Pese a los mรบltiples esfuerzos por dotar de agua potable a la Ciudad de Mรฉxico, hay distintas zonas que no tienen acceso a ella. La primera que se viene a la mente es Iztapalapa. Sin considerar a la zona metropolitana, en esta alcaldรญa radica el 20% de la poblaciรณn capitalina, 1,827,868 habitantes, segรบn el รบltimo censo del Inegi (2015). De acuerdo con datos oficiales de la propia alcaldรญa, cada uno de ellos recibe en promedio 225 litros diarios de agua.
((โCada habitante de Iztapalapa recibe 9.4 litros de aguaโ, Milenio, 22 marzo de 2018: bit.ly/2MbfQJa.
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Sin embargo, 68 de sus colonias solo reciben agua por tandeo, un servicio que se otorga unos cuantos dรญas a la semana, o por medio de pipas, lo que reduce la dotaciรณn a ochenta litros diarios. Segรบn esta informaciรณn, el gobierno estรก cubriendo el derecho al agua de la poblaciรณn iztapalapense, incluso en las colonias que la reciben por tandeo, pero ยฟquรฉ sucede en otras alcaldรญas que elevan el consumo promedio de la ciudad a trescientos sesenta litros diarios por persona?
En el aรฑo 2010, el Consejo de Evaluaciรณn del Desarrollo Social del entonces Distrito Federal reportaba un consumo de agua diario y por habitante de entre 275 y 410 litros en las colonias de clase media de la delegaciรณn Benito Juรกrez, mientras que en zonas privilegiadas, como las Lomas de Chapultepec, la cifra oscilaba entre ochocientos y mil litros. Esto revela una brecha enorme de desigualdad en el abastecimiento de agua potable en la capital, la cual incrementa la desigualdad en otros aspectos, como el econรณmico, el acceso a la salud, el tiempo libre y las tareas domรฉsticas que realizan las mujeres.
La mayorรญa de las colonias que en Iztapalapa reciben agua por tandeo se ubican en la Sierra de Santa Catarina, un conjunto de seis conos volcรกnicos que forman parte de la franja neovolcรกnica transmexicana y marcan la divisiรณn geogrรกfica de esta alcaldรญa con Tlรกhuac. El tipo de suelo de la sierra es ideal para la recarga de los mantos acuรญferos. No obstante, esto solo se logra en Tlรกhuac porque ninguna de las laderas de la sierra que le corresponden estรก urbanizada, a diferencia de las iztapalapenses: la mitad ya estรกn pobladas y, ademรกs, son una de las zonas con mรกs alto grado de marginaciรณn y rezago en la Ciudad de Mรฉxico.
Es en la Sierra de Santa Catarina donde desarrollo la investigaciรณn Capacidades adaptativas en torno al uso del agua, que pertenece al programa de mentorรญas Women4Climate lanzado por el c40, un grupo de alcaldes que decidieron unirse para disminuir las emisiones de diรณxido de carbono en las ciudades que gobiernan y conseguir que estas se adapten al cambio climรกtico. La desigualdad en el acceso al agua potable es un problema que debe resolverse; sin embargo, la investigaciรณn que llevo a cabo documenta y analiza cรณmo se adaptan las personas a su escasez. El modelo de manejo de agua potable de las familias de la Sierra de Santa Catarina podrรญa ser uno de los paradigmas del futuro prรณximo, pues desde hace treinta aรฑos han lidiado con el desabasto de ese recurso. Ante ello han desarrollado infraestructura de almacenamiento, creado mรฉtodos para reusar el agua y estrategias para mejorar su calidad; tambiรฉn dedican parte de su tiempo a captar agua de lluvia. Sus โcapacidades adaptativasโ (que con las capacidades de amortiguamiento y transformaciรณn caracterizan la resiliencia) en el actual contexto de cambio climรกtico por causas antropogรฉnicas serรกn de utilidad para otras zonas de la capital mexicana, cuando se enfrenten al desabasto de agua, y aun podrรญan servir para diseรฑar e implementar programas que fomenten su cuidado y ahorro.
De acuerdo con sus testimonios, lo indispensable para sobrevivir con agua por tandeo es contar con infraestructura de almacenamiento que permita recolectar la mayor cantidad del lรญquido que llega por la red. Las mujeres organizan su tiempo y actividades โcomo lavar la ropa y llenar la cisterna, el tinaco o cualquier otro medio de almacenamientoโ en funciรณn de los dรญas en que reciben el agua. Las mujeres tambiรฉn son responsables de volver a utilizarla para lavar la ropa, los trastes y, con la de menor calidad, trapear el piso o verterla al excusado.
En Iztapalapa tambiรฉn se capta el agua de lluvia. La mayorรญa de sus pobladores lo hace de forma rudimentaria, colocando cubetas donde escurre el agua pluvial. Afirman que a veces es mรกs limpia que la suministrada por la red, que en ocasiones tiene un olor desagradable, es de color rojo, debido al hierro, y ha llegado hasta con larvas de mosquito. Los habitantes de la sierra han buscado maneras para disminuir esas caracterรญsticas lo mรกs posible. Algunas familias han creado filtros rudimentarios: mantas o telas que retienen los sรณlidos, cartuchos lavables que colocan en los filtros comerciales para que estos duren mรกs tiempo. En otras colonias, los filtros duran hasta tres meses, pero en Iztapalapa dejan de funcionar a las dos o tres semanas. Cambiarlos a ese ritmo, debido a su nivel de desgaste, mermarรญa un gran porcentaje del ingreso familiar.
Algunos de sus mรฉtodos y actividades pueden replicarse en otras zonas que en el futuro se vean afectadas por la falta de agua; en particular, me refiero a la reutilizaciรณn y la captaciรณn. Para quienes nunca han vivido este tipo de escasez resultarรก extraรฑo. Tener agua tomarรก mรกs tiempo del que estamos acostumbrados a invertir, pero la situaciรณn es apremiante. La ciudad ya sufre de un estrรฉs hรญdrico muy alto que solo se agrava dรญa tras dรญa. ~
es maestra en ciencias de la sostenibilidad por la unam y especialista en restauraciรณn ambiental. Fue seleccionada por Women4Climate para enfrentar el cambio climรกtico en la Ciudad de Mรฉxico