The Square, documental nominado al Óscar, trata principalmente sobre un tema y no hay cómo o por qué darle la vuelta: El precio de la libertad. Nunca antes había usado esa frase multiusos para describir una película, pero The Square lo amerita: Jehane Noujaim, su directora, entiende que ese costo va más allá del sacrificio y la muerte. La libertad no se paga de contado.
The Square sigue a un grupo de protagonistas de la Primavera Árabe que ayudó a derrocar al presidente Hosni Mubarak y, en los meses siguientes, se enfrentó a los regímenes militares y religiosos que le sucedieron. Un chico pobre del Cairo convertido en orador exprés, un actor de Hollywood que ha regresado a Egipto para ser el rostro mediático de la revolución, un miembro de la hermandad musulmana, dividido entre su deber como ciudadano y hombre de Dios: estos son los personajes que Noujaim sigue a través de plantones pacíficos, conciertos al aire libre, sesudas discusiones, matanzas impunes, hospitales repletos de cadáveres, testimonios de políticos hipócritas y marchas multitudinarias. Sabemos que The Square no tendrá un final feliz porque abre con una victoria: la destitución del tirano Mubarak. El júbilo aparentemente inmarcesible de ese triunfo conmueve. Dos horas después sabe amargo, como esas fotografías de fallecidos alpinistas, posando en la base de una montaña, felices a más no poder, incapaces de darse cuenta que lo fácil es llegar ahí. Lo auténticamente complicado apenas comienza.
Como melodía de fondo, The Square revela el poder que las redes sociales han otorgado a estos movimientos, en un mundo en el que cualquier video amateur en YouTube puede desmentir el cinismo de un gobernante. En ese sentido, el trabajo de Noujaim es casi de curaduría, ayudada por un manejo formidable de la tijera. No se me ocurre un director reciente que haya tenido que buscar, hallar y recortar tanto material como el que ella seguramente tenía al alcance.
Al cabo de un par de años, todos los personajes parecen terminar unos pasos atrás de donde comenzaron. Las imágenes de la guerra, los colegas asesinados, el cansancio de una empresa en perenne cuesta arriba han reemplazado la alegría inicial. La revolución que encabezan logra derrocar uno tras otro régimen atroz, solo para ver como un nuevo político faraónico toma las riendas de su país. Cerca del final, una conversación, desgarradora por inocente, revela los claroscuros de la causa. No basta permanecer sobre la palestra de las calles: si la revolución se niega a entrar al ring electoral o plantear una alternativa, Egipto seguirá sumido en los mismos problemas y su movimiento seguirá incompleto. Una lección que debe entenderse en todos los idiomas.
“No necesitamos un nuevo líder sino una nueva consciencia”, dice Ahmed, el orador, el niño, el ingenuo, aferrado a lemas huecos que no reflejan la complejidad del problema frente a él. No sabemos si Noujaim coincide con él o no, y no importa. The Square nos da todas las cartas para comprender la revolución, y es labor nuestra decidir si hemos seguido a un grupo de líderes en potencia o temerarios agitadores de avisperos.
The Square forma parte del Festival Ambulante 2014.