La quinta película de Sean Baker narra un día en la vida de Alex y Sin-Dee, dos prostitutas transgénero, en las calles de Los Ángeles. Aunque fue grabada usando iPhones, esa no es su principal innovación: es la mirada libre de prejuicios, honesta, directa y sin rodeos con la que el director se acerca a personajes y escenarios que suelen ser abordados desde el estereotipo en el cine.
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La quinta película de Sean Baker fue filmada con smartphones, pero la originalidad de su mirada va más allá.