Cuando me enterรฉ de que una de las revistas de mayor circulaciรณn en Espaรฑa se llama Lecturas, saltรฉ muy pronto a conclusiones y dije: โQuรฉ bienโ. Imaginรฉ que se trataba de una publicaciรณn dedicada al libro y a la lectura, con ensayos varios sobre arte y algunas entrevistas a escritores, creadores y crรญticos. Hasta que la vi en el quiosco: una vil revista del corazรณn.
Cuando naciรณ, hace 103 aรฑos, Lecturas sรญ le hacรญa honor a su nombre. Su esencia estaba compuesta de cuentos y de novelas por entregas. Publicaban textos de autores contemporรกneos y clรกsicos, buenos y regulares, y tambiรฉn artรญculos sobre arte y cultura. Incluรญan obras de teatro pues, mรกs allรก de que el teatro siempre pueda leerse, en aquel entonces era costumbre hacer representaciones domรฉsticas o entre amigos.
Al paso de los aรฑos, en tanto se detenรญa y reanudaba su publicaciรณn, la revista fue girando hacia el mercado femenino. Para la dรฉcada de los treinta, las portadas mostraban casi siempre dibujos de mujeres atractivas, se publicitaba moda, maquillaje y talco para bebรฉ. Los artรญculos de arte se fueron trocando por consejos de belleza, y los cuentos estelares ya tenรญan tรญtulos sospechosamente amorosos: โLas lรกgrimas de la Triniโ o โUn corazรณn burladoโ o โDulce nombre de Conchaโ o โEl anillo de esmeraldaโ. Sin embargo se mantenรญa algo del espรญritu original. Los nรบmeros de abril y octubre de 1932 anunciaban: โLa espaรฑola inglesa, novela ejemplar de Cervantesโ y โLa gitanilla, novela de Cervantes completaโ, si bien se trata de dos novelas cuyo final es el feliz matrimonio de las protagonistas.
La deformaciรณn de la revista se sigue dando de la mano con la deformaciรณn de sus leyentes, que pasan a gustar mรกs de la televisiรณn que de la lectura. Para los aรฑos sesenta, ya encontramos otro tipo de ganchos en la portada: โLas vacaciones interrumpidas de Marisolโ o โSofรญa Loren ya tiene quien la llame mamรกโ o โSara Montiel aplaza su bodaโ.
Mientras tanto, el tรญtulo de la revista no se modifica de acuerdo con su contenido, pues no se llama Babosadas ni Chismes para gente sin oficio ni beneficio.
La ediciรณn mรกs reciente nos promete un interesantรญsimo reportaje: โTodos los detalles de la exรณtica boda de Isa Pantojaโ, en exclusiva, por supuesto. Un artรญculo de fondo informa que โTom Brusse se decantรณ por Sandra Pica, de quien estรก profundamente enamorado y juntos llevan mรกs de cuatro meses de amorโ.
La involuciรณn de la revista Lecturas sirve como alegorรญa del mundo de la incultura. Se sabe que el gรฉnero del chisme es el mรกs popular en todo el mundo. El caso de Espaรฑa es dramรกtico. Este tipo de revistas alcanzan a ocho millones de insustanciales lectores por semana, y a eso hay que agregar las pรกginas que los periรณdicos โseriosโ dedican a eso mismo.
Algunas fuentes dicen que la revista mรกs vendida en Espaรฑa es ยกHola!, otras que Pronto. La primera tiene protagonistas mรกs sofisticados y adinerados que la segunda, lo cual demuestra que si el dinero no hace la felicidad, mucho menos hace la sabidurรญa. Para esta semana, el reportaje estelar de la primera es: โLa verdadera Georgina nos descubre su pasiรณn por la familia, sus planes de maternidad y su historia de amorโ, mientras que la segunda ofrece un drama muy viril: โKiko acusa a Isabel Pantoja de abandonarle en su peor momentoโ.
Chรฉjov armรณ una obra que, luego de mรกs de cien aรฑos, sigue explicando nuestro mundo. En uno de sus cuentos, un hombre se cuestiona en quรฉ consiste la fama, pues hay personas โvacรญas, insignificantes y hasta perversasโฆ no hicieron nada del otro mundo, ni brillaron por su talentoโฆ ยกY ahรญ las tiene usted! Sus nombres aparecen todos los dรญas en los periรณdicos y se pronuncian en las conversacionesโ. Habla de โuna cantante de mala muerteโฆ una corista simple y ordinaria, como hay miles; una moza huera, caprichosa, avara y, para colmo de males, idiotaโ, pero que despierta sumo interรฉs entre la gente. ยฟA quรฉ se debe?, se pregunta el protagonista, y responde sin dudar: โLa popularidad se debe casi exclusivamente a los periodistasโ. El hombre se lamenta de que tanto espacio le den a esa mujer y en cambio se pregunta: โยฟConoce nuestro pรบblico a los pintores, a los escultores y a los literatos rusos?โ.
En otro cuento, refiriรฉndose a las revistas frรญvolas, el personaje chejoviano se lamenta de vivir โen una regiรณn en la que nadie lee, o en la que cuando se lee, se lee de tal modo que mรกs valdrรญa no leerโ.
Muchas veces me han preguntado si es mejor โleer cualquier cosa que no leerโ. Es una pregunta tramposa, pues tal disyuntiva solo se presenta en un consultorio mรฉdico. Carlos Fuentes decรญa que sus abundantes lecturas le servรญan para sostener interesantes conversaciones consigo mismo. Supongo que eso acostumbraba hacer mientras esperaba en un consultorio. Pienso en su novela pรณstuma Federico en su balcรณn, y puedo imaginarlo en conversaciรณn con Nietzsche. โยฟCuรกl es el lรญmite moral del crimen?โ, se preguntarรญa Fuentes, y explorarรญa las posibles respuestas mientras aguarda la salida del paciente que va delante de รฉl. Ahรญ en la sala de espera hay una persona que sigue el ejemplo del escritor y, en vez de leer, conversa consigo misma y profundiza en sus inquietudes: โยฟQuรฉ zapatos se pondrรก Isa Pantoja en su boda?โ.
(Monterrey, 1961) es escritor. Fue ganador del Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores 2017 por su novela Olegaroy.