Me referรญ en mi รบltima entrega al โSegundo Congreso de Escritores Latinoamericanosโ que se llevรณ a cabo en Mรฉxico en 1967, que Octavio Paz y Carlos Fuentes consideraron un โPresidium de tรณtemsโ organizado por el โaparato oficialโ con la idea de posicionar a Dรญaz Ordaz en el escenario del humanismo continental.
Encontrรฉ mรกs informaciรณn sobre estos congresos, que paso a deletrear con รกnimo de colaborar a la conjeturable historia del comercio entre intelectuales y poder en esa dรฉcada especialmente tensa en Amรฉrica Latina por la polรญtica (y la geopolรญtica) que irradiaba la revoluciรณn cubana y la consecuente oposiciรณn norteamericana.
El โPrimer Encuentro de Escritores Americanosโ fue en 1960 en Chile, en la Universidad de Concepciรณn. Lo presidiรณ Gonzalo Rojas, catedrรกtico de espaรฑol, con otro gran poeta chileno (de quien aรบn era amigo), Nicanor Parra. Acudieron tambiรฉn โentre muchos otrosโ Ernesto Sรกbato, Sebastiรกn Salazar Bondy y los beats Allen Ginsberg y Lawrence Ferlinghetti. Jaime Garcรญa Terrรฉs โque era el director de Difusiรณn Cultural de la UNAM desde 1953โ representรณ a Mรฉxico.
En 1965 se llevรณ a cabo en Gรฉnova, Italia, el congreso de la Comunidad Latinoamericana de Escritores, auspiciado por el Colombianum, instituto de la Democracia Cristiana italiana presidido por el legendario cura rojo รngel Arpa, de la Compaรฑรญa de Jesรบs (de quien era ayudante Amos Segala, quien aรฑos mรกs tarde fundarรญa y dirigirรญa la famosa โColecciรณn Archivosโ de la UNESCO, editora de las obras completas de parte del canon latinoamericano, y para quien colaboramos casi todos. Segรบn la revista Estudios del Comitรฉ del Partido Comunista de Uruguay โ(33-38, 1965)โ Segala tambiรฉn era jesuita. Las conclusiones de ese encuentro, segรบn este libro de รngel Esteban y Ana Gallego (p. 31), fueron proclamar โla existencia de Amรฉrica Latina como unidad, se considerรณ la Revoluciรณn Cubana como el acontecimiento mรกs importante de los รบltimos tiempos y se propuso la lucha antiimperialista como una posiciรณn moralโ. Fue entonces que se creรณ la idea de crear una Comunidad Latinoamericana de Escritores. Miguel รngel Asturias, Roberto Fernรกndez Retamar y Arnaldo Orfila fueron los seglares a cargo del asunto. El representante de Mรฉxico fue Juan Rulfo. Lo que Fuentes llama el presidium de tรณtems fue para declarar fundada dicha Comunidad.
En el nรบmero 13 (julio de 1967) de la discutida revista Mundo Nuevo dirigida por Emir Rodrรญguez Monegal โque describe aquรญ, me parece que muy bien, Luz Rodrรญguez-Carranza–, da cuenta de ese Congreso en Mรฉxico. La discusiรณn sobre Mundo Nuevo, me temo, no obedece tanto a su calidad como a que, por recibir patrocinio de la Fundaciรณn Ford y, peor aรบn, del Congreso por la Libertad de la Cultura (Congress for Cultural Freedom, CLC), fue acusada de agencia imperialista etc. El CLC fue una iniciativa del gobierno norteamericano para contrarrestar la financiada seducciรณn de intelectuales que practicaba la URSS (y, en el รกmbito latinoamericano, por medio de la coqueta Cuba revolucionaria). Cuando se supo en abril de 1966 que los recursos del CLC pasaban a su vez por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) hubo un alboroto importante, que salpicรณ hasta al Centro Mexicano de Escritores, como narra Patrick Iber en su libro sobre la cultura y la guerra frรญa en latinoamรฉrica.
La cosa es que ese nรบmero de Mundo nuevo reproduce una crรณnica sobre el Congreso en Mรฉxico. Firmada por el uruguayo Benito Milla (p. 76), la crรณnica manifiesta la extraรฑeza de algunos participantes por la indiferencia mostrada por โcasi todos los escritores jรณvenes de Mรฉxicoโ (las excepciones, dice, fueron Fernando del Paso y Marco Antonio Montes de Oca).
La ceremonia inaugural fue el 15 de marzo en el auditorio del Museo de Antropologรญa. Una ceremonia ejemplar por breve (discursos de Pellicer, del secretario de educaciรณn Agustรญn Yรกรฑez y un mensaje enviado por Rรณmulo Gallegos). Mรกs prolongada fue la comida, abundante y magnรญfica (dice Milla) en la terraza del castillo de Chapultepec. Al dรญa siguiente el congreso ya estaba en el Teatro Juรกrez de Guanajuato, por lo que supongo que el gobierno los trasladรณ en un tren pullman adecuado esa misma noche.
