Siempre que se ha pretendido imprimir novedad al apolillado ropero de la política catalana, la estética ha jugado un papel de alcanfor confortable y supuestamente moderno. Tiene a gala la Cataluña oficial una tradición de vanguardia maquillada con los afeites del diseño y la publicidad puntera. Sin embargo, el síntoma de la esclerosis creativa también alcanzó a las campañas políticas. Así los eslóganes debían incorporar una llamada al terruño y denominar originariamente a sus votantes: “Cataluña” y “catalanes”. La efigie de fotomatón del candidato sonriente cumplía con el consenso ético y estético. Ya advirtió Unamuno que la estética sería la perdición de los catalanes.
Una más de las transgresiones de la neófita formación política Ciutadans-Partit de la Ciutadania, que concurre a las elecciones a la Generalitat del próximo 1 de noviembre, ha sido presentar a su candidato Albert Rivera completamente desnudo. Con las dos manos, eso sí, tapándose las partes bajas. Además, el cartel trae la Buena Nueva a manera de sentencia: “Ha nacido tu partido”. De ahí que, ante el claro trasunto genesíaco, el escritor y promotor de Ciutadans Arcadi Espada haya definido como “adánico” el cartel de marras. Ciertamente, la originalidad en este caso no tiene otra intención que el apego a la sensatez. Y una verdad al desnudo en la metáfora desnuda: sólo importan las personas, más allá de su lugar de nacimiento, la lengua que hablen o la ropa que vistan.
Coincidiendo con el cartel, otra osadía remarcable ha sido la canción de promoción de Ciutadans. Un Rock’n’Roll. Si las campañas convencionales nos tenían acostumbrados a cantantes con fijapelo y ajadas melodías enlatadas, la nueva formación política incluirá en sus actos “El ritmo del garaje”, himno juvenil de los años ochenta del pasado siglo que popularizaron Loquillo y Alaska y que su compositor, Sabino Méndez, ha adaptado para la ocasión. Casa bien la propuesta ciudadana con el ímpetu rebelde del R’n’R. De momento, el revuelo mediático en el oasis catalán ha sido considerable. En algunas columnas incluso refulgían los
colmillos. No sería de extrañar que
los candidatos de los demás partidos estén calibrando la posibilidad de desmelenarse en un streaptease a ritmo de twist. Más les valdría. ~
