Wikipedia

Serena Williams no estuvo a la altura de su talento

La conducta de Serena Williams en la final del US Open es comprensible, pero difรญcil de justificar con los argumentos que la propia Williams ha utilizado. ยฟSe trata de un incidente aislado en su carrera?
Aร‘ADIR A FAVORITOS
ClosePlease loginn

A sus casi 37 aรฑos, diecinueve despuรฉs de su primera victoria en el torneo, Serena Williams se plantaba de nuevo en la final del US Open. El camino no habรญa sido fรกcil: despuรฉs de ausentarse durante diez meses en 2017 por su embarazo y posterior parto, Serena tuvo que partir de las profundidades de la clasificaciรณn de la WTA para jugar โ€“y perder- la final de Wimbledon ante Angelique Kerber. Dos meses despuรฉs, volvรญa a desafiar a todos los agoreros y se plantaba en la trigรฉsimo primera final de Grand Slam de su carrera. Para hacerse una idea de la hazaรฑa, la menor de las Williams no se pierde la final de al menos un gran torneo desde 2006.

Todo esto no se consigue con un carรกcter dรฉbil o con un conformismo excesivo. Sรญ, Serena Williams lo ha ganado todo, mรกs que nadie en el mundo excepto la australiana Margaret Court-Smith, pero eso no le ha impedido rendirse en ningรบn momento. Mientras Roger Federer, de su misma edad y similar palmarรฉs, decรญa โ€œsentir alivioโ€ tras perder en octavos de final ante John Millman porque hacรญa mucho calor y se sentรญa incรณmodo, Serena no mostrรณ piedad a su hermana Venus en tercera ronda ni a Karolina Pliskova en cuartos de final. Menos aรบn a la sorprendente Anastasia Sevastova en semifinales, a la que solo concediรณ tres juegos en todo el partido.

Como es casi imposible encontrar un equivalente en la historia del tenis femenino, se podrรญa decir que Serena es una mezcla del talento de Federer, la competitividad de Nadal y la precisiรณn de Djokovic. Ahora bien, todas esas virtudes tienen un inconveniente: el mal genio que a menudo la invade y le impide gestionar las derrotas de forma adecuada. Esto no es nada nuevo: en 1998, con diecisรฉis aรฑos, perdiรณ un partido que tenรญa ganado ante Arantxa Sรกnchez-Vicario en Roland Garros. Las declaraciones de la espaรฑola, posterior vencedora del torneo, dejaban claro ya hace veinte aรฑos lo que traicionaba a Serena: โ€œCreo que ha sido una buena lecciรณn para ella, que se dirigiรณ a mรญ en mal tono y sin ningรบn respetoโ€.

Algo mรกs que mal tono y algo menos que poco respeto mostrรณ la estadounidense en 2009, cuando una jueza de lรญnea le cantรณ falta de pie en su partido ante Kim Clijsters y Serena le amenazรณ con ahogarla metiรฉndole una pelota de tenis por la garganta, lo que provocรณ su descalificaciรณn automรกtica. Por entonces, el partido ya lo tenรญa casi perdido: 4-6, 5-6, 15-40. Con todo, consiguiรณ que se hablara mรกs de su โ€œincidenteโ€ y los posibles malentendidos que de la merecida victoria de la belga.

Lo que nos lleva de nuevo a la final del US Open 2018 y al momento del que todo el mundo habla desde hace un par de dรญas. Despuรฉs de perder 6-2 el primer set y con break abajo en el segundo, Serena Williams protesta por el โ€œwarningโ€ que el รกrbitro Carlos Ramos le ha dado por โ€œcoachingโ€, es decir, por recibir instrucciones de su entrenador desde la grada. Para Serena, la acusaciรณn en sรญ misma es un insulto, por mucho que despuรฉs del partido su entrenador Patrick Mouratoglou reconozca que sรญ, que la estaba ayudando ilegalmente.

La reacciรณn de Serena es sorprendente por su intensidad, sin duda producto de la frustraciรณn y de su mencionada competitividad mal entendida. Pese a la evidencia, acusa a Ramos no ya de cometer un error sino de caer en una ofensa personal. โ€œMe debes una disculpaโ€, le repite en varias ocasiones, antes de sentarse para el descanso entre juegos y ya desde la silla. โ€œMe debes una disculpaโ€, insiste, y apela a su condiciรณn de madre como prueba irrefutable de que no es posible que haya hecho trampas. Ramos intenta capear el temporal. Cuando va a explicarse, Serena le deja claro: โ€œQuiero que te disculpes, ยฟcuรกndo vas a disculparte? Di que lo sientes. Tรบ eres el mentiroso aquรญโ€. El espaรฑol intenta hablar, pero es Williams quien le ordena de inmediato: โ€œCรกllate, no me hables, no me digas nadaโ€ y Ramos, paciente, mira al infinito y prefiere no meterse en mรกs lรญos.

