Las desavenencias que se hicieron pรบblicas hace unos meses entre el presidente de Mรฉxico y personajes notables para la vida cultural y polรญtica del paรญs han provocado un beneficio colateral, pese a lo costoso y desgastante del entuerto: se ha renovado la conversaciรณn sobre el papel de la intelectualidad en la sociedad.
En 1937 ocurriรณ en Valencia, Espaรฑa, el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura. Fue un encuentro de intelectuales de casi treinta paรญses, quienes se sentaron durante varios dรญas a discutir y tomar una postura comรบn frente a las desventuras de esos tiempos de fascistas. Asistieron poetas como Cรฉsar Vallejo, Leรณn Felipe, Josรฉ Bergamรญn, Miguel Hernรกndez, Pablo Neruda, Vicente Huidobro, Tristan Tzara, W.H. Auden y Octavio Paz. Tambiรฉn participaron novelistas, ensayistas y filรณsofos como Elena Garro, Andrรฉ Malraux, Marรญa Zambrano, Heinrich Mann, Ernst Hemingway y John Dos Passos. Se tratรณ de un espacio para reflexionar sobre la libertad, en plena guerra civil espaรฑola. Cincuenta aรฑos mรกs tarde, Valencia protagonizรณ un encuentro mรกs en el que intelectuales discutรญan el rol que les tocaba jugar en la sociedad de la dรฉcada de los ochenta del siglo pasado. Repetรญa Octavio Paz, quien leyรณ el discurso inaugural. Lo acompaรฑaron en esa ocasiรณn escritores y pensadores como Fernando Savater, Juan Goytisolo, Mario Vargas Llosa, Manuel Vรกzquez Montalbรกn y Jorge Semprรบn. Su contexto era otro, enmarcado por la guerra frรญa y animado por la discusiรณn sobre la democracia y el capitalismo. Asรญ como el espรญritu de sus tiempos empujรณ a aquellos intelectuales a deliberar los signos de una รฉpoca, nuestros dรญas reclaman lo propio con urgencia. El contexto y el presente siempre definirรกn el papel de quienes se dedican como profesiรณn a pensar, leer y construir ideas genuinas. Mรกs de treinta aรฑos despuรฉs, en una รฉpoca convulsa de pandemia, depresiรณn econรณmica, movimientos sociales contra el racismo y la misoginia โpor mencionar algunosโ, lรญderes incapaces y conflictos violentos, la reflexiรณn sobre intelectuales (y su materia) me parece necesaria. Parafraseando a Fredrich Holderlin, ยฟy para quรฉ poetas en tiempos de penuria? Para quรฉ y quรฉ tipo de intelectuales hacen falta. Apunto algunas ideas.
Los intelectuales y el poder
Como decรญa Lord Acton, el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente. Los intelectuales no estรกn exentos de tal inclinaciรณn. En Mรฉxico la tentaciรณn es demasiada. Por ello, considero necesario en la actualidad que los intelectuales abdiquen de ser orgรกnicos: afines o reticentes a la ideologรญa del gobierno โeso es irrelevanteโ, les convendrรญa mirar con ojos crรญticos toda manifestaciรณn de lo polรญtico, incluso la mirada propia. Contra la tentaciรณn del poder y sus consecuencias, el examen de conciencia, el autoanรกlisis.
Intelectuales y su independencia
Gramsci odiaba a los indiferentes. Haciendo eco de Friedrich Hebbel, sostenรญa que vivir significa tomar partido. Octavio Paz, por su parte, decรญa que โel intelectual estรก condenado โporque vive en la historiaโ a tomar partidoโ. En muchas ocasiones esta fatalidad significa estar en contra o a favor de quien detenta el poder pรบblico. Los intelectuales de hoy en dรญa requieren una independencia absoluta de aquel poder, porque corrompe sin piedad y ofusca hasta las mentes mรกs brillantes.
La honestidad intelectual
Manuel Vรกzquez Montalbรกn consideraba que la honestidad intelectual es la โaspiraciรณn de la verdad, sabiendo que no la puedes conseguirโ. Aรฑadรญa puntualmente: โY luego, cuando dices mentiras no cobrar por ellasโ.
