Después de haber facturado clásicos de la talla de Los duelistas, Alien y Blade Runner, Ridley Scott se volvió un director “cumplidor” en Hollywood, con filmes como Gladiador, Hannibal o La caída del halcón negro. En Gángster americano, además de homenajear a Scorsese, recupera un nivel que hace tiempo no se le veía. Sobriamente filmada, con un ritmo lento y necesario para que la historia se desarrolle, esta película muestra la corrupción del sistema americano, la decadencia moral de un país golpeado por el fracaso de Vietnam, y la debacle de una sociedad que se rinde ante el placebo de la heroína. El duelo actoral entre Denzel Washington (a quien ya le gustó hacer de malo, y qué bueno, porque le sale perfecto) y Russell Crowe corona el que es, sin duda, uno de los mejores filmes comerciales del año. ~
Su libro más reciente es el volumen de relatos de terror Mar Negro (Almadía).