Solo que Serena estรก fuera de sus casillas. Es una campeona que estรก a dos juegos de perder una final por la que ha luchado con sangre, sudor y lรกgrimas. Sigue murmurando para sรญ misma y cuando al fin le espeta: โ€œEres un ladrรณn, me has robado un puntoโ€, Ramos decide aplicarle un nuevo โ€œwarningโ€, el tercero, lo que conlleva la pรฉrdida de un juego. Como nueve aรฑos atrรกs, los supervisores tienen que volver a salir a la pista para interceder, calmar a Williams y recordarle que las reglas son las reglas. โ€œSiempre me pasa a mรญ y siempre me pasa en este torneoโ€, lamenta Serena antes de disponerse a sacar para mantenerse en el partido. โ€œSi fuera un hombre, nunca habrรญa pasado algo asรญ. Los hombres dicen cosas mucho peores sin que les pase nadaโ€.

Hay que reconocer que no es un argumento descabellado. Efectivamente, los tenistas se han acostumbrado a tratar a los รกrbitros de una manera grosera y prepotente que serรญa intolerable en cualquier otro deporte. La amenaza del โ€œtop tenโ€ de turno de โ€œno vas a volver a arbitrarme en la vidaโ€ es ya casi el pan nuestro de cada dรญa, sobre todo desde que Rafa Nadal se lo soltรณ a Carlos Bernardes y la ATP tragรณ con ello. Ahora bien, enfrente de Serena Williams, no habรญa un hombre, habรญa otra mujer, Naomรญ Osaka, que la estaba dominando por completo y que merecรญa un final mรกs digno, algo que no implicara a todo un estadio abucheรกndola mientras ella lloraba solo por haber sido la mejor jugadora del torneo.

Lo que hizo Serena este sรกbado fue gravรญsimo por varios factores: supuso una falta de respeto al รกrbitro, una falta de consideraciรณn con su rival y una mancha para su prodigiosa carrera. ยฟPuede que Nick Kyrgios hubiera salido indemne de una situaciรณn asรญ? Lo dudo, salvo que Mohamed Lahyani fuera el juez de silla y encima hubiera bajado a hacer โ€œcoachingโ€ รฉl mismo, como sucediรณ en segunda ronda. Con todo, su actitud en la entrega de premios, abrazando a Osaka, pidiendo al pรบblico que la aplaudiera y negรกndose, entre lรกgrimas, a buscar mรกs culpables que ella misma, la exoneran.

Ahora bien, por encima de todo, fue innecesario. Delante de todo el mundo, se mostrรณ como una niรฑa mimada que encima se queja de ser objeto de persecuciรณn. De haberse limitado a seguir jugando y perder de todos modos, se la reconocerรญa como una enorme campeona con un enorme mรฉrito, casi sobrehumano. Desviรณ el debate y abundรณ en ello cuando acusรณ a un desconocido de โ€œsexistaโ€ por hacer bien su trabajo, tomando una decisiรณn que era la correcta. Intentรณ convertir su error en un debate mundial sobre la cuestiรณn de gรฉnero como si al otro lado de la pista tuviera a un extraterrestre y no a una mujer como ella.

Toda esta catarata de decisiones errรณneas son consecuencia de una sola causa: el resultado. Si Osaka no hubiera ido ganando, nada de esto habrรญa pasado. A Serena no le gusta perder nunca y no entiende de โ€œaliviosโ€ ni de calores ni de imposibles. No, nunca va a ser Roger Federer, como mucho podrรญa ser Jimmy Connors โ€“de John McEnroe, mejor ni hablamos- y supongo que hasta cierto punto puede permitรญrselo porque si no es la mejor de la historia, entra de lleno en el debate.

Otra cosa es que los demรกs se lo permitamos… o, peor aรบn, que se lo permita el que estรก encargado de impartir justicia. Su conducta fue intolerable y estoy convencido de que no habrรญa cambiado de haber estado una mujer en lo alto de la silla, como en 2009. Lo peor de todo es que todo este circo no nos ha permitido hablar de la propia Osaka, de Del Potro o de Djokovic. Eso sรญ que es imperdonable y por eso sรญ que les pido disculpas sin necesidad de que me lo pidan a gritos.

+ posts

(Madrid, 1977) es escritor y licenciado en filosofรญa. Autor de varios libros sobre deporte, lleva aรฑos colaborando en diversos medios culturales intentando darle al juego una dimensiรณn narrativa que vaya mรกs allรก del exabrupto apasionado.


    ×

    Selecciona el paรญs o regiรณn donde quieres recibir tu revista: