Michael Vadon/Flickr

Donald Trump contra Estados Unidos

El candidato republicano ya no compite contra Hillary Clinton. Compite contra nuestra democracia.
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Despuรฉs del primer debate presidencial, el nominado del Partido Republicano pidiรณ vigilancia e intimidaciรณn en colegios electorales de ciudades como Filadelfia y Cleveland. En el segundo, Trump anunciรณ su intenciรณn de investigar a Clinton utilizando los poderes de su presidencia, y prometiรณ meterla en la cรกrcel por crรญmenes sin detallar contra el Estado. Mรกs tarde convirtiรณ esa idea en un eslogan de campaรฑa: โ€œEnciรฉrralaโ€. La รบltima semana ha denunciado que todo el proceso electoral estรก โ€œamaรฑadoโ€: hay una oscura conspiraciรณn destinada a negarle la victoria en la votaciรณn. Y en el รบltimo debate presidencial en la Universidad de Nevada-Las Vegas, Donald Trump se negรณ a aceptar la derrota si perdรญa el 8 de noviembre.

โ€œLo mirarรฉ cuando llegue el momento. Ahora no digo nada. Lo mirarรฉ cuando llegue el momentoโ€, dijo Trump cuando el moderador Chris Wallace le preguntรณ si respetarรญa los resultados electorales. Wallace repitiรณ la pregunta.

Hay una tradiciรณn en este paรญs, de hecho uno de los motivos de orgullo de este paรญs, que es la transiciรณn pacรญfica del poder: por muy duro que se pelee en una campaรฑa, al final el perdedor acepta su derrota ante el vencedor. No digo que usted vaya a ser necesariamente el ganador, o el perdedor. Sino que el perdedor acepta su derrota ante el ganador, y que el paรญs se une en parte por el bien del paรญs. ยฟEstรก usted diciendo que no estรก en condiciones de comprometerse con ese principio?

De nuevo, Trump se negรณ a comentar. โ€œSe lo dirรฉ en su momentoโ€, dijo, โ€œlo mantendrรฉ el suspenso, ยฟde acuerdo?โ€

Clinton dijo que esto era โ€œhorripilanteโ€. โ€œExistimos desde hace 240 aรฑosโ€, dijo. โ€œhemos tenido elecciones libres y justas. Hemos aceptado los resultados cuando no nos habรญan gustado. Y eso es lo que se debe esperar de cualquiera que participe en un debate durante unas elecciones generalesโ€.

Clinton tiene razรณn. En 1800, el presidente federalista John Adams perdiรณ contra Thomas Jefferson y su Partido Demรณcrata-Republicano, tras una competiciรณn dolorosa y disputada. Y en vez de luchar o desafiar el resultado, Adam le entregรณ a su rival las riendas del poder, la primera transiciรณn pacรญfica del poder en una democracia y un hito en la historia del mundo moderno. El acto de conceder la derrota, en otras palabras, es fundamental en la historia de la democracia. Confiere legitimidad al ganador de una elecciรณn, dรกndole a รฉl o a ella la oportunidad de gobernar. Negarse a conceder, negar esa legitimidad, es socavar nuestras fundaciones democrรกticas.

Portavoces y partidarios de Trump han intentando defender sus comentarios, citando la conducta del entonces vicepresidente Al Gore tras las elecciones de 2000. Pero Gore no cuestionรณ el proceso; permitiรณ que siguiera adelante. Tal como ordenaba la ley estatal, Florida tenรญa que hacer un recuento. Despuรฉs el Tribunal Supremo detuvo ese recuento. En ese momento, Gore aceptรณ la derrota, con elegancia y sin dudas pรบblicas.

Al menos en las elecciones presidenciales, no hay precedentes de lo que Trump estรก prometiendo. El Sur esclavista pudo separarse de la Uniรณn tras las elecciones de 1860, pero ninguno de los oponentes de Abraham Lincoln negรณ su legitimidad como el lรญder electo de Estados Unidos. Esto es historia mundial en el peor de los sentidos posibles.

El papel de Donald Trump en la diseminaciรณn del โ€œbirtherismโ€ ayudรณ a convertir una creencia marginal en un elemento casi permanente de la polรญtica estadounidense. Gracias a Trump, grandes cantidades de personas que se identifican como republicanas dijeron โ€“durante mรกs de cinco aรฑosโ€“ que el presidente Obama habรญa nacido en suelo extranjero, y que era un musulmรกn cuya presidencia era ilegรญtima. Y la semilla que plantรณ Trump se transformarรญa en algo lo bastante robusto como para sostener su apuesta por la Casa Blanca. De manera similar, el constante argumento de Trump de que la competencia estรก amaรฑada โ€“de que el fraude en las votaciones es endรฉmico y perjudica al Partido Republicanoโ€“ ha contribuido a crear un mundo en el que el 73 por ciento de los republicanos cree que es posible que le roben la victoria a Trump.

ยฟQuรฉ sucede si, el 8 de noviembre, Trump pierde y se niega a aceptar la derrota? ยฟQuรฉ ocurre si ataca la legitimidad de Clinton e insiste, como hizo en el debate del miรฉrcoles, en que โ€œnunca se le deberรญa haber permitido presentarse a la presidenciaโ€?

Cualquier sugerencia de que esto no importa subestima la ira que podรญa despertarse tras la derrota de Trump, a causa de la paranoia y las teorรญas de la conspiraciรณn que dominan su campaรฑa. Es posible que, el 9 de noviembre, las autoridades tengan que afrontar protestas y manifestaciones contra Clinton, todas basadas en la idea de que robรณ la elecciรณn al vencedor legรญtimo. Es posible que, en las zonas donde Trump quiere que sus votantes vigilen los colegios, veamos violencia e intimidaciรณn, si partidarios enfurecidos y desesperados intentan โ€œprotegerโ€ el voto. Y es posible que, tras dos aรฑos de mandato de Hillary Clinton, grandes cantidades de republicanos โ€“quizรก incluso una mayorรญaโ€“ crean que no fue realmente elegida. Que la partida esta amaรฑada a su favor.

En su respuesta al rechazo de Trump a comprometerse a aceptar la derrota, Hillary Clinton hizo una observaciรณn clave el comportamiento de su rival:

Cada vez que Donald cree que las cosas no van en su direcciรณn, dice que alguna cosa estรก amaรฑada en contra suya. El FBI investigรณ durante un aรฑo mis correos electrรณnicos. Dijeron que no habรญa nada. ร‰l dijo que era un amaรฑo. Perdiรณ el caucus en Iowa. Perdiรณ en las primarias de Wisconsin. Dijo que la primaria republicana estaba amaรฑada en su contra. Luego Trump University tiene una denuncia por fraude y corrupciรณn. ร‰l dice que el sistema penal y el juez han amaรฑado las cosas contra รฉl. Hubo hasta una vez que no le dieron un Emmy a su programa tres aรฑos seguidos y รฉl empezรณ a tuitear diciendo que los Emmy estaban amaรฑados.

Estamos en un momento en Estados Unidos en el que el tejido de la sociedad podrรญa deshacerse todavรญa mรกs. Pero no por una guerra o una depresiรณn. No, podrรญamos ver desorden y violencia porque Donald Trump โ€“el hombre de negocios convertido en estrella de reality tv y transformado luego en polรญtico nativistaโ€“ es incapaz de admitir el fracaso. Incapaz de decir que ha perdido.

Publicado previamente en Slate

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Corresponsal en jefe sobre polรญtica en Slate.


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