La vida nunca es fรกcil en los libros de Daniel Ruiz (Sevilla, 1976). Personajes golpeados por estrecheces econรณmicas, por abusos empresariales. Un lumpenproletariado determinado siempre por ser mรกs lumpen que proletario, pero que tampoco adquiere un carรกcter heroico. Muchas veces lo contrario: el marginal tambiรฉn hace trampas. En La gran ola la crรญtica iba a parar hacia el coaching empresarial; en su nueva novela, El calentamiento global (Tusquets), trae a primera pรกgina la siniestralidad laboral y las argucias de las empresas por cumplir con los compromisos medioambientales, que siempre suelen resultar bastante vacรญos. Ruiz habla de la moda de ponerse la medalla ecologista, de los falsos liderazgos, del periodismo de partido y de los nuevos fenรณmenos culturales como el trap. Un escritor al que no le gusta la etiqueta de โsocialโ, pero que sigue la estela de los que hicieron grande a esta literatura.
Quรฉ perra es la vida en sus libros. ยฟPor quรฉ la ve asรญ cuando escribe?
Bueno, al final todos los personajes acaban con cierta felicidad. Sรญ he sido bastante cabroncete con los personajes, pero hay un poso de ternura a travรฉs de la cual los podemos redimir un poco. Pero es verdad que mi visiรณn de la vida no es demasiado optimista. El propรณsito del libro era desfogarme, y como ejercicio de desfogue uno va poniendo de vuelta y media a todo lo que le rodea, por lo que puede decirse que me he quedado muy a gusto. Es un reflejo de la sociedad que no hace que uno se sienta demasiado orgulloso.
Pero lo hace con todos sus libros. Siempre estรก presente el tema social, las clases sociales y lo malas que son las empresas. ยฟPor quรฉ le interesa esto? Hace cuatro aรฑos se publicรณ La gran ola, contra el coaching de las empresas. Quizรก podรญa interesar mรกs porque estรกbamos con una crisis econรณmica muy reciente. Ahora esto suena algo mรกs lejano en el tiempo.
En este caso he ido un poco mรกs allรก que en La gran ola, donde habรญa un paisaje exclusivamente empresarial y en este caso querรญa abrir el espectro y hacer una novela con intenciรณn de novela rรญo, decimonรณnica, constructora de un ecosistema global con distintos intereses contrapuestos de personajes que representan distintos segmentos sociales y que interactรบan. Quizรก es una novela con un tinte mรกs humorรญstico y pretendo que el retrato no resulte tan รกspero, aunque es verdad que los personajes son pobres diablos todos. Yo escribo para liberar mis propios demonios con la idea siempre de escribir contra algo y en este caso es un fresco de la realidad que estamos viviendo. Toco aspectos que me preocupan como la cuestiรณn medioambiental, pero tambiรฉn el turismo, la seguridad laboral, el fenรณmeno de los youtubers, las nuevas formas de consumo cultural, la mรบsica trap, los emprendedores y el rutilante lenguaje de las start ups.
Ese tema de las start ups le fascina. Lo aborda en La gran ola tambiรฉn y aquรญ pega a los libros de Steve Jobs, Warren Buffet y hasta Josef Ajram.
Creo que son fenรณmenos que fueron emergentes y ahora estรกn consolidados. Todo ese tema de los emprendedores cada vez tiene mรกs arraigo incluso con programas en las escuelas. Tambiรฉn me interesa el tema de los medios de comunicaciรณn porque lo conozco muy de cerca por mi condiciรณn de periodistas. Son cuentas pendientes con los temas que me interesan.
No obstante en sus libros no se puede establecer la dicotomรญa empresario malo, trabajador bueno, que es algo que suele pasar con la novela social. Hay algรบn sindicalista que sale mal parado por su relaciรณn espuria con la empresa.
A mรญ lo que me aterra es resultar maniqueo. Hay un cierto malentendido porque como escribo de la realidad en mi espacio tiempo me tienden a considerar un escritor social. No lo llevo mal porque escribo del presente, pero son novelas sobre la actualidad. Y con un acercamiento que no pretende ser dogmรกtico. Hay toda una serie de novelas sociales que transitan por el dogma o por asentar un programa ideolรณgico. Yo me considero de la tradiciรณn flaubertiana y del naturalismo; construir personajes con sus aristas y contradicciones y ponerlos a pelear en el tapete. Ninguno de los personajes de la novela es bueno ni malo del todo. Incluso el mรกs heroico, que serรญa la periodista, tambiรฉn es una persona que tiene bastantes debilidades.
Y que tiene una concepciรณn del periodismo que toma partido. Mรกs activista ideolรณgica que periodista. No sรฉ si ese perfil lo ha sacado de las redes sociales, porque abunda.
Sรญ, era una crรญtica velada a esos periodistas que se creen que ostentan el cuarto poder y van a desenmascarar la verdad. Eso ya me produce un poco de empacho. Ella defiende un periodismo militante que yo no creo que es lo que tiene que ser el periodismo. Pero bueno, tambiรฉn los otros personajes tienen sus claroscuros. Yo lo que he contado es una historia con el deseo sobre todo de que divierta porque me produce mucho escalofrรญos resultar aburrido escribiendo.
En esta historia hay varios temas, pero sobresalen dos: la siniestralidad laboral, que curiosamente ha desaparecido de los medios, apenas se informa de accidentes laborales cuando en otros momentos han estado en portada; y el del medioambiente y la sostenibilidad, que es el que ocupa hoy en dรญa los titulares. Me llamaba la atenciรณn esta paradoja.
Yo pongo un ejemplo de mi ciudad, que es Sevilla. Han abierto un centro comercial gigante, que se supone que es sostenible porque tiene jardines verticales con un lagoโฆ Pero se ha localizado en el peor sitio de Sevilla que es donde el quinto centenario, donde se concentra la mayor densidad de trรกfico, una accesibilidad nefasta. El peor sitio desde un punto de vista medioambiental. Bueno, pues todo el mundo estรก encantado con esto. Sin embargo, muy cerca de allรญ hay una zona que se llama Tablada, abierta, sin valor paisajรญstico, donde se supone que deberรญa crecer la ciudad de forma natural. Pero es un suelo no urbanizable y distintos gobiernos ha intentado urbanizarlo para incorporarlo a la ciudad. Asรญ que por un lado hay una absoluta connivencia con el proyecto del centro comercial, y a la vez hay un lema que es โTablada no se tocaโ, que siempre se ha pensado que era un pulmรณn verde cuando no tiene ningรบn tipo de valor medioambiental. Lo que intento decir es que hay โsambenitosโ que se plantean, que entran dentro de la lรณgica de lo que se lleva y todo el mundo se centra en eso. Ocurre ahora con el tema de la sostenibilidad y salvar el planeta. Y todo eso estรก muy bien, pero, como bien decรญas, temas como el de la siniestralidad han desaparecido de los medios.
Hay temas materiales que han dejado de estar en la agenda y otros mรกs etรฉreos que lo ocupan todo.
Tiene que ver mucho con el lenguaje, que es un tema que me obsesiona. Cรณmo el lenguaje de las empresas, como eso de la responsabilidad social corporativa, el desarrollo sostenibleโฆ es un gran cuerpo de discurso que es puramente estรฉtico y que en realidad no nombra nada. Todos podemos tener compromisos mientras no sean reales. Y cuando tรบ escarbas en esas empresas ves que no se exigen unos compromisos. Esto le estรก ocurriendo al tema del desarrollo sostenible, que tiene un nivel de discurso muy bajo. A mรญ el caso de Greta Thunberg me fascina y me parece muy elocuente del signo de los tiempos de quรฉ manera el liderazgo, que en otro tiempo estuvo en manos de intelectuales, cientรญficos con un soporte detrรกs, ha acabado sostenido por una niรฑa de 15 aรฑos cuyo gesto determinante es que mira mal a Trump. Esto tiene que ver con la devaluaciรณn de los discursos y la volatilidad de la nueva retรณrica sobre el desarrollo sostenible. No hay ningรบn ayuntamiento en Espaรฑa ni ninguna empresa que no haya puesto su icono de los colorines, pero eso a nivel de compromiso es muy vacรญo.
ยฟCรณmo lidia la novela del siglo XXI con todo esto?
Esto es muy antiguo, ya estaba en Flaubert y mรกs allรก, Victor Hugoโฆ Tenรญan una intenciรณn periodรญstica, de tomar el pulso a la realidad.
Sรญ, pero se lo decรญa porque hoy la novela es, principalmente, autoficciรณn, yo y mis problemas.
La novela es un fabuloso depรณsito para intentar entender nuestro tiempo. Ademรกs ha sido la intenciรณn de la novela desde el principio. Trazar lรญneas para intentar entender lo que estรก pasando. Lo que pasa es que llevamos 50 aรฑos matando a la novela, pero a mรญ la que mรกs me interesa sigue siendo esa. Yo me acercaba al Chirbes de En la orilla o Crematorio. Nadie predijo la crisis que รญbamos a sufrir como Chirbes en Crematorio. Y yo creo que la novela sigue jugando un papel esencial en entender nuestro tiempo. Esto me interesa mucho mรกs que la novela recreativa, ombliguista, de la autoficciรณn y el yo. La respeto pero no me aporta nada como lector.
ยฟQuรฉ tipo de lectura exige del lector? ยฟQue le remueva su conciencia social? Que no sรฉ si eso es un poco utรณpico, naif y tambiรฉn ombliguista.
No. Yo quiero que el lector se acerque a la realidad en la que vive. Y sobre todo que le cuenten una buena historia. Yo eso es lo que pretendo siempre. En los รบltimos tiempos estoy redescubriendo a Ignacio Aldecoa y me ha sorprendido la potencia estilรญstica que tenรญa. Habรญa leรญdo algunos cuentos suyos, pero tenรญa muchos prejuicios por aquello del epรญteto social, de ser un poco garbancero, como todos esos escritores a los que la crรญtica tratรณ tan mal en su tiempo; sin embargo, he redescubierto a un autor absolutamente luminoso y brillante y estilรญsticamente muy exigente. En los cuentos completos hay un prรณlogo precioso de Josefina Aldecoa que dice que lo que le interesaba a Ignacio por encima de todo era contar historias de la calle. Y yo me reflejo en eso.
