Un año más dedicamos el 8 de marzo a conmemorar la lucha de las mujeres por ser reconocidas en pie de igualdad con los hombres. Esto podría parecer innecesario (por obvio) a estas alturas del siglo XXI en el seno de países de cultura occidental. Sin embargo, a pesar de los muchos avances, la tan deseada igualdad real aún nos queda lejos. Una de las muchas señales del camino que nos queda por recorrer es la invisibilidad de las mujeres profesionales en general y de las científicas en particular. Esto, además de injusto, es perjudicial para las nuevas generaciones de niñas, que necesitan referentes de su mismo género en las que verse reflejadas.
Un ejemplo de esta falta de visibilidad es Ruth Lesser. Nacida en Bradford (Inglaterra) en 1930, su trayectoria vital es la de una mujer excepcional. En 1951 se licenció en letras (en la especialidad de estudios ingleses) y durante un tiempo trabajó como reportera. Después se retiró para dedicarse por completo a crear y cuidar a su familia numerosa. Hasta aquí podría ser la biografía de una mujer de su tiempo, de las afortunadas (eso sí) por haber recibido educación universitaria, pero con un recorrido laboral limitado por sus obligaciones familiares.
No obstante, ya he dicho que estamos ante una mujer que ha sido capaz de superar límites y expectativas. Y es que, una vez cumplida esta tarea y contra todo pronóstico, retomó sus estudios. En 1971 se licenció en ciencias y en 1976 se doctoró en Psicología con todos los honores. Su carrera como neurocientífica acababa de empezar. La Dra. Lesser es una de las pioneras en el estudio de los problemas lingüísticos derivados de lesiones cerebrales (las conocidas afasias). Es autora de varios libros imprescindibles en los que no hay problema lingüístico (incluida la lectoescritura) que no fuera analizado. Realizó trabajo clínico e hizo carrera universitaria. De hecho, fue la directora del departamento de ciencias del habla de la Universidad de Newcastle durante más de 15 años (1979-1995) y profesora emérita de esa misma universidad desde 1995.
Es difícil encontrar en la época una neurocientífica de su talla, pero, a pesar de todo, su nombre apenas se conoce; prácticamente no tenemos información de ella en internet y, como consecuencia, tampoco cuenta con página en Wikipedia. El resultado de este vacío es el borrado de una científica inigualable. Perdonadme, pero no puedo evitar pensar cuán famosa sería en este momento de haber nacido con sexo masculino. Es curioso. Lesser cumplió sus sueños y destacó a pesar de vivir en un mundo hecho por y para los hombres. Hizo un trabajo magnífico y llegó a lo más alto en una época en la que esto era un logro casi imposible, pero a día de hoy la historia aún no le ha dado el lugar que le corresponde. Parece que la lucha feminista da resultados y está claro que vivimos mejor que nuestras madres, pero seguimos silenciando la labor de personas excepcionales en virtud de su sexo.
Y es que Ruth Lesser no es una excepción. La falta de biografías de mujeres en Wikipedia, por poner un dato claro de invisibilidad, es bien conocida. Tanto es así que desde hace varios años se producen maratones internacionales de edición de páginas que hablen de mujeres. Son las famosas Editatonas, que tratan de compensar esta ausencia en la obra colectiva. No consiste, como algunos de sus detractores sugieren, en conseguir a toda costa que haya mujeres biografiadas en Wikipedia, sino en evitar que sigan faltando tantas personas importantes para nuestra ciencia, nuestra historia y nuestra cultura única y exclusivamente por discriminación de género. ¿O acaso alguien duda aún de que la Dra. Lesser y tantas como ella deberían estar en esta gran enciclopedia digital?
Mamen Horno (Madrid, 1973) es profesora de lingüística en la Universidad de Zaragoza y miembro del grupo de investigación de referencia de la DGA
Psylex. En 2024 ha publicado el ensayo "Un cerebro lleno de palabras. Descubre cómo influye tu diccionario mental en lo que piensas y sientes" (Plataforma Editorial).