Una familia se muda a una casa nueva. La casa nueva estรก embrujada. La familia busca ayuda de algรบn experto paranormal. Y se desata el infierno. The Conjuring es innegablemente una colecciรณn de lugares comunes. Pero tambiรฉn es uno de los รฉxitos mรกs inesperados del verano. Y una de las pelรญculas de terror mรกs aplaudidas de los รบltimos aรฑos. Tanto admiradores como detractores concuerdan en que es una historia ya muy vista. “Toman prestado, pero toman prestado con sabidurรญa.” dice Keith Phipps en The Dissolve. “Las pelรญculas de casas embrujadas no pueden ser mรกs imitativas que The Conjuring,” apunta Nick Schager en Film Journal International. Con claros ecos de Poltergeist y The Amityville Horror, resulta difรญcil resumirla sin dar la falsa impresiรณn de que todo en esta pelรญcula ya lo vimos antes.
El director James Wan compensa la falta de originalidad de la historia con ingenio para asustar. Admiradores y detractores concuerdan en otra cosa: da mucho miedo. Por ejemplo, Calum Marsh de Film.com titula su reseรฑa negativa“The Conjuring es prueba de que una pelรญcula pude dar demasiado miedo”. La pelรญcula evita a toda costa el susto fรกcil. No hay cortes rรกpidos a imรกgenes tenebrosas ni ruidos fuertes que funcionan como un ramplรณn “¡Bu!” El miedo suele provenir de lo desconocido, asรญ que en la prรกctica no deberรญa partir de una receta.
Para James Wan, asustar es un ejercicio de paciencia.
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Comprar una casa puede ser una experiencia aterradora. Dormir en un lugar nuevo desorienta. Abrir los ojos al despertar y no encontrar un entorno familiar puede ser un poco desolador. Procuramos conocer cada rincรณn de la nueva casa, y son los lugares que se esconden de la vista, como el clรณset o debajo de la cama, los que nos preocupan. Tal vez no hay nada mรกs aterrador que un objeto ajeno a un espacio. Imaginen por un momento su recรกmara. Ahora agreguen un anciano sentado en la cama. Sin contexto, la simple invasiรณn al espacio hace que el personaje sea inmediatamente aterrador.
The Conjuring es una inteligente compilaciรณn de objetos ajenos a espacios familiares.
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Me aventurarรญa a decir que el susto mรกs memorable en The Shining es el siguiente:
El truco de Kubrick es tan sencillo que sorprende que no sea mรกs imitado. La pelรญcula nos acostumbra a la imagen de Danny recorriendo los pasillos del Overlook sobre ruedas, siguiรฉndolo de manera incansable. Los planos secuencia de sus paseos por triciclo son la forma mรกs fรกcil (y astuta) que encontrรณ Kubrick para presentarnos los espacios. Conocemos el hotel Overlook en lo que casi podrรญa ser una subjetiva del personaje, pero manteniendo una distancia entre รฉl y la cรกmara. Para cuando gira en el pasillo por รบltima vez y vemos a las gemelas Grady al fondo, el sentimiento de terror es innegable. Conocemos el lugar tan bien como Danny, y sabemos que esas dos niรฑas vestidas iguales no deberรญan estar ahรญ. Da miedo verlas, incluso antes de que aparezcan descuartizadas, porque sabemos que no deberรญan estar ocupando ese espacio. Es un truco efectivo que el director usa con solvencia.
James Wan parece haber depurado este truco.
The Conjuring inicia con un prรณlogo en el cual nos presentan a los Warren y sus actividades como detectives paranormales. Es un prรณlogo que funciona como una aventura contenida, muy al estilo Indiana Jones, y que de inmediato nos lleva a una explicaciรณn escrita de que esta historia se trata de una anรฉcdota real, seguido por el tรญtulo sobre negro. Un punto de luz interrumpe esa oscuridad.
Ese encuadre nos muestra la casa a la que se mudarรก la familia Perron, y a la misma familia llegando en su auto a la distancia, donde deberรญan permanecer. La casa es un espacio negro, desconocido, listo para explorarse. Wan corta a un virtuoso plano secuencia que permite esa exploraciรณn. Siguiendo a distintos miembros de la familia, asรญ como a gente de la mudanza y recorriendo cada cuarto, nos permite hacer un plano mental bastante claro de la planta baja de la casa.
