Este pasado primero de mayo ha anunciado Giselle Bundchen que no renovará su contrato con Victoria’s Secret, pues la multinacional, abusando de sus derechos laborales, pretendía pagarle lo mismo que el año pasado. La pregunta tácita que hace la modelo a sus explotadores patrones es: ¿y la inflación, qué? La módica suma de la que estamos hablando, por sus quince minutos de trabajo efectivo, eso sí, intensos como pocos, es de cinco millones de dólares.
Vaya, pues, mi solidaridad desde este blog, por la osada rebeldía de la Bundchen, digna heredera, en paños menores, de los mártires de Chicago.
– Ricardo Cayuela Gally
(ciudad de México, 1969) ensayista.
