de lo que fue la vida cotidiana, y asรญ, cada epitafio se convierte en un fragmento que cuenta una verdad รบnica que comparten todos esos personajes sumidos en un descanso eterno. En este aspecto, cada uno de los veintidรณs capรญtulos que componen El mapa de los afectos podrรญa ser un guiรฑo a esos epitafios porque cuentan tambiรฉn una verdad รบnica, la de que hoy estamos aquรญ pero maรฑana ya no. La historia cubre un arco temporal de quince aรฑos, de 2004 a 2019, y en ella no hay ningรบn protagonista principal. En cada capรญtulo, que podrรญa funcionar a modo de relato autรณnomo, conocemos a uno de esos personajes que, conforme avanza la narraciรณn, termina interaccionando con los demรกs, como si la novela fuera, en รบltima instancia, ademรกs de un mapa, un pueblo por cuyas calles uno siempre acaba encontrรกndose con la misma gente.
La narraciรณn empieza con dos historias cuyo desenlace se recoge al final de la novela: la de Samuel, un chico que se encarama a un รกrbol para espiar lo que ocurre a su alrededor y desde ahรญ es testigo de los amores furtivos de Valeria, una joven maestra, con Tom, que le saca treinta aรฑos de edad. Despuรฉs estรก Greg, un hombre que pese a estar casado acude a menudo a un club de alterne y al que se le impondrรก un inmerecido castigo. O Lilian, un ama de casa y madre de familia que desaparece un buen dรญa sin dejar rastro. Por otro lado estรก Gina, una mujer convencida de que su marido la estรก engaรฑando con otra. O Emily, una prostituta del club de alterne que sueรฑa con una vida diferente alejada de la sordidez de su trabajo. Marcela, una emigrante que se dedica a hacer labores domรฉsticas, o Diana, a la que despuรฉs de aรฑos de dejarse la piel en un periรณdico, la nueva direcciรณn feminista del mismo decide despedirla para, en su lugar, contratar a una inepta que es amiga de la jefa.
Estos son algunos de los personajes que tejen este asombroso tapiz en el que una historia es el engarce perfecto para la siguiente. Se trata de una narraciรณn fragmentaria en la que no hay costuras y todo fluye como si, en realidad, cada una de esas partes fuera pieza indisoluble del todo, de un mapa de los diferentes tipos de afectos, una catalogaciรณn de posibilidades y maneras de relacionarse los unos con los otros. Porque de lo que habla esta novela es, en definitiva, de la vida con sus grandes y pequeรฑas menudencias, de unas personas a las que les ocurren cosas como que, por ejemplo, tienen que renunciar a sus sueรฑos, que sufren porque la fuerza de las expectativas se dobla siempre por el peso de la realidad, que estรกn rodeadas de contradicciones, que experimentan que la rabia y los celos pueden desembocar en la locura, que saben que en el trabajo no siempre se premia a quien lo merece, que conocen tambiรฉn el feminismo, incluso el feminismo de nuevo cuรฑo, pero ocurre que a veces este es tan asfixiante que desmerece al nombre. Y ademรกs, El mapa de los afectos es un recordatorio de que, al mismo tiempo que ocurren crรญmenes e injusticias que nunca se resuelven, hay personas que se enamoran irremediablemente y para siempre.
Es difรญcil narrar la bondad, siempre ofrece mรกs aristas el mal. Sin embargo, los personajes de Ana Merino son, en su mayorรญa, esencialmente buenos: โLa gente buena tiene un don para irradiar cariรฑo, para producir campos de fuerza donde poder cobijar a los demรกs, y en parte gracias a esas personas y a la constancia de sus gestos amables, la humanidad todavรญa no se ha extinguidoโ, se lee en el รบltimo capรญtulo.
Con sensibilidad, agudeza, empatรญa, con un manejo impecable de las tramas, Ana Merino hace de este mapa transversal de personajes, paรญses y tiempos un homenaje a la buena literatura, sin artificios ni ambigรผedades, a la literatura entendida como curiosidad fundamental, a la literatura que se confunde con la vida porque es la vida misma. ~
Es escritora. Ha publicado el libro de relatos Piscinas vacรญas (Alfaguara, 2016) y la novela Quรฉ vas a hacer con el resto de tu vida (Alfaguara, 2017)