Circularon entre los escritores visitantes unas pรกginas del suplemento Mรฉxico en la cultura, que dirigรญa Fernando Benรญtez, y que estaba alineado con la postura de Paz y de Fuentes contra los escritores โtรณtemโ del PRI. Recogรญa algunas opiniones rasposas que ponรญan en evidencia la divisiรณn entre los escritores mexicanos. Si Juan Rulfo y Josรฉ Revueltas โโveteranos vinculados de alguna forma a las esferas oficialesโ, escribe Milla (luego agrega a Mauricio Magdaleno y a Marco Antonio Millรกnโ subrayaban la importancia del congreso, el joven Josรฉ Agustรญn declaraba que ese โcongreso de escribanosโ era una โfarsa para conseguir dinero โlos organizadoresโ y para que nuestras democracias se adornen como grandes impulsoras de la culturitaโ. Vicente Leรฑero sentenciรณ que los termas a discutir โno dicen nada, son ambiguos y poco claros, escritos, ademรกs, con un lenguaje oficialista y gastadoโ. Juan Garcรญa Ponce tratรณ al congreso de โrimbombanteโ y agregรณ que โla multiplicaciรณn de una imagen estรบpida en un espejo sรณlo multiplica su estupidezโ. Emmanuel Carballo juzgรณ que detrรกs del congreso โveรญa la mano de la CIA y una tremebunda conspiraciรณn de la derechaโ, pues habรญa colaboradores suyos entre los organizadores y un predominio โde escritores de derecha, los tibios y los apolรญticosโ.
Al dรญa siguiente en Guanajuato comenzaron los problemas. Los cubanos (Carpentier, Lisandro Otero, Nicolรกs Guillรฉn y Roberto Fernรกndez Retamar), apoyados por Benedetti y Carlos Martรญnez Moreno, se opusieron a la creaciรณn de la Comunidad Latinoamericana de Escritores, principal objetivo del Congreso. Un escritor de izquierda, argumentaron los opositores (segรบn Milla), no puede pertenecer a la misma comunidad a la que pertenece un escritor โpro imperialista o comprometido con las oligarquรญas nacionales u omiso frente a los desmanes del enemigoโ (lรฉase los Estados Unidos).
Les contestรณ Miguel รngel Asturias, quien puso como ejemplo de que sรญ se puede (y hasta se debe) a la Comunidad Europea, donde el soviet y los paรญses capitalistas trabajan juntos. Joao Guimaraes Rosa agregรณ que โno se trataba de eximir a los escritores de responsabilidades polรญticasโ sino de que tales responsabilidades fuesen escriturales, โno como militancia de fracciรณn o de partidoโ. Lo de siempre: ecos de Mรฉxico en la posrevoluciรณn y de la Espaรฑa en guerra civil. Revueltas manifestรณ su enfado ante el hecho de que se estuvieran trasladando โa las sesiones lo que no eran otra cosa que cuestiones internas de los grupos marxista-leninistasโ, en referencia โdice Millaโ al conflicto entre los partidos comunistas tradicionales y el rรฉgimen de Fidel. Los primeros y los liberales pensaban que la Comunidad de Escritores serรญa provechosa a la larga; los castristas querรญan que el congreso fuera โun resonadorโ inmediato de sus posiciones.
Hay informes โcomo en la cronologรญa oficial de Nicolรกs Guillรฉnโ en el sentido de que โla delegaciรณn cubana se retirรณ del Congreso antes de su terminaciรณn, por no estar de acuerdo con su orientaciรณn ideolรณgicaโ. Al parecer, ese retiro fue anunciado por Benedetti ante el pleno. Quizรกs sea la โDeclaraciรณn de escritoresโ que recoge el periรณdico cubano Granma el 18 de marzo, al que no tengo acceso.
Habrรก sido interesante ver las caras de los organizadores mexicanos ante su encomienda de posicionar a Dรญaz Ordaz como lรญder continentalโฆ
A pesar de todo, se aprobรณ por mayorรญa la creaciรณn de la Comunidad Latinoamericana de Escritores. Su sede estarรญa en Mรฉxico y estarรญa presidida por Pellicer como presidente y por el โVateโ Lรณpez Bermรบdez como secretario.
Hubo un tercer congreso convocado por la Comunidad de Escritores Latinoamericanos en el muy pomadoso balneario de Puerto Azul, en Venezuela, en julio de 1970. Lo inaugurรณ el presidente Rafael Caldera. Los representantes de Mรฉxico fueron Rosario Castellanos, Edmundo Valadรฉs y Wilberto Cantรณn.
Tambiรฉn ahรญ las comida estuvo muy sabrosa y los vinos fueron muy buenos.
Parece que sigue existiendo la Comunidad Latinoamericana de Escritores. Llegรณ a tener una Revista de la Comunidad Latinoamericana de Escritores publicada en Mรฉxico, que llegรณ (mรกs o menos viva) hasta 1972.
(Continuarรกโฆ)
Es un escritor, editorialista y acadรฉmico, especialista en poesรญa mexicana moderna.