La semana pasada me referí a la Rockefeller Foundation (RF) y algunas de sus actividades filantrópicas en México a partir de los “diarios” en los que sus representantes describen, muy minuciosamente, qué hacen, a quiénes ven y de qué se hablan. Una crónica pertinente sobre lo que algunos, supongo, denunciarán como “intervencionismo imperialista” en la cultura mexicana.
Los interesados en las historias del Centro Mexicano de Escritores (CME), el Grupo Hiperión de filosofía, la ENAH, el INI, la Biblioteca Nacional, la UNAM y El Colegio de México (COLMEX) –en especial sobre Alfonso Reyes y sobre Daniel Cosío Villegas y su Historia Moderna de México– encontrarán en estos documentos material interesante.
Continúo, pues, con un apretado resumen de algunos asuntos que llenaron el “diario” también es localizable en línea de Charles Burton Fahs, director de Humanidades de la RF, ahora durante otro viaje en diciembre de 1954, en el que reporta que…
–Asiste a una comida en Tepoztlán con los directivos del CEM, Margaret Shedd y Ramón Xirau, y con los becarios Luisa Josefina Hernández, Ibargüengoitia, Tomás Segovia, Jorge Portilla, Emmanuel Carballo, entre otros.
–Que Portilla continúa estudiando el “relajo” [prepara su Fenomenología del relajo] que, explica, “pudo originarse como una reacción de los indios a un sistema de valores impuesto por la conquista que no entendían o aceptaban. Es una forma de revuelta y un acto de libertad, si bien irresponsable, pues no conlleva una defensa positiva de valores. A partir de esto, Portilla desarrolla una teoría sobre la necesidad de una nueva combinación de libertad con responsabilidad en la sociedad mexicana”.
–Que Luisa Josefina Hernández, “cuyo inglés ha mejorado mucho”, escribe una novela y que disfruta una libertad que no le permitía la dramaturgia, dice. Su esposo [que en ese tiempo era Alejandro Rossi] recibió una beca venezolana para estudiar en Friburgo, donde piensan pasar dos años. Shedd quiere que Hernández vaya un semestre en EUA a estudiar dramaturgia y dirección escénica, antes de viajar a Friburgo con Rossi, que va a escribir allá un libro sobre Karl Jaspers.
–Que Ibargüengoitia es ahora dramaturgo y escribe unas comedias con las que al parecer tiene mucho éxito. Todos lo consideran uno de los autores teatrales más promisorios.
–Que visitó a Alfonso Reyes en su “gran biblioteca”. Estaba ahí Cosío Villegas, pues Reyes lo quería presente para discutir sobre el COLMEX. Según Reyes, la situación es menos esperanzadora que el año anterior: la crisis impide el apoyo del gobierno y no está seguro de que Carlos Prieto vaya a donarle un edificio que había prometido. Tiene problemas con el claustro, pues Raimundo Lida se fue a Harvard y otros se han ido a la UNAM con tiempos completos. Reyes y Cosío continúan viendo a la UNAM con pesimismo, a pesar de progresos como esos tiempos completos, si bien Reyes dice que el problema es que son los estudiantes los que no lo son de tiempo completo. La mudanza a la Ciudad Universitaria hizo bajar la matrícula, agrega. Cosío cuenta que no aceptó una invitación de la UNAM a irse para allá con todo y su seminario de historia de México, ni otra para irse a dirigir la Biblioteca Nacional. Es especialmente crítico de la escuela de ciencias sociales: sus directores son jóvenes e inexpertos, dice. Fahs se pregunta si no habrá una rivalidad personal en estos juicios. Fahs cree que “las funciones y proyectos del COLMEX deberán reevaluarse a la luz del desarrollo de la UNAM y que, por tanto, es prematuro pensar en un apoyo de largo plazo” por parte de la RF.
–Que comió con Edmundo O’Gorman que habló de la recepción de su libro La idea del descubrimiento de América sobre el que Marcel Bataillon escribió una reseña de 70 páginas en el Bulletin Hispanique. O’Gorman cree que Bataillon no entendió del todo y que ello mismo comprueba su tesis sobre “la actitud paternalista y presuntuosa de los europeos” ante la vida y la cultura de América. Arguye que Europa debe entender que ya no puede adoptar una actitud de superioridad cultura, lo que le impide tomar una actitud más dinámica sobre sus funciones reales en el siglo XX”.
–Que discutió con el agregado cultural de la embajada, Mr. Hadden, sobre Arnaldo Orfila y el Fondo de Cultura Económica (FCE). Según Hadden, no han cooperado mucho con el programa de traducciones de la embajada, pero no es un problema serio. Fahs subrayó que si bien el FCE publicó un libro de José Mancisidor (que es “comunista”), publicó otro de Juan José Arreola, “que es miembro del comité mexicano anti-comunista en favor de la libertad cultural” [¿?].
