Ritmo en todo y en todos

El libro de Ce Santiago contiene una historia de la batería como instrumento, con un riguroso repaso a cantidad de figuras estelares o más discretas pero fundamentales, de las que a veces se cuentan historias divertidas.
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Cuando me siento a escribir estas notas me pongo la pieza As This Moment Slips Away, del disco que grabaron a medias en 2015 el saxofonista Joshua Redman y la banda de jazz The Red Plus (con David King a la batería). Recomienda la escucha Ce Santiago en la última página de su libro Mester de batería. La tríada en el texto, publicado hace unos meses por H&O Editores, en su colección NMK. Aquí, al dar por terminado el libro, nos cuenta Santiago que fue escuchándola una y mil veces como se le ocurrió la idea original para el texto, que es una declaración rendida de amor a la batería, una historia de la música del siglo XX y la exposición generosa de una intuición sobre el ritmo interno de las cosas, percibido desde la música y desde la literatura. El trato constante con As This Moment Slips Away, con su título de cosa que se escapa, fue el desencadenante para la escritura, pero se entiende que esta relación de acecho del ritmo llevaba años en marcha. Y la lista de recomendaciones que la precede es muy larga.

Ce Santiago, que publicó en 2020 la novela El mar indemostrable en La Navaja Suiza, trabaja como traductor. Una lista parcial de los autores a los que ha traducido nos da una idea del espectro de su oído: William H. Gass, T.C. Boyle, Mary Robison, Omar Robert Hamilton, Gilbert Sorrentino, Djuna Barnes o Chris Offutt. Además, toca la batería, y el vínculo con el instrumento es muy fuerte. Al comienzo del libro aparece un episodio personal: el recuerdo de haber tocado en la infancia una batería improvisada, remedada con cajas de zapatos vacías, colocadas boca abajo, golpeadas con unos palillos chinos. No sé si tiene una banda fija, pero por el libro sabemos que desde que se trasladó a una casa solitaria tiene instalada una batería cerca de su escritorio, y que la toca como otros fuman: cuando no le acaba de salir bien el trabajo, cuando no da con la frase que busca, o bien para celebrar que le ha salido muy bien, o incluso antes de sentarse a traducir, para acostumbrar al cuerpo a una cadencia adecuada al trabajo que le espera. Entonces, entre los fraseos y la percusión, Santiago va a la caza del ritmo. Puede ser una búsqueda enloquecedora, puesto que hay ritmo en todo, pero desde luego será una búsqueda apasionante. Y es con pasión como él la emprende: el libro tiene la cadencia de una persecución. Entusiasta.

Al empezar a leer Mester de batería, quizá porque el juego de palabras que lo titula sugiere algo literario, creí que me iba a encontrar con un ensayo sobre el ritmo en la literatura comparado con la percusión en la música. Anticipaba una teorización a partir del recuento de sílabas y el golpeteo en los bombos. No es exactamente eso, o más bien digamos que la intuición que comparte con nosotros no está expuesta en esos términos puramente demostrativos. “[…] hay ritmo en el vuelo de los mirlos, los carboneros y los cuervos, y lo hay en el deseo de nuestros cuerpos…” dice en la primera página, desde la que se lanza ya a una descripción de lo que nos rodea y de nuestra manera de relacionarnos con ello. La introducción es preciosa: nos hace fijarnos en todo lo que hay alrededor y reparar en el ritmo que hace que todo viva (“…pues, palabra de McCullers, de ritmo solo carece lo muerto, y muerto está todo lo que no baila ni por fuera ni por dentro…”). McCullers es Carson, por supuesto; en realidad sí que se expone aquí una relación entre la batería como instrumento (entre la ¿práctica?, ¿interpretación?, ¿golpeteo? de la batería) y la escritura o la traducción o la literatura. Las referencias a escritores son frecuentes, y esenciales, y cuando aparecen entendemos que vienen a explicar un misterio que hemos detectado encarnado en el instrumento pero al que también podemos acceder por otros medios. Se menciona un par de veces la recomendación de Sebald de ir murmurando a medida que se compone el texto, para no perder la cadencia importantísima que lo conduce. Me interesó también mucho algo que dice Santiago sobre la manera de traducir: que desde que abordamos la traducción tenemos que dar con el ritmo interno del texto y seguirlo, que no se puede hacer un apaño final, una operación cosmética que dé apariencia de ritmo a lo que no lo tiene desde el principio.  

Yo creo que estoy perdiendo aquí un poco el ritmo y se me están desordenando estas notas. Lo contaré todo mezclado: el libro, en su fibrosa brevedad, contiene una historia de la batería como instrumento, con un riguroso repaso a cantidad de figuras estelares o más discretas pero fundamentales, de las que a veces se cuentan historias divertidas (a los músicos de jazz antiguos parecía pasarles de todo). Qué raro prejuicio me hace querer avisar, cuando escribo riguroso, de que lo que llama extraordinariamente la atención es la pasión con que está escrito todo esto (“…¿Cómo surge, de qué manera nace la batería [….]? No sabría decirlo. […] Inventaré, porque todo amor es invención…”, o “…esto no es una crónica, sino una declaración de amor, y ante lo que estamos en realidad es ante el acontecimiento de la condensación […] ritmo-cuerpo-instrumento…”). La pasión y el conocimiento aparecen en este libro perfectamente entrelazados, como si el conocimiento verdadero solo fuese posible a través del amor. Todo lo que se nos cuenta es frenético, pero nunca atropellado. Este texto también baila siguiendo su propio ritmo, también se acelera o se recrea en algunos pasajes. Tiene a veces algo oriental, de escuela que distingue la respiración universal que permite la vida y la relación entre los seres; nos habla de la historia de la música en el siglo XX, del compás no tan secreto que nos permitirá fundirnos con las cosas, de aguzar el oído y de soltar el cuerpo. Suena a veces como un poema extático que nos insta a soltarnos, a entregarnos, a rendirnos. Y de fondo ese tic-tac, tu-tu-pa, tic-tac, tu-tu-pa… que lo mantiene todo vivo. 

Mester de batería. La tríada en el ritmo
Ce Santiago
H&O Editores, 2023
101 páginas

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Es escritora. Su libro más reciente es 'Lloro porque no tengo sentimientos' (La Navaja Suiza, 2024).


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