La siguiente escena sucede en la noche en ese mismo piso. Las niรฑas Perron estรกn en un juego de escondidillas en el que el encargado de buscar tiene los ojos vendados y los que se esconden aplauden para ser encontrados. Se presenta el juego de niรฑos como punto de partida del susto, facilitando las comparaciones con El Orfanato. “No conocen la casa bien. Se van a lastimar” les dice la mamรก interpretada por Lili Taylor, reiterando que es un espacio desconocido. El juego sirve tambiรฉn para descubrir un sรณtano oculto en la casa. La siguiente escena es Taylor despertando en la maรฑana y encontrando unos moretones en sus piernas. Sin cortar, la cรกmara sigue al personaje por la planta alta de la casa, recorriendo cada uno de los cuartos mientras que le desea buenos dรญas a cada una de las niรฑas. Estas secuencias permiten a Wan situarnos geogrรกficamente en la casa y establecer las reglas del juego de escondidillas. Llenar al espectador de informaciรณn para luego usarla en nuestra contra. Para entonces sabemos que la casa de los Perron se ve mรกs o menos asรญ:
Conocemos la casa al igual que la familia. Cuando empiezan a suceder cosas, contamos con la misma informaciรณn. La pelรญcula sigue, con sucesos ominosos ocurriendo en la casa, y cada situaciรณn es un pretexto para familiarizarnos con el espacio. Llegando a la media hora, Wan nos suelta la primera secuencia en verdad aterradora. Las niรฑas grandes se van a la escuela y Taylor se queda sola en la casa con la niรฑa pequeรฑa, que le pide jugar con ella a las escondidillas. Taylor estรก vendada, lo que la pone en una terrible desventaja ante el espectador que ve todo. Su recorrido la lleva por la planta alta, de la primera recamara a la tercera, en donde pareciera que los aplausos provienen de un viejo armario cuyas puertas se abren solas. Unos brazos pรกlidos se asoman de entre la ropa y aplauden, mientras vemos aterrados cรณmo Taylor corre hacia al armario esperando encontrar a su hija, solo para encontrar un espacio vacรญo.
Narrativamente esta secuencia pudo haber sucedido hacia el inicio de la pelรญcula, pero Wan es un narrador paciente. La duraciรณn inicial de la cinta apuesta a construir un espacio, una dinรกmica familiar con la que podemos simpatizar y la regla de todos los juegos a seguir. El motif de los aplausos se repite, escalando cada vez, volviรฉndose cada vez mรกs aterrador.
Es una variaciรณn del truco de Kubrick. El objeto ajeno en el espacio familiar.
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Wan no estรก contento solo con la disrupciรณn del espacio geogrรกfico, y nos asusta tambiรฉn con la disrupciรณn del espacio en el cuadro. Muchos de los momentos memorables suceden porque en donde el cine del gรฉnero nos tiene acostumbrados a cortar para revelar, Wan revela dentro del mismo cuadro cuando nos sentimos seguros en รฉste. El momento en que Taylor estรก atrapada en el sรณtano sin luz, esperamos impacientes una amenaza que se dirige hacia ella.
La vemos atemorizada en espera de algo, bajo el supuesto de que vamos a cortar a lo que serรญa una subjetiva y ver lo que viene hacia ella. Pero antes de hacerlo:
Los aplausos invaden el espacio que sentรญamos familiar, para nuestra sorpresa y la suya.
Mรกs ingenioso aรบn es el encuentro de Lorraine Warren, interpretada por Vera Farmiga, con el fantasma a plena luz del dรญa. Estรก colgando ropa frente a la casa, y sabemos que algo terrible estรก por suceder. La calma serรก interrumpida, pero hay cierto consuelo porque sabemos que nada malo puede suceder antes de que la cรกmara corte o gire hacia otro lado.
Sin embargo de un momento a otro sopla el viento, llevรกndose una sรกbana que se detiene formando la silueta de un espectro que estuvo ahรญ todo el tiempo pero que no podรญamos ver.
Nuestro espacio es invadido por la representaciรณn del fantasma mรกs vieja y usada: la figura humana debajo de una sรกbana.
The Conjuring nos acostumbra a lugares impolutos y nos da falsa seguridad con ciertos encuadres. Y luego encuentra la manera mรกs cruel para echarlos a perder.
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James Wan demuestra con The Conjuring que es un director de hรกbiles recursos y un coreรณgrafo inteligente del miedo, cuya imaginaciรณn para orquestar un buen susto es fresca. La pelรญcula es muestra generosa de su talento, y como se dice por ahรญ, lo mรกs aterrador que se ha asomado en el cine en un buen tiempo. ¿Endeudada con las pelรญculas de terror de antes? Sรญ. Pero es sรณlo en brochazos gordos. Su gran virtud es encontrar cรณmo asustar aun sintiรฉndose tan vista. Situarnos en una pelรญcula que ya vimos mil veces para que cada momento juegue con nuestras expectativas. The Conjuring es nuestro espacio familiar, y Wan nuestro invitado indeseado. Nuestro objeto ajeno.
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