Foto: Saba en Unsplash

La cruda realidad de los aranceles

Trump ha dejado claro que pretende cumplir sus promesas electorales. Solo entendiendo la lรณgica de sus acciones podrรก Mรฉxico desarrollar estrategias que brinden buenos resultados.
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El presidente Donald Trump estรก cumpliendo sus promesas. El 1 de febrero impuso aranceles de 25% a sus socios comerciales mรกs importantes, Mรฉxico y Canadรก, y un arancel de 10% a China. Un par de dรญas despuรฉs, se anunciรณ que, tras una llamada telefรณnica entre los presidentes Trump y Sheinbaum, las tarifas a Mรฉxico se suspenderรญan un mes. A cambio, Mรฉxico se comprometiรณ a reforzar la frontera norte con 10 mil elementos de la Guardia Nacional para combatir el trรกfico de drogas, especialmente el fentanilo, y trabajar conjuntamente en seguridad y comercio. Trump informรณ que se estarรกn negociando los tรฉrminos de dicha suspensiรณn, liderados por altos funcionarios de ambos paรญses.

Si bien el anuncio de aranceles enfureciรณ a sus dos principales aliados regionales, no debiรณ de haber causado sorpresa. En gran parte, Trump ganรณ la contienda electoral debido a sus polรญticas comerciales y migratorias. El presidente regresรณ a la Casa Blanca con mayor conocimiento del funcionamiento del gobierno federal, equipado con un gabinete de aliados ideolรณgicos y fieles a su plataforma polรญtica de โ€œHacer a Estados Unidos Grande de Nuevoโ€ (MAGA). En sus primeras semanas, ha dejado claro que tiene toda la intenciรณn de avanzar con sus promesas electorales a costa de lo que sea.

La suspensiรณn de los aranceles estรก ligada a la capacidad del gobierno mexicano de frenar el flujo de migrantes, evitar la producciรณn y distribuciรณn del fentanilo y combatir el crimen organizado. Ya no existen aquellas รฉpocas cuando la migraciรณn, el comercio y la seguridad se abordaban de manera separada. Ahora, los tres temas estรกn vinculados y, para evitar la eventual imposiciรณn de tarifas, la presidenta Claudia Sheinbaum tendrรก que producir resultados inmediatos en materia migratoria y de seguridad. Ojalรก que hayan alcanzado un acuerdo en cuanto a los indicadores y las mรฉtricas que utilizarรกn para evaluar esos resultados, pues de lo contrario, serรก la interpretaciรณn del presidente Trump la que dictamine si los esfuerzos fueron suficientes como para evitar una guerra comercial.

Es cierto que la imposiciรณn de aranceles elevarรญa los costos de productos bรกsicos en Estados Unidos. Mรฉxico se posicionรณ como el primer socio comercial de Estados Unidos en 2023, con 800 mil millones de dรณlares en comercio binacional, superando a Canadรก y a China. En 2024, Mรฉxico fue el principal destino para productos agrรญcolas de Estados Unidos, y suministra aproximadamente la mitad de las frutas y verduras frescas que llegan al vecino del norte. Justificar un aumento en los precios de estos y otros productos serรก un desafรญo para Trump, considerando que prometiรณ reducir la inflaciรณn y los costos en el paรญs.

Desde la entrada en vigor del T-MEC, en julio de 2020, las cadenas de suministro regionales son cada vez mรกs interdependientes. Sectores clave, como el automotriz, el manufacturero y la industria electrรณnica se verรญan severamente impactados con los aranceles, debido a que ciertos productos cruzan la frontera mรบltiples veces a lo largo de su proceso de fabricaciรณn.

Pero, a pesar de esta profunda y exitosa integraciรณn, Trump sigue considerando imponer aranceles. Si hay algo que el neoyorquino odia tanto como ama los aranceles, son los dรฉficits comerciales. En 2023, Estados Unidos registrรณ un dรฉficit de 152.48 mil millones de dรณlares frente a Mรฉxico. Este dรฉficit, acompaรฑado de las preocupaciones tanto de demรณcratas como de republicanos sobre la creciente presencia, influencia e inversiรณn china en Mรฉxico, explican en parte la lรณgica detrรกs de los aranceles. Irรณnicamente, al debilitar la credibilidad y la certidumbre de Amรฉrica del Norte, la naciรณn que mรกs podrรญa beneficiarse de esta situaciรณn es China.  

