En dรญas pasados una docena de artistas cubanos, entre los que se encuentra la internacionalmente reconocida Tania Bruguera, fueron arrestados en La Habana. Tras ser liberados, algunos han quedado imposibilitados de salir del paรญs ยฟQuรฉ han hecho? Simplemente protestar, por medio de una sentada en las aceras frente al Ministerio de Cultura de la isla, contra el decreto 349, que regula la libertad de expresiรณn en el campo artรญstico cubano.
Lo primero que habrรญa que decir es que dicho decreto aparece en un momento de debates y consultas sobre la nueva Constituciรณn cubana, cuya aprobaciรณn estรก programada para febrero de 2019. Se trata de un conjunto de disposiciones jurรญdicas que deberรญan integrar las leyes reglamentarias de una constituciรณn que todavรญa no ha sido refrendada por el pueblo. Llama la atenciรณn, por su anomalรญa, que esas normas diseรฑadas para complementar la ley suprema de la naciรณn, se aprueben antes de la constituciรณn misma.
ยฟUrgencia? ยฟAnsiedad de control? ยฟQuรฉ explica la anomalรญa? La responsable de recursos humanos del Ministerio de Cultura de la isla, Alina Estรฉvez, explicรณ al periodista Alexis Triana en el periรณdico Granma que no habรญa mayor novedad en el decreto. Una ley anterior, la 226 de octubre de 1997, ya contenรญa las principales figuras restrictivas de la libertad de expresiรณn artรญstica en Cuba, de acuerdo con las constituciones de 1976 y 1992, que preservaban la mรฉdula soviรฉtica del Estado cubano.
Lo nuevo del decreto es su lenguaje y su alcance, que se dirigen a atajar el rebasamiento del control del Estado en el emergente sector privado de la isla: restaurantes, bares, galerรญas independientes, teatros alternativos, lugares pรบblicos. La fรณrmula โcontravenciรณn personalโ sirve para penalizar la โdivulgaciรณn de materiales que bajo un supuesto ropaje artรญstico sean lesivos a la moral, la รฉtica, las buenas costumbres, irrespeten sรญmbolos patrios, efectรบen actos discriminatorios por el color de la piel, gรฉnero, orientaciรณn sexual o discapacidadโ.
En Cuba asistimos a una mezcla de la vieja censura burguesa nacionalista y la nueva correcciรณn polรญtica multicultural, que tiene como trasfondo la redefiniciรณn en curso de la ideologรญa de Estado. Tras la renuncia inconfesa al marxismo-leninismo de corte soviรฉtico como doctrina oficial, el gobierno cubano, en vez de relajar sus controles sobre la cultura, refuerza la interdicciรณn y el acoso contra los jรณvenes artistas y cineastas, dramaturgos y escritores.
Ademรกs de las โcontravenciones personalesโ, el decreto 349 persigue lo que llama, en insufrible maltrato de la lengua castellana, โintrusismoโ, es decir, la prรกctica artรญstica de sujetos que el Estado no considera artistas profesionales y que, por tanto, no estรกn afiliados a organizaciones oficiales como la Asociaciรณn Hermanos Saรญz y la Uniรณn de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). Un ejรฉrcito de โinspectoresโ se encargarรก de expulsar a los โintrusosโ del espacio institucional del arte.
Llama la atenciรณn que esas regulaciones se hagan en nombre de la โprotecciรณnโ o la โdefensaโ de la โvanguardiaโ artรญstica cubana, cuando uno de los gestos inaugurales del arte de vanguardia, desde el dadaรญsmo y Marcel Duchamp, es desafiar los lรญmites del arte profesional. Por mรกs que los funcionarios insistan en que el decreto no afecta la creaciรณn, en Cuba la voluntad estatal de distinguir quรฉ es arte y quiรฉn es artista proyecta la esencia del totalitarismo en la administraciรณn de la cultura.
Hasta el trovador Silvio Rodrรญguez, figura icรณnica de la cultura revolucionaria, ha expresado su malestar con la nueva ley. Rodrรญguez ha sugerido que el decreto fue firmado mecรกnicamente por el presidente Miguel Dรญaz Canel, poco despuรฉs de asumir el cargo. Pero el texto de la norma legal reproduce ideas manejadas por el propio Dรญaz Canel en una intervenciรณn en la UNEAC en 2014 y otros discursos recientes, como la insistencia en combatir la vulgaridad, la chabacanerรญa, la obscenidad โespecialmente del reguetรณnโ y la โpรฉrdida de valoresโ.
El decreto 349 es reflejo del giro conservador que ha dado la polรญtica cultural cubana en los รบltimos aรฑos, como consecuencia de la reacciรณn oficial al avance del mercado, el crecimiento del sector no estatal, el acceso a internet, las redes sociales, la autonomรญa artรญstica y una nueva cultura popular joven que desafรญa el discurso verticalista del poder. Pero el espรญritu de la ley, como reconocen los propios funcionarios, es consustancial a la polรญtica cultural del rรฉgimen cubano desde los aรฑos 60.
A pesar de la represiรณn, que los medios oficiales ocultan, la movilizaciรณn de los artistas independientes contra el decreto 349 ha sido eficaz. Esta vez, han logrado ganarse el apoyo de la mayorรญa del campo intelectual cubano, donde crece la inconformidad por sentirse excluido del proceso constituyente. En publicaciones como Cuba Posible o el blog del historiador y jurista Julio Cรฉsar Guanche, La Cosa, se han publicado decenas de crรญticas a la nueva Constituciรณn por parte de acadรฉmicos e intelectuales adscritos a instituciones oficiales.
Por lo visto, la burocracia ha tomado nota del creciente malestar y envรญa seรฑales de contenciรณn, como la del anuncio de una nueva flexibilizaciรณn de las regulaciones del trabajo por cuenta propia. Esas modulaciones del cierre, sin embargo, no implican un cese de la represiรณn o un abandono de la estigmatizaciรณn del arte independiente, como se comprobรณ en los arrestos de los รบltimos dรญas. Cualquier debate serio entre los artistas y el poder en Cuba deberรญa plantear como premisa el fin de la represiรณn y, al menos, una disculpa del Estado a sus vรญctimas.
(Santa Clara, Cuba, 1965) es historiador y crรญtico literario.