angosta: un salto al vacío

Angosta: un salto al vacío

Alexandra Pareja, editora en Angosta, habla en entrevista sobre la importancia de buscar voces nuevas y apostar por ellas. Esta es la sexta entrega de una serie que explora los rasgos esenciales del pensamiento editorial de distintos editores: desde su filosofía de trabajo y su concepción de la edición hasta las ideas propias que han desarrollado en el camino.
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Angosta Editores es una editorial fundada en Medellín, Colombia, en 2016. Sus editores son Héctor Abad Faciolince y Alexandra Pareja. Hasta 2021 habían publicado más de veinte títulos en un amplio rango de géneros, desde poesía hasta crónica.

Angosta expresa un interés especial en descubrir nuevos autores.

Sí, nos comprometimos desde el principio a ser facilitadores en el proceso de publicación de obras escritas por voces emergentes, y si bien hemos ampliado nuestra visión para enriquecer el catálogo con otras colecciones, nuestro principal interés en ese tipo de autor se mantiene intacto.

¿Qué nos dice esta búsqueda?

Es un deseo profundo de hacer posible una idea de doble vía: que los autores emergentes sean visibles, merecidamente reconocidos por su talento y, por otro lado, que los lectores tengan más opciones y puedan leer narrativas que están escribiendo autores que no tienen prácticamente ninguna trayectoria en el escenario literario, pero que tienen nivel para mostrar, y nuestro voto de confianza por ello.

Al momento de crear Angosta, la premisa principal siempre fue la de apoyar nuevas voces que a pesar de tener talento de sobra, no lograban ser considerados por otras editoriales a las que se presentaban y debían quedarse en la sombra; buscar por distintos medios –becas, concursos, auto publicaciones– la forma de ver la luz con sus obras, o, en el peor de los casos, desistir.

Nuestro director conoce bien la ardua experiencia que supone que una editorial abra sus puertas al trabajo de alguien que está empezando su carrera. Cuando después de muchos años quiso tener su propia editorial, sabía muy bien que quería enfocarse en esos escritores y por eso la apertura es nuestra principal motivación. Estamos abiertos a recibir los manuscritos de quienes quieran ponerlos a nuestra consideración, pero somos exigentes para escoger entre ellos, lo que creemos es lo mejor para entregarlo a nuestros lectores.

¿Qué se logra o se pierde al publicar voces nuevas? Hay editoriales que no publicarían a alguien “desconocido”.

La gran diferencia la marca la dupla conformada por la confianza y el riesgo. Publicar un autor con su primera obra es, en cierta forma, un salto al vacío, especialmente si se es una editorial independiente con capacidad económica limitada. Para nosotros se trata de dar a conocer no solo una obra, sino un autor en los inicios de su carrera, que creemos puede seguir demostrando su calidad y enriquecer con su trabajo el panorama literario.

El logro principal es crear una editorial con identidad clara y definida. En nuestro caso, contamos con un creciente público de lectores que pueden reconocer en los libros de Angosta unas características particulares a través de su lectura. Cada editorial es libre de armar su catálogo, pero debe ser un reto que se asuma conscientemente: es posible tener un catálogo ecléctico pero creemos que es importante tener un norte para que este sea un universo conectado en lugar de ser un popurrí.

No creo que se pierda algo; es más bien una manera específica de hacer las cosas. En nuestro caso lo que hacemos es que nos comprometemos a fondo con el tipo de literatura que nos interesa publicar y nos concentramos en actuar consistentemente para lograr lo que nos propusimos: armar una biblioteca variada y nutrida para un hogar colombiano promedio.

¿Qué proceso de búsqueda siguen, con qué variables? ¿Cómo decidir si el autor tiene una voz auténtica, por ejemplo?

Tenemos abierta la convocatoria para que cualquier autor nos envíe su trabajo. Una asistente editorial es el primer filtro y sabe identificar el tipo de obra que nos interesa publicar. Cuando cree encontrar un manuscrito con las características que buscamos, lo presenta a la editora, quien también lo lee y decide si la obra pasa al comité editorial para discutirlo con el director.

En los textos buscamos una mezcla de elementos básicos: gran poder de la historia y calidad de su construcción; la voz debe ser siempre novedosa, auténtica, tener un brillo especial. En ocasiones nos llegan textos que están bien escritos, pero no tienen ese toque diferenciador que nos gusta encontrar, entonces seguimos buscando hasta que llega el que cumple con ese requisito, casi siempre, con creces.

¿Cuál podría ser el título representativo de Angosta?

Es difícil para una madre escoger un hijo por encima de los demás, pero para ejemplificar el caso más exitoso que hemos tenido, hablaré aquí de Sara Jaramillo Klinkert, de quien publicamos en 2019 la novela Cómo maté a mi padre. Cuando estaba próximo a salir su libro con nosotros en Colombia, fue descubierta en España por Lumen, quienes firmaron inmediatamente con esa misma novela para el resto del mundo –y las próximas dos que escriba. Ahora la consideran una de las autoras revelación latinoamericanas del momento, y es gratificante saber que fuimos la primera editorial que, al leerla, supo que debía ser publicada. Sabemos que al término del contrato no seguirá siendo nuestra autora, pero eso en lugar de entristecernos nos enorgullece, pues buscábamos que su trabajo fuera reconocido en el país, y en lugar de eso entró a formar parte del grupo editorial más grande en nuestra lengua.

¿Qué te ha dado la edición que de otra forma no hubiera sido posible?

Para alguien que siempre había valorado los libros desde la cómoda orilla del lector, como es mi caso, poder trabajar con textos hasta convertirlos en libros es una experiencia indescriptible. Ser editor es mucho más que disponer de gran sensibilidad y aguzar la vista; es emprender un nuevo camino con cada libro y hacer todo lo que se requiera para entregarle al lector (y de la mejor manera) lo que el autor plasmó en su proceso creativo.

De ninguna otra manera hubiera podido perderme en los textos, hundirme en ellos profundamente, recorrer su geografía de la manera en que he podido hacerlo, y espero seguir haciendo por muchos años más.

¿Qué es lo más importante que una editorial le puede dar a un país, a una lengua?

El aporte cultural que se hace desde un emprendimiento pequeño como nuestra editorial puede ser poco para un país tan complejo como Colombia, pero creemos que al hacerlo cumplimos con la idea primordial de posicionar la dinámica cultural por encima de las adversidades. Nos interesa que los lectores nos sientan cerca, pues trabajamos arduamente por enriquecer la oferta cultural del país. Queremos ser una editorial para todos. Estamos ahí para quienes escriben y luego pueden ser nuestros autores; para los lectores, a quienes siempre buscamos darles algo único que creemos deben leer. Nuestros libros tienen precios asequibles, buen diseño y contenido de gran calidad. Escogemos los libros para ser publicados pensando en que sean una buena experiencia de lectura para cualquier público.

¿Qué editoriales les gustan actualmente?

En español: Periférica, Impedimenta, Libros del Asteroide, Pre-Textos, WunderKammer, Tragaluz, Laguna, Milserifas, Animal Extinto, Atarraya, Destiempo, entre otras. En otras lenguas: Berenberg Verglag, Gallimard.

Este artículo es parte de una serie sobre editoriales literarias emergentes en español. Editoriales pequeñas pero sólidas, contenidas y centradas que publican pocos títulos al año con rigor y cuidado.

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(Guanajuato, 1976) es editor en Gris Tormenta, una editorial de ensayo literario y memoria.

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