Otro viaje: 1956
Fahs regresa en diciembre de 1956 con otros funcionarios de la RF. En el documento, que se encuentra aquí registra, entre otras cosas,
–Que comió en casa de Cosío Villegas, cuya Historia moderna de México cumple nueve años de estarse elaborando con apoyo de la RF. Los volúmenes 1 y 3 se han vendido bien, no así el 2, dedicado a la economía. “El costo ha sido substancial, pero también lo es el proyecto”, anota Fahs. Cosío dice que desea llevar el proyecto ahora hasta la Revolución Mexicana, con su mismo equipo y con gente nueva: diez años más de trabajo. Fahs explica que el financiamiento que le ha dado por tantos años ha sido extraordinario e ignora si aprobará prolongarlo, aunque promete que con gusto discutirá el proyecto. Cosío menciona que espera conseguir también subsidio del Banco de México.
–Que Ramón Xirau “se ve muy bien y parece estar tomando un papel más activo y propositivo en el Centro Mexicano de Escritores (CME)”, cuyas dificultades le parece que han sido superadas. A raíz de la reciente revuelta de los becarios, Xirau y su liderazgo les han dado más responsabilidades y por eso las cosas parecen marchar bien, con menos tensión y mejor humor que cuando presidía Shedd.
–Que asistió a la sesión del CME y observó a los becarios discutiendo un capítulo de la novela en proceso de uno de ellos, Carlos Fuentes [deberá ser La región más transparente]. Xirau estaba a cargo de la sesión, pero de hecho le cedió la conducción del debate al becario Héctor Azar. La mayor parte de los becarios están escribiendo cuentos o novelas, aunque uno dijo estar haciendo un drama y otro, poesía.
–Que la directora del CME, Shedd dijo que teme que Arturo Arnáiz y Freg ambiciona quedarse con el CME. Le molesta su antiespañolismo “que puede afectar la actuación de Xirau como líder del centro.” Shedd preferiría independizar al CME del Instituto Mexicano Norteamericano de Relaciones Culturales. Fahs le explica que la RF no puede trasladar sus subsidios de una organización a otra y que no pueden crearle un fondo de capital, porque habría riesgo de que alguien quisiera apoderarse del CME (y del capital). Mejor continuar con subsidios de corto plazo.
–Que Shedd dijo haber sido advertida, antes de la reciente revuelta de becarios, de que “podría haber una maniobra comunista para perturbar al CME” y que quizás de hecho la hubo, aunque no puede explicarla. Fahs piensa que el CME debería ser copatrocinado por instituciones mexicanas como la UNAM y el COLMEX.
–Que fue a visitar a Alfonso Reyes “en su rica y hermosa biblioteca”. Estaba “genial como siempre”, menos preocupado por su salud que las últimas veces. Reyes habló muy bien de la Historia de Cosío, opina que debe seguir hasta la Revolución y que tendrá el gusto de patrocinarla en el COLMEX, para el que ha recibido dinero de la Secretaría de Educación y espera recibir algo del Banco de México. Reyes sigue pensando que la “real scholarship” y la formación de académicos “es difícil, si no es que imposible, en la UNAM”. Aún espera que un día el gobierno le dé al COLMEX su edificio propio. A la RF le pide subsidio para la Nueva revista de filología hispánica que hace con Antonio Alatorre. Fahs le preguntó sobre la escritura actual en México, y Reyes contestó que por medio del COLMEX le ha estado dando 600 pesos mensuales a Juan Rulfo, “brillante pero alcohólico exbecario del CME” (anota Fahs).
–Que estuvo con el rector de la UNAM, Nabor Carrillo, para ofrecer apoyo de la RF a la Biblioteca Central. Carrillo narró el lento, pero seguro traslado de la UNAM a la Ciudad Universitaria (CU) y los avances para crear plazas académicas de tiempo completo. Explicó que la UNAM no va a usar los dormitorios para estudiantes que se construyeron al sur de la CU. Lo decidió por los problemas que ha tenido el Politécnico con sus dormitorios, donde se organizaron las huelgas para exigir más subsidio gubernamental y que terminaron por ser cerrados. “Carrillo terminó diciendo que poner a los estudiantes en dormitorios facilita que los comunistas los organicen. Así que, en consecuencia, no habrá dormitorios en la UNAM.”
(continuará…)
Es un escritor, editorialista y académico, especialista en poesía mexicana moderna.