Sí, la foto del rey de España como alegre asesino de elefantes que no le han buscado bronca, y precisamente en el momento en que España se hunde en una espantosa crisis, y cuando gente de la familia y los cercanos resultan comprometidos en pillerías, es una obscenidad. Francamente, yo no esperaba tal insensibilidad moral, tal irresponsabilidad política, en el hombre que tuvo, hace ya muchos años, el sentido moral y hasta la valentía de romper con la condición de ahijado de Franco, de atajar, dando la cara casi él solo, el golpe de Tejero, y de haber apoyado y allanado el camino a la Transición.
Pero, sí, ha tenido un gesto noble: admitir el error (¡en fin: el “error”!) y prometer que “no volverá a ocurrir”, lo cual (apúntesele siquiera) es algo inusitado y casi inconcebible en la alta clase política y gobernante de cualesquiera países, including el republicano México.
Es escritor, cinéfilo y periodista. Fue secretario de redacción de la revista Vuelta.