Foto: Pontificia Universidad Católica de Chile from Santiago, Chile, CC BY-SA 2.0, via Wikimedia Commons

Vargas Llosa: un abrazo al mundo

Mario Vargas Llosa abrazó el mundo sin reservas ni condiciones. Mostró que la existencia consiste en la plenitud de la rebeldía.
AÑADIR A FAVORITOS
ClosePlease loginn

Quizás el rasgo que mejor define la vida de Mario Vargas Llosa es que abrazó el mundo sin reservas ni condiciones. La primera etapa de su vida se vio inundada por el amor incondicional de la familia de su madre, una fuerza que iba a darle una dirección y una consistencia que siempre mantuvo. Cuando apareció su padre, no dejó de abrazar la realidad pero también se lanzó a la búsqueda de los paraísos de la ficción. En esa búsqueda sus lectores lo descubrimos. En sus libros aparecían personajes y escenarios que iban a cambiar nuestra percepción de la realidad. Allí conocimos para siempre al Jaguar y a Jum y a Fushía y a Santiago Zavala. Allí pudimos ver también los sertones brasileños, los ríos de Santa María de Nieva, las plazas y calles de Lima y también los salones, baños y dormitorios donde aparecìa la vida secreta de todos sus protagonistas.

Desde los años sesenta, con esos libros, algo fundamental cambió en la narrativa en español. El lenguaje atravesó los tiempos y los espacios. Los personajes pasaban de sus gestas más notables a sus vergüenzas más íntimas. La ciudad de Lima se ofrecía en el variado esplendor de su miseria. Los héroes anónimos, esos desposeídos –Jum, Ambrosio, el Consejero y tantos otros–, nos conmovieron como pocas personas de la vida real. Pero estas personas siguen con nosotros. La generosidad de su autor los ha dejado como un testimonio. Hoy me parece que ellos también están consternados por su ausencia. Lo miran con la gratitud de quienes le deben una vida eterna. Nosotros seguiremos leyendo en ellos –en sus contradicciones, en sus heroísmos, en su lenguaje, en sus peripecias vitales– los rasgos de la vida que acaba de terminar y de renovarse.

Creo que si hubiera que definir la relación de Vargas Llosa con el Perú, diríamos que fue nuestro mejor amigo. Siempre nos dijo lo que pensaba. Fue él quien construyó una imagen de una sociedad diversa, plural, llena de conflictos y de violencia, pero también de héroes y rebeldes. Fue quien mejor mostró que la existencia consiste en la plenitud de la rebeldía, sobre todo en los héroes anónimos.

En realidad no ha dejado de escribir. Cada vez que lo releamos pensaremos que una novela suya es distinta y que estará escribiendo una nueva historia. Esa siempre será su forma de rebelarse contra la muerte. ~


    ×

    Selecciona el país o región donde quieres recibir tu revista: