Roberto Calasso
La actualidad innombrable
Traducciรณn de Edgardo Dobry
Barcelona, Anagrama, 2018, 173 pp.
Calasso se pregunta si la sociedad secular cree en algo mรกs allรก de sรญ misma, โo si ha alcanzado ese alto grado de sabidurรญa por el que renuncia a la creencia y queda reducida a la observaciรณn, al estudio, a la comprensiรณn, en una progresiรณn indefinida e imprevisibleโ. Dicho con otras palabras, si nos hemos vueltos filรณsofos kantianos, cientรญficos (teorรญa, observaciรณn, progresiรณn siempre puesta a examen de grupos), ciudadanos con una moral fundada en la historia, en criterios lรณgicos. Calasso descarta inmediatamente esta segunda posibilidad. ยฟQuรฉ es una sociedad secular? La que basa sus presupuestos de convivencia en la voluntad democrรกtica de sus miembros sin atribuir sus valores a metafรญsica alguna, entidades fuera de la historia y que influyen en ella. No sรฉ si esta definiciรณn satisfarรญa del todo a Calasso. Piensa que vivimos un momento crรญtico y peligroso, y por eso divide su libro en tres partes significativas: la primera, โTuristas y terroristasโ, es una visiรณn del mundo actual; la segunda, โLa sociedad vienesa del gasโ, es una colecciรณn de testimonios, pertenecientes a los aรฑos que van de 1933 a 1945. Y la tercera, muy breve, โAvistamiento de las Torresโ, retoma un sueรฑo (ยฟprofรฉtico?) de Baudelaire, que Calasso vincula al atentado de Nueva York. Ya en su dรญa (2001) leรญ que alguien establecรญa la misma relaciรณn.
Este admirable escritor, al que debemos varias obras tan cultas como sugerentes, trata de mostrarnos el momento en que vivimos, afectado de inconsistencia y sometido a la cuantificaciรณn (herencia del utilitarismo de Bentham) y digitalizaciรณn. Antes nos sitรบa en el antecedente social: โEntre los aรฑos 1933 y 1945, el mundo llevรณ a cabo un intento de autoaniquilaciรณn parcialmente exitoso. Lo que vino despuรฉs fue informe, tosco y extraordinariamente poderoso.โ Vivimos en una โsociedad experimentalโ, cuyos hรฉroes fundadores son Bouvard y Pรฉcuchet, esos personajes de Flaubert que aspiraban a un saber de todas las cosas, cuya materializaciรณn tecnolรณgica Calasso cifra en internet. El saber, ahora digital y digitalizable, asume un papel รบnico, en expansiรณn continua. Dos extremos: sacrificio (vรญa terrorismo yihadista, dirigido a la sociedad secular, segรบn Calasso) e inconsistencia de nuestra sociedad tecnolรณgica.
La democracia es sin duda el mejor de los estados, pero su fortaleza radica en su fragilidad, el voto. No todo estรก permitido, pero sรญ es una puerta al poder, y no todo poder es buenoโฆ โLa democracia, mรกs que el pensamiento de algo, es una cadena de procedimientos.โ Calasso relaciona la aplicaciรณn de los procedimientos al automatismo. Uno de los problemas radica en que la sociedad secular, lejos de sentirse aliviada por haberse desvinculado de las โobligaciones rituales y confesionalesโ, busca causas como forma paliativa en vez de abrirse a nuevas posibilidades. En el fondo, los secularistas son pรญos, y en vez de actuar por el bien de una iglesia lo hacen por el bien de la humanidad, pero ambos son actos de fe. Segรบn Calasso, el antecedente dieciochesco de estos humanistas secularizadores es el evolucionismo: โEl propรณsito de fundar una รฉtica humanitaria sobre la base de la evoluciรณn permaneciรณ, como cualquier otro intento de fundar una moral laica, en el estadio del wishful thinking.โ De aquรญ que cada aรฑo algunos pensadores, cientรญficos o no, se empeรฑen en que โser buenos constituye una ventaja evolutivaโ. ยฟQuรฉ quiere decir evoluciรณn? ยฟProgreso, como han pensado tantos? No, hay que volver a leer a Darwin, o a sus estudiosos. Evoluciรณn es solo y nada menos que รณptima adaptaciรณn y reproducciรณn. Por otro lado, no estรก claro que la โsecularizaciรณnโ suponga la aboliciรณn de todo vรญnculo. La gente no ha dejado de oรญr mรบsica, de leer poemas y narraciones, y estas operaciones suponen un vรญnculo no con la utilidad ni con lo cuantificable sino con lo cualitativo y รบnico, con el tiempo prestigiado de la excelencia, por no aludir sino a algunos de los aspectos vinculativos y no โvisiblesโ. En este sentido, y con esto cierro esta pequeรฑa reserva, la poesรญa en su sentido mรกs general y concreto de poesis sรญ supone una revelaciรณn, el sentido de acceso a lo discontinuo de una continuidad, al fin y al cabo, lo poรฉtico (y en esto sigo a Octavio Paz) es anterior a las religiones, y por lo tanto sobrevive a la visiรณn del mundo que pueda tener la Ilรญada o la Biblia.
