Alguien me preguntรณ hace unos dรญas que quรฉ opinaba sobre el hecho de que una actriz negra interpretara a Ana Bolena en no sรฉ quรฉ pelรญcula. Quienes me conocen sabrรกn lo que respondรญ: que el cine me importa un bledo.
Luego leรญ una columna de Javier Marรญas en la que habla de los criterios bolcheviques de Hollywood e informa que solo podrรกn optar a mejor pelรญcula aquellas en las que โal menos un protagonista no sea blanco; al menos un 30% de personajes secundarios sean mujeres, minorรญas, LGTBIQ o discapacitados; o el tema principal trate sobre uno de estos grupos infrarrepresentados en pantallaโ.
Los nuevos criterios hollywoodenses han incomodado a mucha gente porque el cine ha adiestrado a sus espectadores para no imaginar. Mucho maquillaje, muchos efectos especiales, muchos millones de dรณlares para que todo sea como โen la realidadโ. El cinรฉfilo se rรญe si al platillo volador se le ven los hilos, cuando en el teatro es lo mรกs comรบn y aceptado.
Yo aconsejarรญa a los cinedependientes que vieran y escucharan un poco de รณpera. Ningรบn melรณmano se inquieta porque Lawrence Brownlee haga el papel del conde de Almaviva o de prรญncipe enamorado de la Cenicienta.
Leontyne Price cantรณ en los principales escenarios del mundo tomando roles de monja francesa, dama espaรฑola y adolescente japonesa, entre muchos otros, sin que nadie se fijara en su piel sino en su voz y actuaciรณn.
Danielle de Niese, con padres de Sri Lanka, hace una admirable y sensual Poppea nacida en Pompeya. ยฟY quiรฉn se pone a pensar en orรญgenes nacionales cuando ella canta: Signor, deh non partire, sostien che queste braccia ti circondino il collo, come le tue bellezze circondano il cor mio?
Son bienvenidos los roles de hombres que hacen mujeres y viceversa. En mรกs de dos siglos a nadie le ha incomodado que el papel de Cherubino lo cante una mujer. Y desde que no hay castrati, puede ser una mujer quien haga de Julio Cรฉsar o de Nerรณn.
ยฟMonserrat Caballรฉ daba el tipo para representar a Isabel de Valois? Esa pregunta ni siquiera se hace.
ยฟCon edad avanzada, sin ser especialmente guapos, pueden los tenores hacerla de galanes? Por supuesto que sรญ, aun si estรกn panzones.
Pero eso ocurre porque la รณpera camina por la vereda del arte, no del espectรกculo comercial que busca engatusar a la masa, y lo que desde siempre hizo la รณpera de manera natural, ahora quiere hacerlo el cine por razones de taquilla.
Hay quienes hacen burla de Violetta, porque tuberculosa y moribunda canta con sumo vigor โCessarono gli spasmi del dolore. In me rinasce… m’agita insolito vigore! Ah! io ritorno a vivereโ, para luego clamar โOh gioia!โ y morir. Esa gente entiende poco. Que vaya al cine.
Y no puedo imaginar escena mรกs incompatible con la razรณn o el realismo y, sin embargo, perfecta en la รณpera, que cuando Rosina, Fรญgaro y Almaviva deben huir rรกpidamente y en silencio por la escalera del balcรณn. Pero no huyen, ni mucho menos guardan silencio, porque han de cantar. โZitti, zitti, piano, piano, non facciamo confusione, per la scala del balcone, presto andiamo via di quaโ.
Javier Marรญas termina su artรญculo preguntando quรฉ ocurrirรญa si le obligaran a incluir en sus novelas un โ30% de intersexuales, o de negros, magrebรญes, anorรฉxicos o gordosโ.
De tal despropรณsito estamos a salvo los escritores, pues, a diferencia del cine, y por obvio que suene, la literatura es sรณlo para gente letrada.
(Monterrey, 1961) es escritor. Fue ganador del Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores 2017 por su novela Olegaroy.