En este tema de la realidad, uno de sus personajes compone canciones de trap y habla como los cantantes de trap. ยฟDe dรณnde sacรณ ese lenguaje? ยฟDe vรญdeos de Youtube? ยฟNo le daba miedo que le quedara muy caricaturesco? Trasladar el lenguaje de los mรกs jรณvenes siempre es arriesgado cuando uno no lo es.
Me interesan mucho porque son lenguajes que estรกn conformando nuevas realidades. He tenido un trabajo de campo importante con mis hijos, que han sido los que me han aportadoโฆ Todo esto viene de mi perplejidad como padre y de ver ese consumo cultural que mis hijos hacen. Cuando descubro que la cultura que consumen son youtubers, vรญdeos de 20 minutos de un tรญo comentando la jugada de un videojuego que les encanta, todo lleno de onomatopeyas, caricaturas, y no le veo ningรบn tipo de gancho ni de interรฉs, pero que los niรฑos se enganchan a esto, entonces me peguรฉ a ellos para que me ayudaran. Tambiรฉn me han ayudado con esto de las nuevas mรบsicas urbanas o suburbanas del trap, que son absolutamente machistas y que subliman la violencia, muy barriobajeras y con baja exigencia estilรญstica.
Pero hay quien dice que estas nuevas mรบsicas tambiรฉn son un elemento polรญtico porque reflejan una clase social, la mรกs baja, a la que no se le ha hecho mucho caso desde el elitismo cultural. Y que por eso quizรก ahora hay que apoyarlas.
La objeciรณn que pongo es que hay muy baja calidad. Yo sigo creyendo en algunos valores absolutos y creo que existe una calidad directamente a travรฉs de las letras y de la mรบsica. Y todo esto tanto en letras como mรบsica deja muchรญsimo que desear. Esa tesis que comentas me parece interesante desde un punto de vista antropolรณgico, pero lo que nadie puede negarme es una devaluaciรณn del propio discurso. Y en el tema del trap es evidente. Solo hay que ver los vรญdeos de Maluma o de todos estos. La cosificaciรณn de la mujer, lo hortera que resultaโฆ
Hasta hay un ensayo de Ernesto Castro, El trap. Filosofรญa millennial para la crisis en Espaรฑa, sobre el tema.
Sรญ, y lo quiero leer porque me interesa, pero aparte de las construcciones antropolรณgicas, yo creo que hay una mermaโฆ El discurso se va aligerando mucho en general. Y llegamos otra vez a Greta Thunberg. A mรญ me parece un poco pesado, por decirlo fino, Noam Chomsky, pero entiendo que tiene una densidad intelectual que hemos ido perdiendo con el tiempo. Incluso gente como Naomi Klein tiene su propio ensayo sobre el medio ambienteโฆ Es decir, de Chomsky a Naomi Klein y ahora Greta Thunbergโฆ vamos a la devaluaciรณn absoluta. Yo que amamantรฉ de la cultura europea de Stefan Zweig, de Camusโฆ ves como se estรก devaluando el discurso. Al final el intelectual del futuro va a ser un tipo mediรกtico y ya estรก.
Le van a llamar a usted anticuado. Que se ha quedado un poco โviejoโ.
Sรญ, sรญ, yo soy hijo de mi generaciรณn, pero seguramente las nuevas generaciones ni siquiera lean novelas. El formato de la novela estรก cambiando tambiรฉn. Escribir contra algo es tambiรฉn mostrar la perplejidad. ยฟSoy viejuno? Pues seguramente. Lo que hago es intentar preguntarme sobre estos nuevos fenรณmenos. Ahora uno de los temas que me estรก interesando mucho y que seguramente sea el que motive la prรณxima novela es el del turismo, la gentrificaciรณn y que ese nuevo turismo insostenible nos estรก llevando a una construcciรณn social totalmente diferente de la que vivimos en otro tiempo. Son fenรณmenos por los que hay que preguntarse y el sitio es la novela. Cuando Marcel Proust metรญa en sus novelas el cine, este acababa de inventarse y por preguntarse por su propia realidad. Creo que esta propuesta sigue siendo vรกlida. Soy consciente de que el novelista de hoy escribe para un lector que tambiรฉn es espectador y que amamanta de otros lenguajes como el cine, las series. Eso implica escribir de una manera mucho mรกs liviana, buscando cierto nervio y con un lenguaje quizรก mรกs rรญtmico y mรกs plรกstico y mรกs cercano a la calle. Y eso es lo que yo pretendo porque lo que mรกs miedo me da es aburrir.
es periodista freelance en El Paรญs, El Confidencial y Jotdown.