Hacia 1967, Hans-Jรผrgen Benedict contaba a la sazรณn con 25 aรฑos. Habรญa pasado ya por las universidades de Hamburgo, Heidelberg y Tubingia, participaba activamente en el movimiento estudiantil, y comenzaba ahora un doctorado en Teologรญa en la Universidad de Marburgo, destacada entre las universidades de Alemania Occidental por el ambiente rojo de sus aulas. Tras haber desechado la idea de escribir acerca de la Palabra dominical (Wort zum Sonntag) โindignado como estaba por la venia de las iglesias catรณlica y evangรฉlica a la campaรฑa de Estados Unidos en Vietnamโ investigaba ahora a los Testigos de la paz dentro de la Iglesia (Friedenszeugnis der Kirche).
Ese verano en particular, Benedict trabajaba en un ensayo[1]. Eso lo lleva a releer La Revoluciรณn Hรบngara y el Imperialismo totalitario, de Hannah Arendt. Su director de tesis, el profesor Hans-Eckehard Bahr, habรญa conocido el aรฑo anterior, durante una estancia sabรกtica en Chicago, a Hannah Arendt. Fue รฉl quien animรณ al doctorando a entablar contacto epistolar con ella. Tras el asesinato del estudiante Benno Ohnesorg, a manos de un policรญa de Berlรญn Occidental, Benedict termina por decidirse a escribirle a la filรณsofa.
Benedict esperรณ primero, y desesperรณ despuรฉs. La respuesta de Arendt no parecรญa llegar nunca. Consiguiรณ mientras tanto una plaza de asistente en la reciรฉn fundada Universidad del Ruhr, en Bochum, y se mudรณ allรก. Hannah Arendt, por su parte, tambiรฉn se mudaba por ese entonces: acababa de abandonar la University of Chicago, donde muchos la llamaban con un dejo peyorativo Tante Hannah (Tรญa Hannah), para comenzar labores en la New School for Social Research, en Nueva York. Por la mudanza, la carta se extraviรณ temporalmente en algรบn lugar, y tardรณ en llegarle a su destinataria. Cinco meses pasaron antes de que Benedict recibiera una respuesta muy detallada de su interlocutora.
Muy poco despuรฉs de escrita esta carta, Arendt participรณ en una mesa redonda en Nueva York. De allรญ saldrรญa mรกs tarde su ensayo Poder y violencia[2]. Algunas de las ideas se vislumbran ya in nuce en esta carta suya. Por lo demรกs, Arendt presenta un rostro que contradice los reproches acostumbrados de que no se interesรณ por la inquietud estudiantil de finales de los aรฑos sesenta.
Una vez recibida la contestaciรณn, Benedict se apresurรณ a enviarle otra aรบn mรกs larga y retadora en la que, por lo visto, le expresaba su deseo de publicar el intercambio epistolar. El 7 de enero de 1968, Arendt responde al Prof. Bahr y a Benedict. Desgraciadamente no se han publicado aรบn estas dos cartas, salvo un pรกrrafo de la enviada desde Nueva York, donde la autora dice con brusquedad: โNo deseo que se publique este intercambio epistolar. En primer lugar deberรญa ocuparme de la carta del Sr. Benedict del 8 de diciembre pasado, lo que en este momento no puedo hacer. En segundo lugar tambiรฉn porque en principio estoy en contra. En su primera misiva no me comentรณ nada acerca de la intenciรณn de publicarla; no escribo cartas para su publicaciรณn, y no lo harรญa. No porque haya algรบn misterio. Si usted quiere discutir mi posiciรณn con estudiantes en un seminario [universitario], entonces no tengo el menor reparo. Una conversaciรณn no es un escrito, y una carta no es un artรญculo. Hoy prima la tendencia, comprensible, de borrar las fronteras entre las formas de comunicaciรณn. Pero no me gusta participar en elloโ[3].
