En las Ășltimas semanas, el mundo del fĂștbol ha dado mucho de quĂ© hablar dentro y fuera de las pĂĄginas y programas deportivos. AquĂ algunas de las lecciones en materia de comunicaciĂłn polĂtica que nos han dejado algunos de sus protagonistas.
1.- EntenderĂĄs la influencia que ejercen tus palabras. El director tĂ©cnico de la SelecciĂłn Mexicana tiene que entender algo al llegar al puesto: sus palabras llegan a mĂĄs gente y son mĂĄs influyentes que las del 99% de los polĂticos del paĂs. Dirigir al equipo del deporte mĂĄs popular de MĂ©xico implica una responsabilidad enorme en tĂ©rminos de comunicaciĂłn que, literalmente, coarta cualquier fantasĂa de “soy libre de expresarme como quiera”. PregĂșntenle si no a Javier Aguirre. Cuando era tĂ©cnico nacional, allĂĄ en 2009, en una entrevista con un medio español se le fue la boca diciendo que su familia vive fuera del paĂs porque “MĂ©xico estĂĄ jodido”. Las disculpas pĂșblicas fueron inevitables y me parece que poco efectivas para reparar el daño: quien representa al paĂs en competencias deportivas internacionales no puede expresarse de este modo.
2.- No mezclarĂĄs polĂtica con futbol. Nadie escarmienta en cabeza ajena y Miguel Herrera no aprendiĂł de Aguirre que ser director del “Tri” es un puesto tan deportivo como polĂtico, y que, por lo mismo, no debe opinar directamente de polĂtica. Pero Herrera se dio permiso de tuitear a favor del Partido Verde, uno de los que tienen peor reputaciĂłn. El resultado fue demoledor, ademĂĄs de que los tuits violaron la ley electoral –en MĂ©xico no se puede hacer campaña en medios desde tres dĂas antes de las votaciones– se violĂł el cĂłdigo de Ă©tica de la FederaciĂłn Mexicana de FĂștbol. La opiniĂłn pĂșblica se ofendiĂł al ver al tĂ©cnico nacional estrenĂĄndose como estratega de campañas de partidos corruptos, en vez de concentrarse en lo suyo. Y las cosas empeoraron al saberse que muchos de los “famosos” que tuitearon ese dĂa lo hicieron a cambio de dinero. El control de daños de Herrera fue lastimoso. Es muy probable que cada error deportivo o verbal del “Piojo” lleve a los comentaristas y a la gente a recordar el asunto de los “tuits verdes”. El tĂ©cnico aprendiĂł a un alto costo lo que decĂa Michael Ignatieff: “cuando entras en polĂtica dejas atrĂĄs el mundo amable en el que la gente te concede un cierto margen de error […] EstĂĄs entrando en el mundo del eterno presente, en el que cada sĂlaba que hayas pronunciado, cada publicaciĂłn en Facebook, cada tuit, artĂculo o fotografĂa embarazosa permanece en el ciberespacio para siempre, listos para que tus enemigos los usen contra ti”.
3.- “You can’t win with spin” (no se gana con giros retĂłricos). El “spin” es el giro intencional que se le da a la comunicaciĂłn para que la percepciĂłn de la gente sobre algĂșn tema o persona cambie, para bien o para mal. Uno de los maestros del spin, el eterno presidente de la FIFA, Joseph Blatter, nos demostrĂł en semanas recientes, que la magia retĂłrica tiene sus lĂmites. En un patĂ©tico discurso, pronunciado un dĂa despuĂ©s de los arrestos de varios directivos de la FIFA, Blatter decidiĂł lavarse las manos con giros burdos como “no puedo vigilar a todos todo el tiempo”; “si la gente hace cosas malas, tratarĂĄ de ocultarlo”; y “ya sĂ© que me culpan de todo, desde la corrupciĂłn hasta la elecciĂłn de las sedes de los mundiales”. Obviamente este pĂ©simo control de daños sĂłlo generĂł mĂĄs indignaciĂłn, y Blatter terminĂł renunciando.
4.- Tus gestos te delatan. Uno puede decir misa con las palabras, pero el lenguaje no verbal es una ventana a lo que se estĂĄ sintiendo y pensando. En el mismo discurso del punto anterior, Blatter dice a partir del minuto 4:50 que “la FIFA cooperarĂĄ con las autoridades para asegurar que quien sea que haya obrado mal, desde arriba hasta abajo de la jerarquĂa, sea descubierto y castigado”. Blatter hace dos cosas que delatan que estĂĄ mintiendo: por un lado uno, nunca mira a su auditorio al momento de hablar de justicia y castigos, y esconde la mirada en el papel del discurso; y en el minuto 5:16 tiene una microexpresiĂłn que dura un instante, pero que es muy comĂșn de una persona que no estĂĄ diciendo la verdad: arruga la boca hacia adentro, como queriendo comerse las palabras que apenas acaban de salir porque sabe que no son ciertas.
5.- No solo en polĂtica hay que elegir entre pillos. Finalmente, cuando vi esta noticia me acordĂ© de los lamentos de los promotores del voto nulo en las pasadas elecciones intermedias en MĂ©xico. Resulta que el mismĂsimo Diego Armando Maradona, quien no es precisamente un modelo de conducta virtuosa, quiere ser vicepresidente de la FIFA para “limpiarla”. Independientemente de si Maradona tiene o no las credenciales para ser un buen dirigente del futbol –ser el mejor jugador no lo hizo el mejor tĂ©cnico– este me parece un buen ejemplo de cĂłmo las elecciones de lĂderes en entornos democrĂĄticos difĂcilmente se hacen entre ĂĄngeles impolutos y demonios corruptos, sino entre seres humanos con muchos defectos y limitaciones. De ahĂ la importancia de cambiar no solo a las personas, sino las reglas, asĂ como de crear y mantener mecanismos de vigilancia. Porque, citando a un nuevo clĂĄsico de la filosofĂa, hay que “domar a la condiciĂłn humana”, tan propensa a desviarse del camino de la virtud.
Especialista en discurso polĂtico y manejo de crisis.