En el cuarto en penumbra, el cerco de la lámpara
arde sobre la página, en los dedos
que aferran el cuaderno, recogidos,
y trazan nuevos signos con serena mudez.
La calle es la moldura de otro silencio. Nadie
bajo los sauces, bajo la farola
tibiamente alumbrada, en el frescor
de esta noche de junio, de esta noche en que velas.
Deslumbra, más que el foco, el blanco de la página.
El tiempo es apenas tu mano absorta.
Y más allá del cuarto está la noche
que imanta cuanto escribes, cuanto vino a escribirte. –
(Gijón, 1967) es poeta, crítico y traductor. Ha publicado recientemente 'Perros en la playa' (La Oficina, 2011).