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Telescopios terrestres: los vigilantes nocturnos

La exploraciรณn espacial realizada desde la tierra ha echado mano de tecnologรญas cada vez mรกs sofisticadas para adentrarse en los misterios del universo.
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En los รบltimos veinte aรฑos se han construido telescopios de hasta 8.4 metros de diรกmetro con espejos monolรญticos, y de hasta 10 metros de diรกmetro con espejos segmentados en hexรกgonos y pentรกgonos, como los dos telescopios Keck instalados en Mauna Kea, Hawaii o el GTC en La Palma. En estos รบltimos, los espejos primarios se apoyan en actuadores controlados por computadoras, con lo cual puede ajustarse su curvatura para un mรกximo poder de resoluciรณn. Se llaman sistemas activos. Tambiรฉn utilizan sistemas adaptativos, que permiten contrarrestar las aberraciones producidas por la turbulencia de las capas atmosfรฉricas. Gracias a ello, y mediante otras tecnologรญas de punta, se logran resultados inimaginables hasta hace poco tiempo.

La รบnica forma de seguir aumentando el poder de resoluciรณn de los telescopios, sin crecer todavรญa mรกs su diรกmetro, ha sido utilizar tรฉcnicas de interferometrรญa รณptica. Consiste en captar la luz de dos telescopios alejados entre sรญ y combinarla en una pantalla comรบn para que produzcan un patrรณn de interferencia. Mediante la modificaciรณn de la distancia recorrida por los haces de luz y midiendo la visibilidad del patrรณn de interferencia resulta posible conocer, entre otras cosas, el diรกmetro angular de estrellas lejanas. Asรญ, los cuatro reflectores de 8.2 metros que componen el observatorio europeo VLT (Very Large Telescope), instalado en Cerro Paranal, Chile, pueden combinarse con otros cuatro telescopios auxiliares de 1.8 metros y, de esa manera, formar un telescopio/interferรณmetro con un diรกmetro virtual de 100 metros.

La combinaciรณn de los haces de luz procedentes de los distintos telescopios genera un patrรณn de interferencia que no es de alta de resoluciรณn, pero a partir de diversas mediciones realizadas sobre ese patrรณn de interferencia es posible reconstruir una imagen del objeto observado, usando algoritmos especializados para procesar los datos y mejorar su calidad. Los astrรณnomos consiguen alcanzar asรญ una resoluciรณn angular muy elevada, en el orden de las milรฉsimas de segundo de arco. En fechas reciente, este telescopio detectรณ el nacimiento de un planeta en medio de polvo y gas cรณsmicos, el cual gira alrededor de su estrella cuya edad aproximada es de 10 millones de aรฑos luz. Su tamaรฑo en el momento de observarlo era varias veces el de Jรบpiter y su temperatura supera los 1,000 oC.

Un arreglo de varios telescopios esparcidos en tierra (algunos estรกn en el Polo sur) se llama EHT (Event Horizon Telescopes). Entre sus tareas se encuentra la detecciรณn de ondas de radio emitidas por un masivo hoyo negro que se localiza en el centro de nuestra galaxia, cerca de la frontera entre las contelaciones de Sagitario y Escorpiรณn, llamado Sagitario A. Stephen Hawking se reuniรณ alguna vez con los participantes de la Universidad de Harvard para animarlos a perseverar, dado que los hoyos negros fueron su tema principal de investigaciรณn.

Desde la ventana de mi habitaciรณn en el albergue de montaรฑa de la isla de La Palma, a 2,300 m de altura sobre el nivel del mar, el cual da cobijo a investigadores, tรฉcnicos y uno que otro escritor curioso, puedo ver la silueta del grupo de observatorios del norte de Europa, unos doscientos mรกs arriba. El silencio es interrumpido por rรกfagas de viento que acarrean nubes, a veces tan bajas que podrรญan tocarse con las manos si no fuera porque se desvanecen mientras uno camina por la carretera que conduce a los diversos telescopios. Por fortuna, la mayor parte del aรฑo el clima es estable, propicio para la observaciรณn astronรณmica. Por la noche el cielo es nรญtido. El espectรกculo visual de la Vรญa Lรกctea resulta subyugante.

Cuando el Sol empieza a ocultarse en el horizonte, un astrรณnomo encargado por parte del Instituto de Astrofรญsica de Canarias (IAC) abre las cortinas gigantescas que guardan los diversos telescopios durante el dรญa. La noche inicia y es momento de preparar los instrumentos a fin de examinar los objetos esparcidos por el espacio exterior. Los tiempos de observaciรณn son costosos, de manera que las peticiones se someten a comitรฉs de especialistas, quienes asignan con antelaciรณn el calendario de cada telescopio. El astrรณnomo operador sabe, en cada caso, las coordenadas de un determinado grupo de estrellas en una galaxia precisa a fin de no perder tiempo, que no es de oro sino de luz.

Visitemos cada uno de ellos, empezando por el Telescopio ร“ptico Nรณrdico, el cual vio sus primeros fotones en 1988, esto es, cuando se lleva a cabo la primera prueba real del poder y precisiรณn de su mecanismos, lentes y detectores. Su espejo primario mide 2.5 m de diรกmetro. Puede captar luz visible y su detector aledaรฑo es capaz de mirar en el infrarrojo. Astrรณnomos de Finlandia, Dinamarca, Suecia, Islandia y Noruega vienen a realizar sus observaciones cada temporada. El Telescopio William Herschel tambiรฉn es รณptico y su detector anexo registra en el infrarrojo cercano. Pero su espejo primario mide 4.20 m. Ha descubierto cometas en nuestro sistema solar y molรฉculas supercomplejas en el espacio interestelar. Junto con el Isaac Newton (2.5 m) y el Jacobus Kapteyn (1 m), el cual se robotizรณ y reabriรณ sus puertas al cielo en 2015, forma parte de un esfuerzo britรกnico-australiano bajo el nombre de Grupo de Telescopios Isaac Newton. Recuerdo haber coincidido alguna noche aquรญ con un grupo de astrofรญsicos de la Universidad de Belfast, quienes habรญan descubierto uno de los primeros planetas vagabundos en una galaxia cercana, cuerpo celeste que, para mi sorpresa, no orbita alrededor de ninguna estrella.

Otro telescopio britรกnico es el Liverpool, de 2 m, el cual es totalmente robotizado y se maneja a control remoto desde aquella ciudad portuaria. En octubre de 2017 el telescopio de Mauna Kea, en Hawaii, detectรณ por primera vez un extraรฑo objeto interestelar que estaba por abandonar nuestro sistema solar. Habรญa que moverse rรกpido a fin de captar sus salida. El Liverpool fue uno de los primeros en observarlo y rastrearlo hasta que se perdiรณ de nuevo en el medio interestelar.

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escritor y divulgador cientรญfico. Su libro mรกs reciente es Nuevas ventanas al cosmos (loqueleo, 2020).


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