La gran mayorรญa de los crรญticos que han reseรฑado Kick-Ass centran sus artรญculos en un personaje secundario de la cinta: Hit-Girl, una chica de doce aรฑos que decide seguir el oficio de su familia al convertirse en una vigilante (como Batman). Es un personaje cuya violencia y vulgaridad han llamado la atenciรณn de los medios norteamericanos. Y aunque la procacidad de Hit-Girl es importante para entender los vicios y las virtudes de Kick-Ass, primero vale la pena hablar del resto de la pelรญcula.
El protagonista de Kick-Ass no es Hit-Girl, sino el preparatoriano Dave Lizewski (bien interpretado por Aaron Johnson), quien decide hacer lo que, segรบn รฉl, nadie ha hecho: convertirse en un superhรฉroe de verdad. Acto seguido, Dave compra un traje de buzo de cien dรณlares y decide apodarse Kick-Ass. Pero tal y como seรฑala el maravilloso Damon Macready (interpretado por Nicolas Cage), el sobrenombre de Dave no le queda: al que le patean el culo es a รฉl, y no al revรฉs. Los guionistas Jane Goldman y Matthew Vaughn (quien tambiรฉn dirige) tienen problemas a lo largo de la pelรญcula para darle suficiente motivaciรณn a Dave para volver una y otra vez al ciclo de golpizas que le espera en el mundo de superhรฉroes que ha escogido. Y aunque la narraciรณn de Kick-Ass pretende explicar este compromiso como una adicciรณn, la justificaciรณn no es convincente. Sin embargo, este es un problema menor dentro de una cinta particularmente divertida.
La trama avanza cuando Dave se involucra en el trabajo de dos verdaderos superhรฉroes: Hit-Girl (Chloe Moretz: estupenda) y Damon Macready, alias Big Daddy. El dรบo de padre e hija buscan vengarse del malvado Frank DยดAmico (Mark Strong), un narcotraficante millonario. De ahรญ en adelante, la historia alterna con precisiรณn entre el universo preparatoriano de Dave (con todas sus complicaciones romรกnticas) y un Nueva York ilusorio โchusco y macabro- en donde a un hombre lo pueden meter en un microondas hasta que explote.
El crรฉdito de esta transiciรณn le pertenece a Matthew Vaughn, quien nos da una cinta rica en elementos visuales y anclada en personajes entretenidos. Y a pesar de que Vaughn tiende a abusar de la cรกmara frenรฉtica โtan en boga en tiempos de Bourne-, el director parece tener un estilo propio. Sin embargo, las verdaderas estrellas del filme son Moretz y Cage, que se adueรฑan de cada escena en la que aparecen. Cage, sobretodo, construye a un personaje excelente, gozando el cambio de identidad e incorporando diferentes voces en cada uno. Por su parte, Moretz se siente claramente cรณmoda en el papel de una niรฑa adulta (la hemos visto antes, en un papel de similar tesitura, en 500 Days of Summer). La quรญmica entre ambos es contagiosa. Cada escena en la que aparecen es memorable.
Ahora llegamos a la cuestiรณn de la violencia que ha molestado a tantos crรญticos. La realidad es que, sรญ, hay mucha sangre. Y, sรญ, los diรกlogos pueden ser vulgares. Kick-Ass es todo esto, y su carรกcter es intencional. Vaughn hace lo que todo cineasta intenta: atrapar al espectador. Los crรญticos dicen que el lenguaje usado por Hit-Girl es escandaloso. Pero, ยฟacaso no han escuchado hablar a alguien de once aรฑos? Es precisamente esa edad en la que los niรฑos se deleitan profiriendo groserรญas por doquier. Nadie entiende mejor el falso poder de las malas palabras que los pre adolescentes.
Al fin y al cabo, la pelรญcula โcomo expresiรณn artรญstica- es una mera representaciรณn de la realidad. Cientรญficos centrados en el comportamiento humano, psicรณlogos y antropรณlogos estarรญan de acuerdo en que los niรฑos exploran el concepto de violencia a travรฉs de experiencias lรบdicas o, desgraciadamente, a travรฉs de actos reales. Que Kick-Ass se lleve a cabo en un mundo ligeramente alejado de la realidad no debe diluir su impacto, ni su dosis de autenticidad. ยฟQuiรฉn decidiรณ que todos los hรฉroes deben ser sanos y puros, listos para salir en una caja de Corn Flakes, cortados con la misma anodina tijera que creรณ al bodrio de Clark Kent?
-Ryan Haydon