A pesar de todo, cuarenta y un aรฑos despuรฉs se publicรณ en Hamburgo la primera parte de este intercambio epistolar[4]. Son las dos cartas presentadas a continuaciรณn. Aposta dejo, y anoto, las erratas para dar una impresiรณn mรกs fidedigna del texto arendtiano. ~
Berlรญn. Abril, 2008.
Universitรคtsstr. 30-32
Marburgo. Junio 3, 1967.
ยกMuy apreciada seรฑora mรญa!
Ahora que releรญa estos dรญas su libro La Revoluciรณn Hรบngara y el Imperialismo totalitario[5] me pasรณ como quien, despuรฉs de mucho tiempo, recuerda los ideales de su juventud: lejanos, ya sรณlo logra percibirlos, con tristeza, a travรฉs de un velo.
De la misma manera, todo lo que mientras tanto ha sucedido vierte sus observaciones de entonces a una nueva luz. No se cumpliรณ cabalmente su deseo: mantener presente el recuerdo de aquel acontecimiento es mรกs necesario que nunca antes, y la represiรณn brutal de la Revoluciรณn debe, hoy como entonces, ser juzgada. Me parece caduca la posiciรณn desde la cual usted argumenta en su libro, y cuestionable la intensidad de su juicio, su empeรฑo para condenar el Imperialismo ruso.
Para comenzar por esto รบltimo: quizรก no era aรบn previsible la transformaciรณn de la polรญtica rusa cuando usted escribiรณ su ensayo. Pero incluso en ese caso (lo que descreo: esa nueva tendencia se ocultรณ sรณlo temporalmente por las crisis, que apenas se develรณ completamente a partir de [Aleksรฉi] Kosygin[6] y de los no-ataques en Vietnam), ยฟjustifica ello el intento de negarle al comunismo toda posibilidad de cambio y de fijarlo definitivamente bajo el signo estalinista? ยฟNo se le limita asรญ a la esfera del poder comunista el abrirse a la Historia? Segรบn el estado de las cosas en aquel entonces, pueden cumplirse sus pronรณsticos respecto del desarrollo de las polรญticas interior y exterior, pero no hay ninguna necesidad de que suceda asรญ. Incluso esa falta de potencial de cara al Imperialismo totalitario se venga ahora: hace mucho tiempo que desapareciรณ ya el terrorismo organizado en la U.R.S.S., y la polรญtica exterior de la U.R.S.S. โlista ya para coexistirโ le achaca tambiรฉn desde hace tiempo la culpa de extender la miseria en el Tercer Mundo.
Ciertamente nos ha sorprendido el giro de la polรญtica rusa, y por ello apremia aรบn mรกs la pregunta de a quรฉ se debe dicho cambio. ยฟEstarรญa usted de acuerdo conmigo si yo dijera que la etiqueta de Totalitarismo, Dominio total ya no hace justicia al comunismo ruso, y que ya no se puede seguir diciendo que actรบe por simple consideraciรณn de poder y que tenga como meta el establecimiento de un mundo ficticio? ยฟAcaso su renovaciรณn โtal como se expresa en la definiciรณn de Coexistencia en el programa del PCUS [Partido Comunista de la Uniรณn Soviรฉtica[7]] de noviembre de 1961โ no muestra que asumiรณ la esperanza de renovar a la humanidad, y que las consideraciones revolucionarias originales, enterradas durante el estalinismo, se han revitalizado?
En segundo lugar: desde la Revoluciรณn Hรบngara[8], la situaciรณn se ha invertido completamente. ยฟAcaso no nos obliga โcon tristeza y como no queriendo, sรญโ a modificar ahora el tรญtulo de su libro: La guerra de Vietnam y el Imperialismo norteamericano?
En su ensayo, usted no se identificaba con la posiciรณn de Occidente, aรบn y cuando criticara el Imperialismo totalitario desde dentro. Para usted se trataba de la encarnaciรณn de la autรฉntica libertad, tal como se hizo visible en la Revoluciรณn Hรบngara. A propรณsito quedaba excluido el problema econรณmico โla llamada Cuestiรณn socialโ, pues usted piensa que no es un asunto polรญtico.
ยฟPero quรฉ no se ha convertido ya la Cuestiรณn social en un tema polรญtico, es decir, no va en la lucha del Tercer Mundo contra la pobreza, el hambre y el analfabetismo por conquistar la libertad, el humanitarismo y la solidaridad en el sentido revolucionario? ยฟAcaso no apoya usted โal empequeรฑecer este problema y con la consecuente interpretaciรณn de la Revoluciรณn Francesa como una revoluciรณn malvadaโ ese modo de pensar del gobierno norteamericano que se siente justificado a atacar โallรญ donde haya un gobierno dรฉbil y la situaciรณn social no estรฉ aseguradaโ ([Robert] McNamara[9])?
En su gran libro sobre la Revoluciรณn responsabilizรณ usted a la pobreza de las masas durante la Revoluciรณn Francesa de haber desnaturalizado desde abajo la realizaciรณn revolucionaria de la libertad. ยฟLa alternativa serรญa hoy la pacificaciรณn americana desde arriba? ยฟY justo con el deseo de que โla รฉpoca de los agresivos revolucionarios romรกnticosโ (Walt Rostow[10]) se acabe de una vez por todas? En tal caso, dicha pacificaciรณn desde arriba deberรญa reconocerse como aquello que no se quiere en estas circunstancias: una contrarrevoluciรณn en el sentido clรกsico del tรฉrmino. Con otras palabras: ยฟcรณmo esbozarรญa usted aquel capรญtulo adicional de la historia de la Revoluciรณn, ya que se ha vuelto necesario por el reciente desarrollo?
Y en este contexto permรญtame agregar otra pregunta a propรณsito de la introducciรณn de su nuevo libro. Cuando usted misma establece la Revoluciรณn y la polรญtica del poder puro como antรญtesis, ยฟno hay entonces diferentes formas de violencia, en concreto una que se establece por sรญ misma, y otra que apunta a su propia aboliciรณn? ยฟRealmente es la violencia en general muda, o es que la resistencia violenta de los oprimidos en el Tercer Mundo no habla por sรญ misma?
Le escribo estas lรญneas el dรญa en que se hizo pรบblico que un policรญa matรณ a tiros a un estudiante berlinรฉs[11] durante una manifestaciรณn contra el sah de Persia[12]. Las preguntas, ni siquiera en Alemania Occidental, son acadรฉmicas. Parece que el anticomunismo y la falta tanto de libertad polรญtica como de derecho en el Tercer Mundo son algo complejo. En cualquier caso, la guerra en Vietnam ha hecho que los estudiantes seamos de nuevo conscientes de la unidad del mundo y de la necesidad de transformarlo. Comenzamos a entender que nos ataรฑe, y que si en Persia, Vietnam o Brasil reinan condiciones infrahumanas es por nosotros. Pensamos โdespuรฉs de todo por influencia suyaโ haber aprendido de nuestro pasado, y por eso levantamos nuestra protesta allรญ donde algo similar se repite.
Su respuesta a estas preguntas serรญan no solamente una gran ayuda para nosotros, sino tambiรฉn fortalecerรญa nuestra oposiciรณn.
Suyo, muy devoto,
Hans-Jรผrgen Benedict [A mano]
HANNAH ARENDT
370 RIVERSIDE DRIVE
NEW YORK, N.Y. 10025
Noviembre 25, 1967.
Muy estimado seรฑor Benedikt [sic]:
Ya conoce usted el periplo de su hermosa carta, y justo cuando, despuรฉs de tantas fatigas, felizmente me llegรณ, estaba yo a punto de abordar un aviรณn. Ahora quiero intentar responderle; quรฉ lรกstima que deba ser por escrito.
Usted escribe que releyรณ mi panfleto sobre la Revoluciรณn Hรบngara y a รฉl se refiere. Hasta donde sรฉ, Piper[13] retirรณ este libro hace tiempo de circulaciรณn โ con mi consentimiento. Tiene usted razรณn en sus reparos; son los mismos que tengo yo ahora. En aquel entonces desconfiaba del desarrollo ruso. Y para mostrarle cรณmo pienso ahora le adjunto la nueva introducciรณn a los Origins of Totalitarianism[14], que aparecieron[15] aquรญ el aรฑo pasado en nueva ediciรณn. No vale la pena enviarle el libro, pues exceptuando la introducciรณn a la segunda ediciรณn (que corresponde a la versiรณn alemana) no ha cambiado en nada; lo รบnico es que en la segunda ediciรณn norteamericana agreguรฉ a manera de epรญlogo las consideraciones en torno a la Revoluciรณn Hรบngara. Ahora simplemente lo suprimรญ. Y para simplificar le envรญo igualmente la aรบn[16] un preรกmbulo aรบn inรฉdito para la secciรณn sobre el Imperialismo del libro sobre el dominio total[17], pues la editorial quiere ahora publicarlo en paperback[18] dividiรฉndolo en tres partes. Pienso que en este texto encontrarรก las respuestas a sus preguntas; lo mejor serรญa que comenzara a leer la introducciรณn (en el manuscrito mecanografiado [sic][19]) por la tercera secciรณn, pรกgina xiv.
Le respondo, pues, sรณlo aquello que justamente no encontrarรก en los adjuntos. Nunca he atacado al comunismo por sรญ mismo, ni mucho menos, por lo tanto, lo identifiquรฉ con la postura totalitaria. Siempre me he opuesto explรญcitamente a la identificaciรณn de Lenin y Stalin, o a la de Marx y Stalin. Asรญ pues, tampoco hoy dirรญa que el comunismo haya cambiado, sino que la manera de gobernar ha cambiado. Lo que tenemos ahora en Rusia, la dictadura de un solo partido โque es por completo una variante de la tiranรญa, pero tampoco algo mรกsโ, es lo que, sin el ataque de Stalin, normalmente se hubiera esperado despuรฉs de Lenin. Descreo del potencial de lo totalitario para cambiar por sรญ mismo โ un poco como si la monarquรญa absoluta pudiera evolucionar hacia una constitucional. La muerte de Stalin, la derrota y muerte de Hitler, los acontecimientos externos, en definitiva, han sido[20] lo decisivo. Lo que subestimo es el llamado factor subjetivo, es decir, el elemento estrictamente personal y, con รฉl, la dificultad de los seรฑores absolutos para encontrar sucesores[21]. Eso no hubiera debido ser asรญ, se pudo haber encontrado uno que intentara darle continuidad โ tal vez [Lavrenti] Beria[22], aunque lo dudarรญa. Con ello me inclino a aceptar que ni siquiera [Nikita] Jrushchov (o como se escriba en alemรกn, me da pereza revisarlo)[23] sabรญa bien, en el aรฑo 1957, cuando escribรญ mi panfleto, hacia dรณnde irรญa la cosa, pero ya se habรญa decidido, con una resoluciรณn mucho mayor que la que yo supuse, a liquidar la secciรณn propiamente criminal del sistema.
Concuerdo tambiรฉn en lo fundamental, como verรก en el nuevo preรกmbulo, con su segundo punto: el Imperialismo norteamericano en Vietnam. Lo รบnico consolador de la historia es que el paรญs se convulsiona cada vez mรกs y, mientras no quieran manosearse los principios fundamentales de la Repรบblica, desde el gobierno no se puede hacer nada en contra. Espero que usted estรฉ de alguna manera enterado de esto: quiero ahorrarme las particularidades. Podrรญa ser que estemos frente al umbral de un nuevo desarrollo imperialista โno necesariamente totalitarioโ; lo seguro es que la Repรบblica de Estados Unidos no sobrevivirรก a dicho desarrollo, y con ello me refiero a la Repรบblica, es decir, a la forma de gobierno, no al paรญs. Sin embargo, tambiรฉn el paรญs estรก, de momento, expuesto a lo mรกs difรญcil, aunque eso no me importa tanto. Debo mi lealtad a esta Repรบblica, no al paรญs; por supuesto tambiรฉn a estas personas, entre las cuales hoy, siendo รฉste un momento decisivo, me siento mejor que nunca.
Otra pregunta es si la Cuestiรณn social se ha convertido ahora propiamente en una pregunta polรญtica. La lucha contra la pobreza y el hambre no es un asunto de pobreza y hambre, al menos en lo que afecta a los pobres y a los hambrientos, pues la mayorรญa de las veces ni siquiera son ellos quienes sostienen esta batalla, ni podrรญan sostenerla; y para ello es necesario abolir el analfabetismo: es con todo rigor una absoluta precondiciรณn. La pobreza y el hambre (o como prefiera usted llamarlos) han impedido que brote cualquier cosa de los movimientos de liberaciรณn en Asia y รfrica, que sรณlo sobre la base de una estabilidad mรญnima podrรญan tener alguna aspiraciรณn. Ellos han creado el vacรญo de poder, tambiรฉn en Sudamรฉrica[24] โla corrupciรณn de los gobiernos en todos estos paรญses es sรณlo el reverso de la medallaโ, que ha venido a darle nueva vida al Imperialismo. Asรญ queda aventajado ese entramado polรญtico que genera poder (ยกno violencia!); la pobreza, el hambre y el analfabetismo generan debilidad. No me venga con los vietnamitas, que en la guerra de guerrillas han generado realmente un poder considerable; ya los conocรญamos cuando aรบn se llamaban indochinos. No se trata de un pueblo miserable, sino de un pueblo con una cultura antigua y muy dotado, que cayรณ en desgracia. Lo de allรญ es en realidad un asunto de libertad nacional, si bien[25] de ninguna manera es lo que nosotros entendemos por libertad. Y algo parecido sucede, segรบn me parece, en Cuba, pues es principalmente culpa nuestra que las cosas se desarrollen bajo la sombra de la tiranรญa rusa. Vea sin embargo a los otros paรญses sudamericanos.
Ahora, el โcapรญtulo adicional de la historia de la revoluciรณn, que se ha vuelto necesario por el reciente desarrolloโ. ยกMe encantarรญa ser tan optimista como usted! La Pax Americana โcontra la que [John F.] Kennedy[26] ya se pronunciรณ expresamente, la que [Lyndon B.] Johnson proclamรณ explรญcitamenteโ es una pesadilla imperialista, y por lo mismo nada mรกs que un sueรฑo. La pacificaciรณn desde arriba de la que usted habla es simplemente una imposibilidad tรฉcnica, tanto en lo econรณmico como en lo militar. Nadie es tan rico como para poder ayudar a quienes no pueden ayudarse a sรญ mismos; se pudo ayudar a Alemania y a Japรณn, pero no se puede ayudar a la India, ni a Egipto, ni al Congo. Y respecto a lo militar, la Guerra de Vietnam deberรญa demostrar sobradamente que las grandes potencias ya no estรกn en condiciones de emprender guerras convencionales; y gracias a Dios todas tienen todavรญa miedo a las guerras atรณmicas. Por supuesto que se podrรญa invadir Vietnam, Vietnam del Norte[27], y con unos cuantos millones de soldados [sic] ocupar todo el paรญs y administrarlo. Pero al margen de los inmensos riesgos en la polรญtica exterior, ยฟquรฉ tan seguido podrรญa un paรญs como los propios Estados Unidos permitirse algo asรญ? completamente indepe[28]
Por lo demรกs tiene usted absoluta razรณn al sacar a colaciรณn a Walt Rostow en este contexto. รl desea en realidad una especie de contrarrevoluciรณn, y la ideologรญa por la cual todos estos empeรฑos navegan se llama anticomunismo que, como usted bien sabe, debe su origen y su formulaciรณn ideolรณgica no en รบltimo tรฉrmino a antiguos comunistas. Como un amigo mรญo, un crรญtico norteamericano, Harold Rosenberg[29] le escribiรณ una vez hace aรฑos a [Jean Paul] Sartre โ Cuรญdese usted del comunismo, es el semillero del anticomunismo. Prรฉcisรฉment[30].
Ahora, en lo referente a la violencia: no hay revoluciรณn que haya ganado sรณlo mediante la violencia. Ciertamente existe el amotinamiento violento de los oprimidos, que todavรญa no ha conducido a nada, en caso de que el aparato de poder existente no estuviera ya minado desde antes. Es siempre la debilidad, la enorme y ciega irritaciรณn de los dรฉbiles, la que se descarga en la violencia. Allรญ donde vence hay caos al dรญa siguiente โ no sin porquรฉ; y justo por la รบnica razรณn de que quienes descargaron su furia se dispersan al dรญa siguiente. De allรญ no surge ninguna oposiciรณn. Y cuando usted advierte algo similar en Vietnam, estรก usted completamente descaminado. Algo anรกlogo, es decir, una falla, encuentro en otra de sus observaciones. Usted escribe que la Guerra de Vietnam habrรญan[31] hecho a los estudiantes โde nuevo conscientes de la unidad del mundo y de la necesidad de transformarloโ. En lo รบltimo podemos convenir rรกpidamente; pero โla unidad del mundoโ es un mero sueรฑo, si con ello usted quiere decir algo mรกs que solidaridad. Sรณlo tรฉcnicamente constituye el mundo mismo[32] una especie de unidad. En todas las otras relaciones, sobre todo en las relaciones polรญticas y en cuanto a las oportunidades del desarrollo polรญtico en aras de la libertad, todos los paรญses han cambiado. Tome la guerra de guerrillas. Sin duda, una manera altamente eficaz de pelear de los pueblos oprimidos contra opresores extraรฑos. ยฟPero cuรกntos pueblos piensa usted que estรกn en condiciones de organizar algo asรญ? No olvide que la expresiรณn Tercer Mundo es un concepto completamente negativo โ todos los pueblos fuera de la periferia del poder americano o ruso. ยฟPiensa usted sinceramente que esto ya los unifica?
Ahora, respecto de lo รบltimo: sin duda nos ataรฑe si en Persia, Vietnam o Brasil reinan condiciones deshonrosas, pero sinceramente eso no depende de nosotros. Me parece una especie de locura mayor puesta de cabeza. Intente alguna vez hacer polรญtica en Persia, y verรก cรณmo de inmediato se le pasa. Su responsabilidad es impedir que reinen condiciones deshonrosas en Alemania y que se mate a tiros a los estudiantes que protestan. Me temo que eso bastarรก para mantenerlo bastante ocupado. Politics like charity begins at home[33]. Si maรฑana, por ejemplo โlo cual es posibleโ, tras el retiro de las tropas norteamericanas de Vietnam comenzaran los vietnamitas a degollarse entre sรญ, yo, por lo menos, no me sentirรฉ ni mรญnimamente responsable de ello. La polรญtica sigue siendo, entre otras cosas, el arte de lo posible, y las posibilidades de los hombres y los pueblos son siempre limitadas. Desconocer esas fronteras es una gran locura, si bien la enmascaran sentimientos sublimes. Y es muy peligrosa en la polรญtica, por no decir en Alemania. Esto no lo aprendiรณ usted de mis escritos, espero. Es verdad que (durante el caso Dreyfus) [Georges] Clรฉmenceau[34] dijo: lโaffaire dโun seul est lโaffaire de tous[35], pero naturalmente se referรญa nada mรกs a los franceses. Si un seรฑor de Pekรญn hubiera aparecido entonces y le hubiera explicado que tambiรฉn era su affaire[36], lo hubiera tomado por loco.
ยกNo me lo tome a mal! Dichas confusiones, a pesar de ser elementales, aparecen fรกcilmente cuando uno comienza a generalizar. En cierto sentido nos pasa a todos, pero hay que vigilar que en este juego no perdamos el sentido comรบn.
No se puede cambiar el mundo, porque no se puede ser ciudadano del mundo; y tienden a la responsabilidad por el mundo casi siempre los que, por razones comprensibles, temen a la responsabilidad por aquello que acontece en su mundo. Cuรกnto se recorran en cada caso las fronteras, teรณricamente no importa, pero en la prรกctica la mayorรญa de las veces no resulta demasiado difรญcil de conseguir. En lo polรญtico es fundamental aprender a pensar limitadamente. Para gente como usted y como yo, que provenimos de una tradiciรณn filosรณfica prestigiosa y grande como la alemana, esto no es tan fรกcil, pues pertenece a la esencia del pensamiento el superar las barreras.
Asรญ y de otras maneras similares podemos seguir conversando e incluso diferir sin que โesperoโ caigamos en riรฑas o nos peleemos. Pero esta carta ya se alargรณ mucho. Y ahora me acuerdo de que le escribo sin papel carbรณn para enviarle copia al profesor [Hans-Eckehard] Bahr. ยฟPodrรฉ contar con que tenga una mรกquina Xerox[37] a la mano para que le haga llegar usted una?
Con los mejores deseos
su
Hannah Arendt [A mano]
โ Traducciรณn y notas de Enrique G de la G
[1]โยฟPalabras buenas mรกs allรก de los frentes? Los votos de paz de las iglesias y la realidad polรญticaโ para el libro Paz mundial y revoluciรณn. Nueve anรกlisis polรญtico-teolรณgicos. Cfr. Hans-Jรผrgen Benedict, โSchรถne Worte jenseits der Fronten? Die Friedensvoten der Kirchen und die politische Realitรคtโ apud Hans-Eckehard Bahr (ed.), Weltfrieden und Revolution. Neun politish-theologisch Analysen, Reinbeck 1968, pp. 237-290.
[2]Macht und Gewalt, Munich 1970.
[3]Cfr. Kraushaar (2008), p. 13.
[4]Se trata de la revista Mittelweg 36,del Instituto de Investigaciรณn Social de Hamburgo (Hamburger Institut fรผr Sozialforschung). Se publicaron ambas cartas en el nรบmero de febrero-marzo del aรฑo en curso, acompaรฑadas de unas observaciones por Wolfgang Kraushaar: โHannah Arendt und die Studentenbewegung. Anmerkungen zum Briefwechsel zwischen Hans-Jรผrgen Benedict und Hannah Arendtโ en Mittelweg 36 1/2008, pp. 9-13, del que me he beneficiado.
[5]Die ungarische Revolution und der totalitรคre Imperialismus, Munich 1958.
[6]Primer Ministro de la U.R.S.S. entre 1964 y 1980.
[7]En ruso: ะะพะผะผัะฝะธััะธัะตัะบะฐัะะฐััะธัะกะพะฒะตััะบะพะณะพะกะพัะทะฐ(ะะะกะก).
[8]Se refiere al levantamiento del 23 de octubre de 1956, y que oficialmente terminรณ en 4 de noviembre con la entrada de la Armada Roja en Budapest, aunque los brotes de violencia continuaron incluso hasta bien entrado 1957.
[9]Secretario de Defensa de Estados Unidos de 1961 a 1968, que tuvo un papel clave en la Guerra de Vietnam. Benedict se refiere con toda probabilidad al discurso del 4 de agosto de 1965.
[10]Asesor para el sureste asiรกtico en las administraciones de J.F. Kennedy y L.B. Johnson.
[11]Se trata de Benno Ohnesorg, muerto en Berlรญn Occidental.
[12]El nombre de Persia se dejรณ de utilizar, despuรฉs de milenios, en 1935, para ser sustituido por el de Irรกn. Ante la protesta de la comunidad intelectual, se rehabilitรณ el tรฉrmino en 1959.
[13]Editorial muniquesa fundada en 1904 que publica las obras de Arendt, Karl Jaspers, Sรกndor Mรกrai, Aldous Huxley, entre otros.
[14]En inglรฉs en el original. Se trata de la Introducciรณn a la tercera ediciรณn (1966), considerada la mรกs completa y, en cierto sentido, la definitiva.
[15]Corregido a mano. El original a mรกquina dice: โapareciรณโ.
[16]Tachado en el original.
[17]Se refiere a The Origins of Totalitarianism.
[18]En inglรฉs en el original.
[19]La expresiรณn contradictoria โmanuscrito mecanografiadoโ se refiere al borrador de un texto aรบn sin publicar (โmanuscritoโ) que ha sido escrito a mรกquina (โmecanografiadoโ).
[20]Corregido. Antes habรญa escrito: โsonโ.
[21]Corregido a mano. En el original: โโฆ y la dificultad del dominio absoluto para encontrar sucesorโ.
[22]Beria (1899-1953) fue jefe de policรญa y del servicio secreto de la U.R.S.S. entre 1938 y 1953. Traicionado por Gueorgui Malenkov, fue asesinado a instancias de Nikita Jrushchov.
[23]Arendt lo escribe correctamente: โChruschtschowโ.
[24]Coloquialmente se le llama en Alemania, y otros paรญses europeos, Sudamรฉrica (Sรผdamerika) a lo que nosotros en general preferimos nombrar Latinoamรฉrica.
[25]Corregido a mano. El texto original mecanografiado dice: โpor lo tantoโ.
[26]Cfr. el discurso esencial de Kennedy en The American University, en Washington, del 10 de junio de 1963 (http://www.fordham.edu/halsall/mod/1963kennedy-peacestrat.html).
[27]Se refiere a la Repรบblica Democrรกtica de Vietnam, un Estado reconocido en 1945, y disuelto en 1976, tras la caรญda de Saigรณn. Se anexionรณ entonces Vietnam del Sur para dar origen a la Repรบblica Socialista de Vietnam.
[28]Tachado en el original. Arendt pretendรญa seguir el razonamiento con una coma, sobre la que empalma el signo de interrogaciรณn.
[29]Crรญtico del New Yorker, famoso por haber acuรฑado el tรฉrmino Action Painting, y considerado en The Paint World, no sin ironรญa, uno de los tres reyes de Cultureburg por la influencia de su crรญtica.
[30]En francรฉs en el original: โPrecisamenteโ.
[31]Corregido a mano.
[32]Tachado en el original.
[33]En inglรฉs en el original: โLa polรญtica, como la caridad, comienza en casaโ.
[34]Primer ministro francรฉs de 1906 a 1909, y de 1917 a 1920. En lo que al caso Dreyfus respecta, propietario y editor del diario LโAurore, en cuya primera pรกgina publicara รmile Zola su carta al Presidente Faure, โJโaccuseโ, el 13 de enero de 1898.
[35]En francรฉs en el original: โEl asunto de uno solo es asunto de todosโ. Arendt habรญa utilizado ya esta misma cita en una carta a Karl Jaspers el 17 de agosto de 1946. Hay discusiones sobre su autenticidad.
[36]En francรฉs en el original.
[37]En los 60s se volviรณ muy popular la mรกquina Xerox 914, la primera fotocopiadora comercial, al grado de que se usรณ el nombre de la marca (to xerox, xeroxing) como sinรณnimo de (foto)copiar. La compaรฑรญa Xerox ha librado una larga batalla en contra de esta prรกctica.
Doctor en Filosofรญa por la Humboldt-Universitรคt de Berlรญn.