Roberto Calasso afirma que โEl mundo secular estรก dispuesto a seguir toda suerte de teorรญas, sobre todo si declararan tener su fundamento en la ciencia. Existen, tambiรฉn, revelaciones, que no sabe cรณmo tratar, porque tiene dificultades para reconocerlasโ. El ser humano tiende, como parece decir Calasso, a estar mรกs cerca de la fe que de la ciencia (que supone el escepticismo, la paciencia, el pensamiento abierto). Pero, ยฟpor quรฉ el Homo saecularis no puede comprender lo divino? Lo divino, segรบn nuestro autor, es lo que este Homo ha borrado con cuidado e insistencia. Pero cualquiera puede leer a cientรญficos ateos (lo son la inmensa mayorรญa) que tienen una relaciรณn personal religiosa, en el sentido de admiraciรณn, exaltaciรณn y vรญnculo, ante el conocimiento y la maravillosa complejidad o sencillez (a veces van juntas) del mundo. Calasso parece participar de una cierta versiรณn del pensamiento cientรญfico, toma dos o tres casos y los generaliza, siempre leรญdos segรบn su interรฉs.
Dicho esto, esta obra de Calasso tiene algunas sugerencias muy valiosas. Entre otras cosas seรฑala la tendencia a entender los mitos por su funciรณn, con lo cual anula el valor que puedan tener en sรญ mismos reduciรฉndose a una estructura. Por otro lado, creo que mรกs discutible, toma a Simone Weil como guรญa en un tramo de su meditaciรณn para indicar que la mรกs poderosa de las supersticiones de hoy es la de la sociedad. Vivimos โen la ignorancia de lo invisibleโ, salvo, matiza, si pensamos en las โtristes sectas occidentalesโ, esos hilachos de religiรณn tomados de tradiciones de aquรญ y de allรก. La sociedad secular, que se apoya en sรญ misma y se idolatra, estรก โdesvinculada de observancias devocionalesโ, y por lo tanto es una โentidad anรณnimaโ. De ahรญ el tรญtulo de la obra. Vivimos en una zona โque no tiene nombreโ.
Calasso sospecha que ni la ciencia ni el secularismo nos salvan de los males, las guerras no han dejado de existir, seguimos desconociendo muchas cosas, y sin embargo estamos โdesarmadosโ. Muchos de los males que expone en este libro son reales, pero me pregunto si necesitamos de verdad, y si es posible, un absoluto en el que apoyar la cabeza. Calasso no habla muy claro ni en las crรญticas ni en las propuestas, aunque sin duda es un defensor de la fuerza organizativa y trascendente del mito. El tema es realmente difรญcil por su complejidad, pero me habrรญa gustado una mayor claridad. Tal vez la ciencia y la poesรญa puedan darse la mano, y mostrarnos un camino: ignoramos muchas cosas y siempre ignoraremos, pero sabemos que formamos parte de este universo, que nuestra vida estรก tejida evolutivamente, enlazada a todo lo viviente, que a su vez se apoya en lo no vivo: los รกtomos y sus partรญculas. Las ciencias nos ofrecen un saber extraordinario, sin dogmas (que no sin principios, revisables), apoyadas en la bรบsqueda y en el escepticismo; por su parte, la poesรญa no ha dejado nunca de vincularnos, de hacer de nuestros sentidos y de nuestras ideas un crisol de analogรญas. Los poetas y los filรณsofos deberรญan perder prejuicios a la hora de acercarse a las ciencias. Los cientรญficos que tienden a reduccionismos cientificistas no deberรญan olvidar que el poema (pรณngase pintura, mรบsica) es irreductible: es una singularidad, la discontinuidad en lo continuo. Aclaro: una discontinuidad analรณgica. ~
(Marbella, 1956) es poeta, crรญtico literario y director de Cuadernos hispanoamericanos. Su libro mรกs reciente es Octavio Paz. Un camino de convergencias (Fรณrcola, 2020)