Se le ha llamado pesetero. Cutre. Agarrao. Loco. Narcisista. Muere Roger Corman (1926 – 2024). Muere una leyenda. El primer independiente (con permiso de William Castle). El francotirador de los francotiradores. Sus primeras pelรญculas las vimos en copias malas. Dobladas. Muchas de ellas gracias a un ciclo que le dedicรณ la televisiรณn pรบblica a primeros de los 90. En lugar de los autocines americanos, que es donde tocaba. Nos daban ganas de leer a Poe ( De ponernos ciegos. De ir en moto. De escuchar mรบsica. Y sobre todo de hacer cine barato. Corman formรณ cineastas de manera directa e indirecta. En Hollywood o en un barrio obrero de Granada. Nos encantaban sus hรฉroes tirado a rarunos: Vincent Price, Ray Milland, Peter Fonda, Jack Nicholson, Dick Miller. Nos fascinaban sus mujeres carismรกticas: Shilley Winters, Nancy Sinatra, Hazel Court, Barbara Steele. Nos mostrรณ los psicotrรณnico como pocos lo han hecho. Hizo que nos muriรฉramos de miedo que nos enterraran vivos. Nos reรญmos con sus marcianos. Vimos sus pelรญculas en otras pelรญculas (La tumba de Ligeia en el cine de barrio de Malas calles, El terror en el autocine de Targets).ย
Roger Corman. Un iluminado. Un genio. Quizรก solo un listo โlo era y muchoโ que lo que querรญa era ganar dinero con esto del cine. Y, por quรฉ no, un zumbao que le daba trabajo a cualquier zumbao que se dejara caer por su productora siempre que entrara en presupuesto y tuviera mรกs o menos algo que contar. Muchos de estos zumbaos eran โla lista es casi de lo que mรกs se habla cuando se habla de รฉl, gran injusticiaโ estudiantes de UCLA y algunos se convirtieron en los mรกs grandes directores y guionistas de la segunda era dorada del cine americano.
Corman llegรณ a Hollywood huyendo del frรญo de Detroit. Encontrรณ refugio de por vida en el underground y la serie B. Hizo del cine su oficio. Por el camino fundรณ, vendiรณ y recomprรณ un montรณn de compaรฑรญas que tuvieron desigual fortuna. Las malas lenguas cuentan que se apropiaba de cualquiera idea ajena. Que no le importaba dejar cadรกveres en el camino. Que su cutrerรญo rozaba lo miserable. รl mismo quiso alimentar dicho mito con su biografรญa, de tรญtulo tan divertido como clarificador: Cรณmo hice cien filmes en Hollywood y nunca perdรญ un cรฉntimo. Cuando lo publicรณ le quedaban casi doscientas pelรญculas mรกs por hacer.
Algunos de los trucos de la casa: que el mismo actor hiciera de indio y vaquero en sus westerns, rodar material de archivo y usarlo en varias pelis (el incendio de un granero en Orange County llegรณ a salir en cinco), filmar a masas convocadas por รฉl en la radio y convertirlos en extras involuntarios (lo hizo en El intruso) o remendar monstruos a base de tentรกculos desiguales de gomaespuma sucia como esa especie de plรกtano con colmillos de It conquered the world o los cangrejos de Attack of the crab monsters). Y la mรกs descacharrante de todas: filmar unos cuantos planos y pegarlos a viejas pelรญculas de ciencia ficciรณn de la Europa del Este para estrenarlos con tรญtulos molones. De ahรญ saliรณ la mรญtica Battle beyond the sun. Siempre se rodeรณ de buenos colaboradores. Tenรญa gusto para la mรบsica (Les Baxter o David Lee escribieron partituras para รฉl, reclutรณ a Mike Bloomfield con su reciรฉn estrenada The Electric Flag) y muy buen ojo para los escritores. Entre la nรณmina de los guionistas con los que trabajรณ: Charles Griffith, Richard Matheson, el mรญtico Charles Beaumont, el casi mรกs mรญtico Robert Towne, John Sayles o George Armitage. Otra de sus especialidades fueron los jรณvenes. Siempre conectรณ con ellos. Supo adelantarse a ellos, saber lo que querรญan y cรณmo lo querรญan.
Hizo explotation de casi todo. Las de mujeres prehistรณricas o los westerns eran tirando a flojos. Piraรฑa de Joe Dante โla mejor parodia de Tiburรณn gracias al sentido del humor de Joe Danteโ o Los siete magnรญficos del espacio (su versiรณn pobretona de Star Wars, escrita por Sayles) salieron muy muy bien. Hizo pelรญculas rockeras antes que casi nadie, hizo melodramas adolescentes con segundas intenciones antes de que se inventara el tรฉrmino young adult (Teenage doll, la mรกs conseguida y veraz). Hizo las mejores pelรญculas de coches y motos (The young racers, The wild angels o la excesiva y divertidรญsima La carrera de la muerte del aรฑo 2000 de Paul Bartel) y se inventรณ las pelรญculas de tripi (The trip, que narra literalmente un viaje de รกcido del protagonista, Peter Fonda). Con Griffith como escritor filmรณ un antolรณgico dรญptico de humor negro: A bucket of blood, donde se chotea de los beatniks usando a los propios beatniks, y la carismรกtica La tienda de los horrores, rodada en dos dรญas y una noche. Ah, y quรฉ bonitos son los carteles de sus pelรญculas.