Los aranceles tambiรฉn deben entenderse desde la migraciรณn y el fentanilo. Ambos forman parte del argumento de Trump para convencer a los estadounidenses que el dolor de una eventual alza de precios valdrรก la pena. De acuerdo con cifras del Migration Policy Institute, hay aproximadamente 11.3 millones de indocumentados residiendo en Estados Unidos, de los cuales 45% (5.1 millones) son mexicanos. Las polรญticas migratorias fallidas del presidente Biden, que registraron nรบmeros rรฉcord de encuentros en la frontera entre Mรฉxico y Estados Unidos, sentaron las bases para el regreso de Trump y agravaron el sentimiento antiinmigrante en el paรญs. La Casa Blanca tiene como objetivo deportar primero a migrantes indocumentados con antecedentes criminales (entre 400 mil y 600 mil), seguidos por aquellos que llegaron al paรญs hace dos aรฑos, y luego al resto de la comunidad indocumentada, con la meta de deportar un millรณn de migrantes en el aรฑo fiscal 2026.

Aunque habrรก barreras legales y retos logรญsticos, las deportaciones masivas se llevarรกn a cabo y Trump les exigirรก, por las buenas o las malas, a los paรญses de origen que reciban a sus connacionales. En un reciente artรญculo publicado en el Wall Street Journal, el secretario de Estado, Marco Rubio, escribiรณ: โ€œalgunos paรญses estรกn cooperando con nosotros con entusiasmo; otros, no tanto. Los primeros serรกn recompensados.โ€ Ahรญ estรก la clave para sostener una buena relaciรณn con la administraciรณn Trump. Ahรญ estรก lo que ocurriรณ con Colombia: mรกs claro, ni el agua.

En materia de seguridad, la cooperaciรณn bilateral se deteriorรณ durante el sexenio de Andrรฉs Manuel Lรณpez Obrador. La falta de confianza mutua, intercambio de inteligencia, objetivos compartidos y acciones conjuntas distanciaron a los dos paรญses. En su comunicado sobre la imposiciรณn de aranceles, la Casa Blanca declara que el gobierno de Mรฉxico tiene una โ€œalianza intolerableโ€ con las organizaciones que trafican droga, una clara respuesta a los aรฑos de nula cooperaciรณn en materia de seguridad.

Dicho esto, el plan de seguridad de Claudia Sheinbaum integra componentes esperanzadores para el futuro de la relaciรณn con Estados Unidos, con un enfoque en fortalecer las capacidades de inteligencia, la coordinaciรณn interinstitucional y el combate frontal a los carteles. El gran desafรญo hacia adelante serรก buscar la manera de colaborar con una Casa Blanca que considera que el gobierno de Mรฉxico esta coludido con el crimen organizado y que tiene como prioridad reducir el flujo de opioides sintรฉticos que han causado una crisis de salud pรบblica en Estados Unidos. Trump ha lanzado la posibilidad de designar a los carteles como organizaciones terroristas extranjeras, una medida que podrรญa justificar una posible intervenciรณn militar unilateral en Mรฉxico en el futuro prรณximo.

Existe una desconexiรณn entre lo que Mรฉxico percibe โ€“un momento รบnico para atraer inversiรณn y fortalecer la regiรณn de Amรฉrica del Norteโ€“ y lo que se vive y dice en Washington. Apenas la semana pasada, varios funcionarios mexicanos estaban convencidos de que los aranceles no ocurrirรญan, que las deportaciones masivas no se realizarรญan, e incluso, que una intervenciรณn militar unilateral por parte de Estados Unidos serรญa inconcebible. Mientras Mรฉxico sigue apostando por el fenรณmeno de nearshoring, el gobierno estadounidense vira hacia el reshoring y se distancia cada vez mรกs del libre comercio. Trump utiliza los aranceles como medida de presiรณn, pero estos tambiรฉn forman parte de la ideologรญa comercial de MAGA.

Al gobierno de Claudia Sheinbaum le corresponde enfocarse en desarrollar estrategias contundentes para enfrentar lo que puede ser el mayor revรฉs en la relaciรณn bilateral entre ambos paรญses en la historia moderna. Debe prepararse para lo peor y esperar lo mejor. De no ser asรญ, tendrรก que aprender a golpes que lo que dice el mandatario estadounidense lo lleva a cabo.

El paรญs no debe gastar energรญas analizando el impacto que tendrรกn las deportaciones masivas y los aranceles en el sector laboral, las industrias y los precios en Estados Unidos. Solo entendiendo los incentivos y la lรณgica e ideologรญa de Donald Trump y su movimiento, Mรฉxico y otros paรญses podrรกn desarrollar estrategias que brinden buenos resultados con Estados Unidos. Washington ha cambiado y los paรญses de Amรฉrica Latina y del resto del mundo deben aceptar esta nueva realidad, preservando su soberanรญa y sus propios intereses, y manteniendo la flexibilidad para crear nuevas vรญas de colaboraciรณn. ~

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es directora del Instituto Mรฉxico del Wilson Center. Ha laborado en el gobierno federal de Mรฉxico, fue asesora de polรญticas pรบblicas para Amรฉrica Latina en un despacho de abogados internacional en Washington DC y fungiรณ como corresponsal de la Casa Blanca para NTN24. Cuenta con una maestrรญa en Estudios Latinoamericanos y Gobierno de la Universidad de Georgetown.


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