Ilustraciรณn: Rachel Levit

Cajones con llave

La cantidad de mujeres que eligen las artes visuales y la ilustraciรณn como medio de expresiรณn va creciendo y crece tambiรฉn el pรบblico, las que del otro lado de la pantalla buscamos historias que hablen sobre nosotras como sujetos principales de nuestra propia vida.
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Tengo el recuerdo claro de mi papรก diciรฉndole a mis hermanos, en tono de advertencia, que nunca se asomaran a la bolsa de una mujer. Nunca sabes lo que te puedes encontrar. Pero a la bolsa de mi mamรก yo sรญ tenรญa acceso: probaba las plumas una por una, revisaba los papeles y guardaba piedritas en su estuche de lentes, siempre vacรญo porque llevaba los lentes puestos, para hacer una maraca. La bolsa, de algรบn modo, contenรญa la vida. Yo querรญa asomarme a la vida.

Siempre me han gustado los diarios ajenos. Es una metรกfora pero tambiรฉn es cierto: me da curiosidad la intimidad de los demรกs, las cajas cerradas al fondo del closet, los archivos secretos, los cajones con llave. Tal vez por eso me interesa el trabajo de las ilustradoras de mi generaciรณn, que en muchos casos toca temas de la vida diaria y muestra de manera irรณnica los retos y contradicciones mรกs รญntimas de ser mujer en los tiempos que nos tocaron. Al crecer, todos los referentes que tenรญamos en los comics eran hombres (los valientes, los fuertes, los que estaban al mando) y las mujeres sรณlo aparecรญan como adorno o personajes secundarios que acompaรฑaban la historia del protagonista, la que de verdad importaba. Hacรญa finales de los noventa, cuando yo estaba entrando a la adolescencia y Maitena comenzรณ a publicar sus viรฑetas en la revista de El Paรญs, descubrรญ el poder que podรญan tener los dibujos de una mujer que hablaban de la vida de otras como ella.

El panorama ha cambiado desde entonces, afortunadamente. Maitena fue pionera para las mujeres que hoy, a travรฉs de la artes visuales, estรกn enriqueciendo la representaciรณn del sujeto femenino y volviรฉndola mรกs compleja, con mรกs matices, mรกs honesta. No se trata de establecer una especie de etiqueta de gรฉnero ni es mi intenciรณn insinuar que las mujeres sรณlo deben hablar de temas que se consideran โ€œfemeninosโ€. Sin embargo, aun cuando las mujeres hablan de termas universales, lo hacen desde su condiciรณn particular: la condiciรณn de quien ha crecido en una cultura en que le repite de mil maneras que su opiniรณn es menos importante, que su experiencia personal no es da para grandes historias, que debe quedarse callada si quiere encajar en la sociedad. Por eso me interesa hablar de ilustradoras, porque son mujeres que, desde su trinchera, estรกn abriendo espacios de expresiรณn y tomando la palabra con pluma en mano.

Andonella (Ciudad de Mรฉxico, 1991), por ejemplo, me cuenta que empezรณ dibujando lo que les pasaba a sus amigas y a ella cuando estaban โ€œen la edad de la punzadaโ€. Como odiaba la escuela, encontrรณ en el dibujo el refugio perfecto para no pasarla tan mal en esos aรฑos, y hoy se ha convertido en una de las ilustradoras mรกs irreverentes y propositivas del paรญs. Su trabajo es una especie de retrato generacional contado a travรฉs de trazos irreverentes (โ€œgrotescosโ€, dice ella en alguna entrevista) y humor negro. Cuando no estรก dibujando, hace globoflexia.

 

Abril Castillo (Morelia, 1984), que empezรณ ilustrando libros para niรฑos, eligiรณ el dibujo porque en ese medio encuentra una manera de comunicar ideas sin tanto filtro y estrechar lazos de comunicaciรณn mรกs directos entre ella y el lector. En su opiniรณn, la etiqueta de โ€œarteโ€ resulta a veces una barrera para que alguien se acerque y escuche, โ€œcomo si el Arte con mayรบscula no fuera dirigido tambiรฉn a todosโ€. A travรฉs de la ilustraciรณn el mensaje es mรกs visible, viaja con mayor naturalidad y permite construir intimidad en un vistazo. Abril tambiรฉn escribe y le gusta sacarle fotos a su comida.

Aunque dice que dibuja sin una agenda especรญfica en mente, Rachel Levit (Ciudad de Mรฉxico, 1990) tambiรฉn ha tocado temas de gรฉnero con frecuencia y de manera muy aguda. Lo hace, dice, de una manera orgรกnica y a travรฉs de su propia experiencia, usando el arte visual como lenguaje universal. Tras estudiar y vivir unos aรฑos en Nueva York, Rachel ha trabajado para medios internacionales como el New York Times. Recientemente inaugurรณ su exposiciรณn individual Obvio sรญ en la galerรญa Breve. Lo mas valioso de la ilustraciรณn, dice Rachel, es que le haya dado una voz propia.

Al ver el trabajo de Andonella, Abril o Rachel, entre tantas otras, me siento en contacto con la experiencia femenina, como si cada trazo fuera un guiรฑo entre nosotras. Por fortuna, no son las รบnicas: hay muchas ilustradoras que, como ellas, estรกn revolucionado el panorama de la ilustraciรณn con inteligencia y humor. Y cada dรญa habrรก mรกs: la cantidad de mujeres que eligen este medio de expresiรณn va creciendo y crece tambiรฉn el pรบblico, las que del otro lado de la pantalla buscamos historias que hablen sobre nosotras como sujetos principales de nuestra propia vida.

 

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(Ciudad de Mรฉxico, 1984). Estudiรณ Ciencia Polรญtica en el ITAM y Filosofรญa en la New School for Social Research, en Nueva York.ย Esย cofundadora deย Ediciones Antรญlopeย yย autora de los libros Las noches sonย asรญย (Broken English, 2018), Alberca vacรญaย (Argonรกutica, 2019) y Una ballena es un paรญs (Almadรญa, 2019).


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