Pasado anterior, de Salvador Elizondo

Aร‘ADIR A FAVORITOS
ClosePlease loginn

Aรฑo 1970. Salvador Elizondo no sonrรญe ni mira hacia la cรกmara. Tampoco bosteza o gesticula cuando su mujer, Paulina Lavista, dispara el obturador. Para ser sinceros, Elizondo no parece hacer demasiado. Estรก sentado en su estudio frente a su escritorio. No sabemos si escribe o sรณlo posa: la mรกquina de escribir oculta sus manos, la fotografรญa captura un instante indeciso. Es posible que Elizondo โ€“camisa clara, suรฉter oscuroโ€“ no escriba ni pose: acaso reflexiona. Es probable que, ante la pรกgina en blanco sujeta en el rodillo de la mรกquina, sรณlo medite. De ser asรญ, admiramos un momento decisivo, ese instante de โ€œsuprema atenciรณnโ€ que, segรบn Valรฉry, caracteriza a la escritura. Salvador Elizondo absorto, reconcentrado. Eso es todo. Es demasiado.

Si la evocaciรณn anterior parece en exceso devota, asรญ estรก bien. Elizondo merece, e incluso demanda, una lectura vehemente. A favor o en contra. Combativa. Apenas aรฑo y medio despuรฉs de su muerte Elizondo ya estรก en camino de volverse, cosa rara en nuestras letras, un elocuente sรญmbolo. Pronto podrรก decirse, orondamente, que uno escribe bajo su influjo y la frase tendrรก sentido. Podrรก decirse lo contrario y se serรก, tambiรฉn, transparente. Si aprendemos a conservar su legado, podrรญa haber, al fin, dos bandos en nuestra narrativa: tensiones, desencuentros, cierta violencia. ยฟPor quรฉ? Porque Elizondo es beligerante. Porque su obra toma partido. Porque no escribiรณ literatura sino una literatura, enemistada con esto, enamorada de aquello. Nuestra obligaciรณn, creo, es leerlo sesgadamente, siempre en contra de otras prรกcticas literarias. A quienes quieran blanquear su legado habrรก que recordarles: Elizondo se manifestรณ siempre incรณmodo ante los hรกbitos clasicistas. A quienes se empeรฑen en conservarlo como un autor maldito habrรก que notificarles: los motivos romรกnticos de su obra fenecerรกn mucho tiempo antes que el rigor y la inteligencia de sus mecanismos narrativos. Siempre que sea necesario, volver al Elizondo absorto, reconcentrado. Allรญ, en la intensidad con que pensรณ la narrativa, descansa, sin sosiego, su potencia.

Pasado anterior, la primera obra de Elizondo publicada pรณstumamente reclama esa lectura sesgada. Compuesto con los textos periodรญsticos que entregรณ a unomรกsuno entre 1977 y 1979, el tomo es resueltamente disparejo. Comprometido a publicar dos veces por semana, Elizondo no siempre es excelso. A menudo, incluso, es decepcionante, es decir: templado. No estamos, es claro, ante un radical intransigente, no a la manera de, digamos, Juan Josรฉ Saer, incapaz de celebrar cualquier cosa ajena a sus principios. A Elizondo la generosidad le alcanza para celebrar los ensayos de sus amigos, los dos primeros libros de Ignacio Solares y hasta un concurso de belleza femenina. Tampoco estamos ante un pendenciero consumado: antes que el desplante, prefiere la conversaciรณn, a veces con los otros columnistas del diario. Una cosa sรญ preocupa: la rapidez con que el Elizondo columnista emula los vicios de otro Salvador. Si a Novo le llevรณ sexenios adoptar un estilo vanidoso y oficioso, Elizondo ya agradece, en una de sus primeras notas, un regalo al presidente Josรฉ Lรณpez Portillo y con frecuencia hace girar el mundo alrededor de su verandah. Punto.

El otro Elizondo, riguroso y radical, estรก en todas partes. Refulge cuando celebra a Louis-Ferdinand Cรฉline, cuando diserta sobre poesรญa mexicana, cuando advierte una y otra vez que no hay autor mรกs alto que James Joyce. Brilla, tambiรฉn, en sus repetidos textos sobre pintura. Algo queda claro: para รฉl pintura y literatura son disciplinas hermanas, ambas visuales. (Conclusiรณn: la literatura es arte, debe provocar โ€“antes que cualquier otra cosaโ€“ placer estรฉtico.) Tambiรฉn evidente es su compromiso con la escritura. Si literatura y pintura son actividades afines, verso y prosa son lo mismo: lenguaje, tรฉcnica, ritmo. Al revรฉs de aquellos que cuentan sรญlabas pero se resisten a desmontar las piezas de una novela, Elizondo es parejo: analiza tรฉcnicamente narrativa y poesรญa. Su nociรณn de escritura, que descree de los gรฉneros, lo lleva a tomarse en serio, tambiรฉn, el oficio periodรญstico. Algunos de los textos incluidos en este tomo son, en rigor, ensayos, tan penetrantes como los de, por ejemplo, Teorรญa del infierno. Virtud del grafรณgrafo: sostener siempre la pluma con responsabilidad.

Elizondo no posee una prosa deslumbrante. Tienen razรณn sus adversarios: el narrador mรกs enรฉrgico de la literatura mexicana no escribe bonito. No lo hace, y tampoco importa: escribe inteligentemente. Si un autor ha estado al tanto de sus habilidades y limitaciones, รฉse es Elizondo. Asombra, porque no es comรบn, el รญntimo conocimiento que tiene de su propia obra. Sorprende, porque es extraordinaria, la facilidad con que, hablando de cualquier cosa, desliza su poรฉtica. Para quien quiera entender el proyecto literario de Elizondo, Pasado anterior guarda escritos imprescindibles. Algunos textos son ya emblemรกticos desde el tรญtulo: โ€œEscribir sobre la nadaโ€, โ€œEl arte como proyectoโ€, โ€œEl arte de la teorรญaโ€. Otros, orgullosamente dependientes de las ideas de Flaubert y Joyce y Mallarmรฉ y Valรฉry, delatan la mayor virtud de Elizondo: su sentido de la ubicaciรณn. El autor de Farabeuf sabe siempre desde dรณnde escribe. ร‰l mismo explica: cuando Flaubert declarรณ su propรณsito de escribir una novela sobre nada, inaugurรณ una cierta tradiciรณn, que รฉl habita desde Mรฉxico. Cuando Mallarmรฉ definiรณ el arte experimental como aquel que se realiza en la pura aplicaciรณn de un mรฉtodo, fijรณ un procedimiento que รฉl prรกctica. Cuando Joyce arrastrรณ la literatura hasta su frontera mรกs extrema, fundรณ una oscura tierra de nadie que รฉl recorre. Insobornablemente.

Allรญ, en un pliegue de esa รบltima frontera, ocurre la escritura de Salvador Elizondo. Incapaz de ir mรกs allรก. Resuelta a no dar un paso atrรกs.

+ posts

es escritor y crรญtico literario. En 2008 publicรณ 'Informe' (Tusquets) y 'Contra la vida activa' (Tumbona).


    ×

    Selecciona el paรญs o regiรณn donde quieres recibir tu revista: