David León Martín Jesús López Obrador
Imagen: Latinus

El pacto Morena Verde, un hilo que merece ser jalado

Morena Verde podría ser solo un pacto político. Descubrir si también es un pacto de corrupción dependerá del periodismo de investigación y, con suerte, de mejores autoridades a las que tenemos.
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Hay pactos de corrupción que marcan la historia de cada sexenio. Sus historias casi siempre empiezan desde antes: cuando los candidatos necesitan dinero para ganar una elección. Entonces, venden su alma al mejor postor: empresarios, partidos políticos, gobernantes, medios de comunicación o cualquiera con suficiente dinero para ganar (o comprar) una elección. En México, 25 de cada 26 pesos que se gastan en campañas (el 96%) son financiamiento ilegal. Y es dinero caro. A cambio de él, los patrocinadores de los candidatos exigen favores de sus gobiernos: contratos jugosos, cartas de impunidad, información privilegiada y un largo etcétera.

Morena Verde podría ser solo un pacto político. Descubrir si también es un pacto de corrupción dependerá del periodismo de investigación y, con suerte, de mejores autoridades a las que tenemos. Hasta ahora, esta solo es la historia de un hilo que merece ser jalado.

En el gobierno del presidente López Obrador y Morena, esa historia podría haberse tejido con el gobierno de Manuel Velasco y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Como veremos, es un hecho comprobado que Morena recibió financiamiento ilícito de campaña, por lo menos en 2015: los videos de dos hermanos del AMLO lo demuestran y las declaraciones del presidente lo confirman. Todo indica que ese dinero provino del gobierno de Manuel Velasco en Chiapas. Y, una vez en el poder, Morena no ha hecho más que beneficiar al Partido “Verde” y al mismo Velasco.

 

El financiamiento ilícito

Dos hermanos del presidente López Obrador fueron grabados recibiendo cientos de miles de pesos en efectivo entregados por David León Romero. En ese entonces, León era operador político del gobierno de Chiapas. Antes había ocupado puestos de coordinación en el Partido Verde. Cuando Velasco ganó como gobernador, abandonó esos puestos para operar en Chiapas con él.

En los primeros tres videos publicados por Latinus, entregó cerca de millón y medio de pesos a Pío López Obrador, hermano del presidente, fundador de Morena y operador de su campaña presidencial en el sureste del país. Las entregas de dinero duraron por lo menos un año y medio. Pero lo más importante no es la cantidad, sino su conversación.

En el video, ambos reconocen que el financiamiento está pensado como apoyo hacia las elecciones de 2018. David León le pidió a Pío: “Hazle saber al licenciado, a través de tus medios, que lo estamos apoyando. El chiste es apoyar. Esa es la consigna. A futuro, el proyecto al 18. Es decir, el chiste es que él vea que hay apoyo. (…) Él lo sabe, claro que lo sabe. Porque si él llega y ve: templete, sonido, ¿de dónde sale eso? Del apoyo que se le da. (…) O sea, es un hombre muy experimentado, que se da cuenta”. En respuesta, Pío López Obrador dijo que él “lo sabe perfectamente bien. Además yo ya mandé mensajes”.

El presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que recibió este dinero para su “movimiento”, que en ese momento ya era un partido con registro ante el INE. Al intentar justificarse en sus conferencias mañaneras, sostuvo que “en el [caso] de mi hermano con David León, son aportaciones para fortalecer el movimiento en momentos en que la gente era la que apoyaba básicamente”.

Como ha mostrado Leonardo Núñez, este es un caso claro de delitos electorales. En ese entonces, Morena reportó 1 millón 81 mil pesos de aportaciones de simpatizantes en Chiapas. Tan solo en los dos videos se rebasa ese monto, por lo que “violó la ley y abiertamente le mintió a la autoridad electoral al operar un esquema de financiamiento paralelo”. Sin embargo, hoy se cumple un año desde que la FGR recibió la denuncia por este caso. Todavía no hay avances y el INE ha criticado que la Fiscalía del gobierno de AMLO le ha bloqueado el acceso a la información necesaria para fiscalizar los recursos.

Ayer, Latinus publicó un nuevo video de David León entregándole 150 mil pesos a Martín Jesús López Obrador, otro hermano del presidente. Martín Jesús repite que el dinero es para su hermano. Aunque en el video no se dice nada nuevo, este prueba que las aportaciones de David León al círculo cercano del presidente fueron sistemáticas, y que el financiamiento a sus actividades políticas pudo haberse dado a través de distintos intermediarios.

Hay una cuarta grabación que vincula a Morena con el posible financiamiento ilícito del gobierno de Chiapas. En 2018, se difundió un audio en el que, presuntamente, Ricardo Monreal, senador de Morena cercano al presidente López Obrador, solicita a Velasco la liberación de tres jóvenes que fueron detenidas en un aeropuerto en Chiapas con un millón y medio de pesos.

 

Los frutos de Velasco, León y el Verde

Desde que López Obrador llegó al poder, David León, Manuel Velasco y el Partido Verde han sido beneficiados varias veces por Morena.

David León solo había ocupado algunos puestos en el Partido Verde y en gobiernos locales. Sin embargo, fue nombrado como coordinador de logística del presidente López Obrador durante la transición presidencial. Luego, fue designado por AMLO como coordinador nacional de Protección Civil, para después ser elegido por el presidente para una tarea más importante: dirigir la distribución de vacunas contra covid-19 y, supuestamente, limpiar la corrupción en ese sector. León declinó el puesto cuando se revelaron sus primeros videos con Pío López Obrador.

Por otro lado, Manuel Velasco ha sido beneficiado varias veces por Morena. En 2018, Velasco reformó la Constitución de Chiapas para poder ser gobernador del Estado y senador de la República al mismo tiempo. Para lograrlo, Velasco tuvo que buscar el apoyo de Morena en el Senado, para rendir protesta como senador y luego obtener una licencia que le permitiera regresar a ser gobernador de Chiapas por dos meses. En pago, el Verde de Velasco transfirió cinco diputados a la bancada de Morena.

En 2018, el Congreso designó a un nuevo auditor superior de la Federación, con apoyo de Morena y el Verde: David Colmenares. En los hechos, la ASF de Colmenares ha sido complaciente con Morena y AMLO. Desde que Morena y sus aliados obtuvieron el control de la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados (25 de 36 puestos), capaz de subordinar a la ASF, la Auditoría de Colmenares provocó, entre el último año de Peña Nieto y el primero de López Obrador, la mayor caída de auditorías realizadas (-25%), de acciones emprendidas (-33%) y de auditorías forenses (-40%).

Cuando Morena obtuvo la capacidad para controlar a la ASF, Velasco obtuvo la gracia de los carpetazos. La Auditoría Superior de la Federación documentó, en una investigación de ocho meses, cómo el gobierno de Velasco en Chiapas pagó 685 millones de pesos a una red de 26 empresas fantasma. Para hacer que rindiera cuentas, la senadora Xóchitl Gálvez anunció que presentaría un exhorto en el Senado para que Velasco compareciera a declarar ante el Pleno.

Como ha mostrado Manuel Ureste, el miércoles en el que Gálvez anunció su exhorto, el gobierno de Chiapas mandó a la ASF algunos documentos para aclarar las irregularidades –que ya estaban en el expediente de la Auditoría– y otros cuantos el viernes –documentos nuevos, pero que solo se referían al 0.5% de los recursos y a empresas que no eran parte de la investigación–. El siguiente martes, segundos después de que la senadora presentó su punto de acuerdo, un senador del Verde dio la noticia: ese mismo día, la ASF notificó al gobierno de Chiapas que se habían “solventado todas las irregularidades” y ya no había nada que aclarar. Dos días hábiles y documentos inconexos por el 0.5% de los 685 millones fueron suficientes para que la Auditoría de Colmenares cerrara una investigación de ocho meses. Cuando finalmente se votó el punto de acuerdo en el Senado, Morena usó su mayoría para frenarlo bajo la excusa de que ya todo se había aclarado.

Con el paso del tiempo, los vínculos entre Morena y el Verde no han hecho más que estrecharse. Gracias a su acuerdo de coalición con Morena, el PVEM cuadriplicó sus curules en la Cámara de Diputados, que pasarán de 11 a 44. De ser un simple partido satélite, el Verde ahora es el cuarto partido más grande en la Cámara de Diputados, y un aliado indispensable para Morena, que solo cuenta con 197 de los 251 diputados que necesita para tener mayoría en la Cámara baja.

Los escándalos de desvíos de recursos en el gobierno chiapaneco de Velasco no hacen más que crecer. El mes pasado, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad reveló que el gobierno de Velasco desvió alrededor de 500 millones de pesos a empresas fantasma en 2014 en la “Estafa Verde”, lapso que coincide con el año y medio en que Pío López Obrador recibía dinero en efectivo de David León. Hasta ahora, el SAT no ha emprendido ninguna acción jurídica en contra de estos desvíos.

El hilo todavía permanece oculto, y dependemos del periodismo de investigación para que la verdad sea revelada. Sin embargo, el origen, los intermediarios y el destino del dinero cada vez son más claros. Falta seguir el rastro. Como escribió Fernando Escalante hace unos días sobre Morena, “el partido oficial intenta, con visos de éxito, consolidar la base electoral que fue del PRI del fin de siglo: un voto sobre todo rural, de población de bajos ingresos, los de mayor edad, en el centro y sur del territorio (sobra decirlo: el electorado va junto con sus caciques)”.

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Consultor en Derecho Anticorrupción y litigio estratégico.


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