Los personajes que quieren ser guionistas de su propia realidad han sido una constante en las películas de Charlie Kaufman. Su última cinta no es la excepción: en ella hace un paisaje mental que invita a abandonarse a las emociones y sensaciones de los personajes, antes que a buscar entenderla desde la lógica convencional.
es crítica de cine. Mantiene en letraslibres.com la videocolumna Cine aparte y conduce el programa Encuadre Iberoamericano. Su libro Misterios de la sala oscura (Taurus) acaba de aparecer en España.