La ciudad de Esmógico no es sólo jungla de asfalto, no sólo espacio de botín de la delincuencia organizada y desorganizada, no sólo capital de la criminalidad y de la lenta pero segura…
Encerrada sobre su altiplano central, la literatura mexicana era solemne, clasicista, conservadora y poco amiga de las novedades. ¿Qué atrajo entonces a un revolucionario como el cubano Severo Sarduy?