Me espanta la idea de estar en prisiรณn. Por eso trato de andar derechito. El รบnico delito que cometerรญa voluntariamente es el de expresar mis ideas.
Me quedรฉ pensando en la idea de โlibertadโ que no concluรญ en mi artรญculo de la semana pasada, ni concluirรฉ nunca, asรญ es que repasรฉ tres actitudes ante la prisiรณn en las letras clรกsicas. La primera estรก en lo mรกs conocido de Calderรณn de la Barca, en el par de los asiduamente mal actuados monรณlogos de Segismundo en La vida es sueรฑo, apenas superados en anomalรญa actoral por el Tomorrow and tomorrow and tomorrow de Shakespeare, llegando a la mรกxima estiercolaridad en la versiรณn de Kenneth Branagh, que puede usted ver en Youtube. A poor player that struts and fretsโฆ
Segismundo se compadece de sรญ mismo por hallarse tras las rejas. โยกAy mรญsero de mรญ, ยกay infelice!โ. Pierde pisada de la realidad por su zozobra y supone que el delito mayor del hombre es haber nacido, para luego pasar a decir que โsi los demรกs nacieron, ยฟquรฉ privilegios tuvieron que no yo gocรฉ jamรกs?โ.
Luego de compararse con un ave, un bruto, un pez y un arroyo, se pasma de que รฉl, teniendo mรกs alma, mejor instinto, mรกs albedrรญo y mรกs vida, tenga menos libertad. En su segundo lamento de enrejado nos dice:
Yo sueรฑo que estoy aquรญ
destas prisiones cargado,
y soรฑรฉ que en otro estado
mรกs lisonjero me vi.
Siempre me viene a las mientes la imagen de algรบn capo o polรญtico arrestado con eso de โen otro estado mรกs lisonjero me viโ.
Leรญ tambiรฉn aquel pasaje de Don Quijote, en el que Sancho condena a un villano a dormir una noche en prisiรณn. A lo cual le responde el condenado:
Presuponga vuestra merced que me manda llevar a la cรกrcel y que en ella me echan grilletes y cadenas y que me meten en un calabozo, y se le ponen al alcaide graves penas si me deja salir, y que รฉl lo cumple como se le manda. Aun asรญ, si yo no quiero dormir, y estarme despierto toda la noche sin pegar pestaรฑa, ยฟserรก vuestra merced bastante con todo su poder para hacerme dormir, si yo no quiero?
Ante semejante argumento, Sancho lo deja libre. Pero tal pasaje estรก hecho a la medida, pues si la condena fuese por una semana, nadie hay que aguante despierto. Cervantes, por larga y numerosa experiencia, mucho sabรญa sobre el espรญritu libre en cautividad.
Tambiรฉn Boecio, que mil aรฑos antes escribiรณ La consolaciรณn de la filosofรญa mientras estaba en prisiรณn. Expresa la idea de ser libre en un calabozo.
ยฟPuede haber autoridad alguna que alcance al hombre, si no es en su parte inferior, que es la corpรณrea, o en algo todavรญa mรกs bajo, que son sus bienes? ยฟQuiรฉn impondrรก jamรกs su ley a un espรญritu libre? ยฟQuiรฉn puede arrebatar su sosiego a una mente que, merced a una sรณlida instrucciรณn, llegรณ a ser dueรฑa de sรญ misma?
Suena muy bien. Pero es difรญcil hacer la separaciรณn cuerpo-alma en cualquier circunstancia, sobre todo estando enfermo o en prisiรณn. Si Boecio se mantuvo como espรญritu libre, eso le habrรก durado poco pues hubo escaso tiempo entre marcar el punto final de su libro, real o metafรณricamente, y que le marcaran el punto final de la vida, real y metafรณricamente. Algunas fuentes dicen que fue ahorcado; otras, decapitado; otras mรกs, apaleado.
No sรฉ ahora, pero en tiempos pasados las prisiones eran famosas por estar infestadas de pulgas, piojos y garrapatas; cucarachas, ratas y otros bichos convidados. Ya es una hazaรฑa ante tales circunstancias escribir tan esplรฉndido libo como La consolaciรณn. Hay que agradecer al carcelero o al alcaide que le hayan facilitado los implementos de escritura.
Las crรณnicas de la รฉpoca hablan de que las ratas, con su habilidad para escurrirse por pasajes angostos, llegaban a las celdas atraรญdas por la comida y las heces de los prisioneros. En su mayorรญa actuaban de noche y podรญan ser espantadas. Pero algunas eran suficientemente agresivas para enfrentarse al preso en la lucha por la bazofia de cada dรญa. Al respecto, Papillรณn recibe consejos de un prisionero curtido: โNo debรญa atrapar las ratas que se me trepaban; debรญa darles un manotazo. Me dijo que nunca las agarrara si no querรญa que me mordieranโ.
No es por hacerle el desaire a los mรกs de diez millones de prisioneros que hay hoy en el mundo, pero en verdad no me gustarรญa acompaรฑarlos ni aunque me permitieran una biblioteca en la celda, ni escuchando tanta seductora voz de filรณsofos que aseguran que la libertad estรก en la conciencia, ni por la homilรญa de teรณlogos que quieran lavarme la cabeza con que esta vida no importa, sino la imaginaria despuรฉs de la muerte.
Si estuviese yo en prisiรณn, no serรญa yo como Boecio sino como Segismundo. ยกAy mรญsero de mรญ, ยกay infelice! Y pronunciarรญa sus dos monรณlogos como el mejor de los actores.
(Monterrey, 1961) es escritor. Fue ganador del Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores 2017 por su novela Olegaroy.