Foto: José Reynaldo da Fonseca, CC BY-SA 3.0

Los gatos domésticos dominarán el mundo

Las apacibles mascotas podrían evolucionar para convertirse en los depredadores alfa del futuro.
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Los gatos han tenido una trayectoria notable en los últimos miles de años. Comenzaron como actores secundarios en los ecosistemas africanos, evolucionaron rápidamente y tomaron el control del planeta al enredar a la especie humana alrededor de sus pequeñas patas. Hoy en día, hay casi mil millones de gatos domésticos en todo el mundo.

¿Qué depara el futuro para nuestros queridos amigos felinos? Se seguirán desarrollando nuevas razas; algunas se convertirán en compañeros domésticos aún mejor adaptados a la vida moderna, mientras que otras se criarán para exhibir rasgos inusuales (como las esfinge, lykoi y munchkin). Pero la verdadera acción ocurrirá en la naturaleza. Grandes poblaciones de gatos salvajes están ahora establecidas en todos los continentes excepto en la Antártida. Esos gatos comenzarán a evolucionar. Probablemente ya lo están haciendo.

Existen tres formas importantes en las que ocurre la evolución. En primer lugar, cuando una especie se encuentra con nuevas circunstancias ambientales, la selección natural puede impulsarla a evolucionar, y a hacerlo rápidamente. Aunque Darwin tenía razón en muchas de sus ideas, se equivocó en esta: pensaba que la evolución solo ocurría a un ritmo glacial, pero ahora sabemos que el cambio evolutivo rápido es común cuando la selección es fuerte.

Los cientos de millones de gatos salvajes que vagan por el planeta probablemente ya se están adaptando a las circunstancias únicas que experimentan en diferentes regiones. Consideremos la amplia variedad de tipos de hábitat ocupados por los gatos salvajes en Australia: desiertos abrasadores, montañas nevadas, selvas tropicales y praderas. Es probable que los gatos del desierto estén evolucionando para tener formas de lidiar con el calor y la escasez de agua, mientras que las poblaciones que habitan en las montañas del sur se adaptan al frío y la nieve. Diferentes especies de presa que se encuentran en diferentes lugares requieren diferentes adaptaciones de caza. Diferentes depredadores, como dingos, demonios de Tasmania y lagartos grandes, requieren diferentes estrategias para escapar. Caminar sobre la arena plantea desafíos diferentes que trepar peñascos.

Un repaso veloz de la variedad de especies de gatos pequeños en todo el mundo ilustra cómo las especies felinas se han adaptado a diferentes entornos: los tigrillos con sus articulaciones de tobillo reversibles para descender de los árboles cabeza abajo, los gatos del desierto con las plantas de los pies cubiertas de pelo para caminar en el desierto, los gatos pescadores con dedos como aletas para la vida acuática, por nombrar solo algunos ejemplos. Las poblaciones de gatos domésticos podrían evolucionar de manera similar.

En segundo lugar, las poblaciones aisladas tienden a evolucionar de diferentes maneras. Por esta razón, las islas son famosas como “escenarios de la evolución”. Al igual que las famosas tortugas terrestres de las Galápagos son diferentes de una isla a la otra, es probable que los gatos salvajes de Fiji difieran de los de Tahití, incluso si los entornos son muy similares. Y con gatos establecidos en cientos, si no miles, de islas aisladas en todo el mundo, es solo cuestión de tiempo antes de que evolucionen para ser especies distintas.

Finalmente, nada impulsa la evolución más que la oportunidad. Y perversamente, nada proporciona más oportunidades evolutivas que la extinción generalizada. Las extinciones masivas son malas noticias para las especies que perecen, pero para los sobrevivientes son un pase de oro para el éxito evolutivo. En el pasado, cuando los ecosistemas se recuperaron de impactos de asteroides, erupciones volcánicas o cualquier catástrofe que causara la muerte de especies, surgieron nuevas especies para aprovechar los recursos recién disponibles. Por ejemplo, el asteroide que exterminó a los dinosaurios abrió la puerta para que los mamíferos se diversificaran ampliamente, produciendo especies como elefantes, ballenas, murciélagos, gatos –y a nosotros.

