hay algo todavía más angustiante que seis mujeres que desconfían entre ellas: que lo hagan mientras exploran una cueva subterránea, sin idea sobre su estructura, y a merced de una criatura inhumana que se alimenta de los que se pierden ahí. Si esto le suena misógino, la culpa es de otras películas que explotan la sexualidad y el horror. Por encima de los estereotipos la heroína en ropa chiquita, el monstruo que las somete, la histeria como reacción de mujer, Descenso es un cuento efectivo sobre miedo, claustrofobia y traición. Producción inglesa de bajo presupuesto y perfil, la historia simple de excursionistas perdidas recupera la dignidad de un género saturado de efectos e incluso de subtexto moral. Es también una opción al remake, cuya frecuencia declara muerta la imaginación del terror. –
es crítica de cine. Mantiene en letraslibres.com la videocolumna Cine aparte y conduce el programa Encuadre Iberoamericano. Su libro Misterios de la sala oscura (Taurus) acaba de aparecer en España.