Corman sabรญa explotar pelรญculas. Sabรญa vender pelรญculas. Pero sobre todo sabรญa de cine. Como productor estรก detrรกs de algunas de las mejores pelรญculas que se han hecho en el cine americano de transiciรณn entre la era dorada de los estudios y la รฉpoca del nuevo Hollywood de los setenta. La cult movie definitiva Marea nocturna (Curtis Harrington) lleva su sello, igual que El tiroteo, A travรฉs del huracรกn y Cockfighter, tres de las mejores pelรญculas de Monte Hellman, uno de los cineastas mรกs libres e inclasificables del cine americano independiente. Su nombre se encuentra en joyas ocultas como Caged heat (Jonathan Demme) The student teacher (Jonathan Kaplan) o The lady in red (Lewis Teague y escrita, de nuevo, por Sayles). Ademรกs sacรณ tiempo para aprovechar que el mercado estaba a la baja y convertirse en uno de los mรกs brillantes distribuidores de cine extranjero de los setenta (y ganar dinero con ello) Corman es el responsable de haber estrenado en Estados Unidos, ojo, pelรญculas como Gritos y susurros, Amarcord, Adele H, El tambor de hojalata y Dersu Uzala.
Y fue, para rematar, el mejor director de cine de terror de los aรฑos sesenta (junto, quizรก, a Terence Fisher, Jess Franco y Mario Bava) y uno de los directores mรกs infravalorados de la historia del cine. Sus pelรญculas nunca eran aburridas. Tenรญa la firmeza y convicciรณn de los narradores mรญticos de la serie B (sus mejores pelรญculas estรกn a la altura de Don Siegel o Jacques Tourneur). Rodaba con inventiva, capacidad de concisiรณn, usaba bien el humor (el genial plano final de Not of this Earth) y tenรญa buena mano con los actores (como muestras las distintas caras de Vincent Price en el ciclo Poe o los muchos matices que le saca a Charles Bronson en Machine gun Kelly, el debut del actor). Esta es una de sus mejores pelรญculas, junto con atrevida The intruder (un retrato sobre el racismo de los estados del sur rodado ยกen el 62! ) o la rarรญsima El hombre con rayos X en los ojos a partir de libreto de Ray Russell.
Su ciclo Poe (ocho pelรญculas y dos de propina, rodadas entre 1960 y 1964) son palabras mayores. Suntuosas a pesar de lo ajustado de sus presupuestos, sofisticadas en lo narrativo, ambiciosas en la construcciรณn de personajes, morbosas, divertidas, inquietantes, oscuras, el ciclo se mueve entre obras mรกs que notables (El pรฉndulo y la muerte, La obsesiรณn) junto con otras menores (El palacio de los espรญritus o Cuentos de terror) y estรก coronada por tres obras maestras: El hundimiento de la casa Usher, escrita por Matheson, pelรญcula poema sobre la maldiciรณn de la sangre y la toxicidad familiar; La mรกscara de la muerte roja, un festรญn de color โobra de Nicolas Roegโ) o la enfermiza La tumba de Ligeia, que abandona el apolillado estudio para moverse en hermosas localizaciones naturales.
A mediados de los ochenta empezรณ una lenta decadencia. Abordรณ mucho remake innecesario de sus pelรญculas mรกs mรญticas, cambiรณ varias veces de compaรฑรญa, e incluso se atreviรณ a volver a dirigir: la extraรฑa, imperfecta y entraรฑable Frankenstein unbound, a partir de un material de Brian Aldiss. Eso no le impidiรณ producir las primeras o segundas pelรญculas de cineastas originales, puros, de raza como Penelope Spheeris (Suburbia) o Cark Franklin (Nowhere to run).
Ocupรณ parte de sus รบltimos aรฑos como actor recurrente en las pelรญculas de sus discรญpulos (tiene buenas apariciones en El Padrino II, El silencio de los corderos, Philadelphia, Apolo 13 o El estado de las cosas) y recibiendo, en fin, toda clase de homenajes, por todo el mundo, que lo reconocรญan ya no como agarrao, pesetero, o cutre sino como lo que siempre fue y a muchos nos pareciรณ: un cineasta con humor, un pionero; Roger Corman, รบnico, libre, salvaje. Nos encontraremos en el autocine.
Fernando Navarro (Granada, 1980) es guionista y crรญtico musical. Ha escrito entre otras 'Toro', 'Verรณnica', 'Bajocero' y Venus'. 'Segundo premio' (Isaki Lacuesta y Pol Rodrรญguez, 2024) es su รบltimo guion. En 2022 publicรณ la novela 'Malaventura'.