El significado de algunas pelรญculas se encuentra en una sola frase. ยฟQuรฉ serรญa de Carรกcter, esa joya olvidada de Mike Van Diem, sin la รบltima firma de Draverhaven?, ยฟQuรฉ serรญa de la segunda parte de El Padrino sin esa conversaciรณn entre Michael y su madre en la que รฉl le pregunta si es posible perder a su familia en el intento de protegerla de la Cosa Nostra? En ambos casos, las frases โsean escuetas como en la cinta de Van Diem o un diรกlogo completo como en la de Coppolaโ delimitan y sugieren la trayectoria que ha recorrido o recorrerรก el protagรณnico de la cinta. Carรกcter es el mejor ejemplo. Sin esa revelaciรณn del final, la cinta no tendrรญa la mitad de la potencia que tiene.
Un Profeta, la รบltima pelรญcula de Jacques Audiard, nominada al รscar y ganadora en Cannes, tiene una revelaciรณn similar a Carรกcter. La diferencia estรก en que el director no nos regala esta clave al final de la cinta, sino al principio. Tras ser encarcelado por un delito menor, Malik (Tahar Rahim), un joven รกrabe, es amenazado por la mafia cรณrsica y obligado a matar a Rayib, otro prisionero. La balanza es clara: si lo mata, recibirรก la protecciรณn de los mafiosos; si no, probablemente lo matarรกn. Renuente, Malik entra a la celda de Rayib con el pretexto de hacerle un favor sexual y lo asesina. Pero antes de clavarle la navaja en el cuello, el joven escucha un consejo de su vรญctima: el punto de estar en prisiรณn, le dice Rayib, es salir siendo alguien mejor al que entrรณ.
Otros crรญticos ya han apuntado que Un Profeta es un anรกlisis del sueรฑo americano transportado al otro lado del Atlรกntico; una suerte de mini Padrino francรฉs. Y tienen razรณn. Antes de esta cinta, Audiard puso su lupa en un dilema similar. El latido de mi corazรณn, pelรญcula sublime, protagonizada a la perfecciรณn por Romain Duris, cuenta la historia de un muchacho que tiene frente a sรญ la encrucijada de convertirse en un gรกngster como su padre o en un artista como su madre. El final, aunque ambiguo, sugiere que el personaje de Duris se inclina por la segunda opciรณn. Audiard usa este conocimiento del espectador para revertir las expectativas: quien espere que Malik entienda el consejo de Rayib como una encomienda hacia la superaciรณn personal vรญa la bondad se llevarรก una (ยฟgrata?) sorpresa.
Malik es, ante todo, un personaje del siglo XXI. Un รกrabe alejado de la sociedad que โse deduce por sus numerosas cicatricesโ ha sido maltratado por medio planeta. No sabe leer ni escribir. Apenas sabe cรณmo defenderse. Despuรฉs de matar a Rayib, Malik aprende a hablar el dialecto cรณrsico, pero los mafiosos que lo cuidan y esclavizan le dejan claro que no pertenece a su cรญrculo. En otras palabras: es la sociedad misma โese microcosmos virulento de la barbarie externa que es una prisiรณnโ la que le sugiere cรณmo interpretar el consejo de su eventual vรญctima. Salir siendo mejor de prisiรณn es su objetivo. Pero no salir siendo una mejor persona, sino un gรกngster hecho y derecho: no un niรฑo de cicatrices y puรฑos curtidos, sino un hombre de pistolas y planes macabros.
Parte de la efectividad de Un Profeta estรก en el punto de vista neutral y objetivo de Audiard, en cรณmo jamรกs emite un juicio sobre su protagonista, jamรกs nos indica si un acto suyo debe ser condenado o aplaudido. Y he ahรญ su mayor virtud y su mayor diferencia con el cine norteamericano (The Hurt Locker, la ganadora del รscar de este aรฑo, tiene un personaje principal igualmente ambiguo, pero no escatima en escenas que resalten la supuesta heroicidad de su โa todas lucesโ antihรฉroe). El juicio importante que se lleva a cabo durante las dos horas y media que dura Un Profeta no estรก dirigido a Malik, sino al espectador: ยฟQuรฉ dice de nosotros el hecho de que aplaudamos la transformaciรณn de este joven?, ยฟQuรฉ dice de nosotros el que condenemos su supuesta mejorรญa?
โ David Andreu