Lamentablemente, el mundo se encuentra en medio de otro evento de extinción masiva. Según un estudio de las Naciones Unidas, 1 millón de especies podrían desaparecer en un futuro cercano. Eventualmente, sin embargo, la humanidad tendrá que ponerse en marcha y dejar de destruir el medio ambiente para poder sobrevivir. A menos que aniquilemos por completo toda la vida, los ecosistemas eventualmente se recuperarán, como lo han hecho en el pasado. La evolución producirá nuevas especies. La riqueza global de especies se recuperará. Esta biodiversidad recién reconstituida será descendiente de las especies que han sobrevivido a nuestra agresión.

En los últimos 10,000 años, los seres humanos han exterminado a muchos de los depredadores más grandes del mundo. En América del Norte se han perdido osos de cara corta gigantes, lobos gigantes, leones americanos, guepardos americanos, jaguares y dos especies de tigres dientes de sable. El continente de Australia ha perdido a todos sus grandes depredadores mamíferos. Hoy en día, muchas especies de depredadores en todo el mundo están altamente amenazadas, como los tigres, los osos polares y los perros salvajes africanos (también conocidos como perros pintados). La pérdida de muchas de estas especies será trágica, pero cuando los depredadores más grandes dejan de existir, se abrirá la puerta de par en par para que los gatos ocupen ese vacío.

Una vez que los gatos (que ya no sean domésticos) se conviertan en depredadores alfa, ¿cómo evolucionarán? Algunas nuevas especies de gatos se volverán mucho más grandes. Los gatos domésticos se encuentran en el extremo pequeño del espectro de tamaños felinos. Los depredadores más grandes pueden cazar presas más grandes; una vez que la mayoría de los depredadores más grandes hayan desaparecido, los gatos no domésticos aprovecharán la oportunidad para crecer. Y si la historia da alguna pista, podrían volverse mucho más grandes: el felino más grande jamás conocido fue el tigre dientes de sable sudamericano, Smilodon populator, que pesaba casi media tonelada.

Hablando de los felinos dientes de sable, parece probable que la línea de los gatos domésticos también pueda dar lugar a uno de ellos. Los colmillos en forma de sable evolucionaron en varias ocasiones en los felinos y sus parientes (y también una vez en los marsupiales sudamericanos). Durante gran parte de la historia de los felinos, las especies de dientes de sable eran más comunes que sus parientes con menos colmillos. Los últimos felinos dientes de sable vivieron hasta hace aproximadamente 10,000 años en la zona que ahora conocemos como Los Ángeles; tal vez algún día un descendiente del gato doméstico con dientes de sable termine cazando búfalos en las llanuras del oeste.

Algunos gatos disfrutan del agua, ¿podría haber un gato nutria en el futuro? Las comadrejas son largas, delgadas y de patas cortas para zambullirse en madrigueras, ¿por qué un gato no podría hacer lo mismo? La raza munchkin, el corgi de los gatos, es prueba de que los gatos de patas cortas pueden existir. Tal vez un gato evolucione para vivir completamente en los árboles; si surgiera una especie felina arbórea, quizás desarrollaría solapas de piel para convertirse en planeador, navegando de un árbol a otro como la ardilla gigante voladora de Asia (que tiene el tamaño de un gato pequeño).

La pregunta más relevante de todas es la siguiente: ¿ los descendientes del gato doméstico seguirían pareciendo gatos? Todas las especies de gatos de hoy en día y todas las que han existido en el pasado comparten la misma esencia felina. Incluso el gato contemporáneo más distinto de los demás, el guepardo, es claramente un gato. Esta homogeneidad sugiere que los felinos han encontrado una fórmula evolutiva ganadora y es posible que la sigan. Pero la historia no determina el destino; tal vez la línea de los gatos domésticos se embarque en nuevas direcciones y produzca especies diferentes a cualquier felino anterior. Consideremos que las ballenas evolucionaron a partir de mamíferos con pezuñas, las focas a partir de depredadores terrestres y los murciélagos… bueno, aún no sabemos con certeza de dónde provienen los murciélagos.

La primera especie de gato conocida, Proailurus, vivió hace 30 millones de años y dio origen a leones, guepardos, tigres dientes de sable y otros. ¿Podrá Felis catus, el gato doméstico, generar una línea evolutiva igualmente rica? No apostaría en contra de eso. ~


Este artículo es publicado gracias a la colaboración de Letras Libres con Future Tense, un proyecto de Slate, New America, y Arizona State University.

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es profesor de biología en la Washington University de St. Louis. Su libro más reciente es The cat’s meow: How cats evolved from the savanna to your sofa.


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