Los intelectuales y la polarizaciรณn
En Mรฉxico, como en otras partes del mundo, la polarizaciรณn se ha agudizado y tornado cada vez mรกs virulenta y, peor aรบn, violenta. Entre grupos y facciones antagรณnicas el diรกlogo se ha tornado inexistente. La cรกmara de eco (echo chamber) nos tiene encarcelados en nuestras propias certezas y prejuicios. Escuchamos solo lo que confirma nuestros sesgos cognitivos y difรญcilmente conocemos puntos de vista distantes, antagรณnicos. Un rol de los intelectuales en nuestro tiempo es el de romper esas cรกmaras, promover el diรกlogo crรญtico entre ideas antagรณnicas, promover una discusiรณn armรณnica y combatir la polarizaciรณn.
Intelectuales y la libertad
En Mรฉxico, la libertad, particularmente la de expresiรณn, siempre ha sido un bien escaso. Las tecnologรญas para acallar la crรญtica son variopintas. Entre la hipervigilancia burocrรกtica, las persecuciones y amenazas, incluyendo el asesinato de periodistas y la denostaciรณn y violencia en contra de movimientos feministas, la lista es larga y todos los gobiernos contribuyen a ella. Los intelectuales de cualquier posiciรณn ideolรณgica serรญan los primeros en defenderla, aรบn si comulgan o no con quien detenta el poder pรบblico, particularmente porque ese poder es el menos relevante cuando lo que se requiere es trabajo de base. Un intelectual hoy vale mรกs a la sociedad si se preocupa por lo local, lo vecindario. Las preguntas universales ya no son parte del repertorio que nos interesa. Foucault y su microfรญsica del poder podrรญa ser un referente.
Los intelectuales juegan un rol fundamental en defender la libertad de expresiรณn de los demรกs como prioridad. La libertad de expresiรณn propia queda circunscrita a la defensa de la del otro. El cambio parece sutil pero es radical. Defender la libertad de expresiรณn propia conduce al aislamiento. En cambio, defender la libertad de expresiรณn del otro promueve la tolerancia, condena la polarizaciรณn y trastoca la violencia. El presidente de Mรฉxico, por ejemplo, defiende su libertad de expresiรณn y condena la de los demรกs. El resultado es peligroso.
Intelectuales y el pensamiento maduro
Vivimos tiempos vertiginosos que coartan la reflexiรณn pausada y la idea madura. Vivimos tiempos antiintelectuales donde el mundo online y las redes sociales han modificado los hรกbitos de reflexiรณn y de conversaciรณn. Zygmunt Bauman anota que โ[E]ntre los daรฑos mรกs analizados y teรณricamente mรกs nocivos de la vida online estรกn la dispersiรณn de la atenciรณn, el deterioro de la capacidad de escuchar y de la facultad de comprender, que llevan al empobrecimiento de la capacidad de dialogarโฆโ. Los intelectuales pueden disputar esta realidad, salirse de la dinรกmica de reflexionar poco y publicar en todo momento sobre todos los temas para poder tener presencia en medios. Prefiero a aquellos intelectuales que ocupan la mayor parte de su tiempo leyendo, ejerciendo la reflexiรณn crรญtica y pausada, construyendo ideas claras y รบtiles, madurando el pensamiento, para luego escribir y decir solo lo necesario, aquello que apunta a la sabidurรญa.
Intelectuales y el feminismo
La vanguardia del pensamiento en el mundo es el feminismo. La intelectualidad en Mรฉxico debiera pasar por el tamiz del feminismo y sus preguntas, para despuรฉs tomar partido. Butler dice que no se requiere ser mujer para ser feminista: โLos hombres que son feministas, las personas no binarias y trans que son feministas, son parte del movimiento si sostienen las proposiciones bรกsicas de libertad e igualdad que son parte de cualquier lucha polรญtica feministaโ.
Corolario
Los intelectuales en Mรฉxico son imprescindibles. La tinta de sus textos y el timbre de su voz son hoy mรกs necesarios frente a los estragos de un mundo que colapsa. Asรญ como en el siglo pasado hubo ejercicios para pensar adrede el rol de las y los intelectuales, hoy la pertinencia de volverlo a hacer me parece mรกs urgente. La defensa de la democracia es una agenda perpetua y hoy no es la excepciรณn. Los autoritarismos siempre estarรกn al acecho, serรกn la tentaciรณn del poder pรบblico. Los polรญticos de todos los signos han sido incapaces realmente de imaginar y crear mejores soluciones a los problemas del paรญs. Los intelectuales tienen la oportunidad de concebir formas de sacar al paรญs de la penumbra en la que se encuentra.
Escritor y empresario. Ha sido editor, ghostwriter, servidor pรบblico, diplomรกtico y miembro de la sociedad civil organizada. Es politรณlogo por el ITAM y maestro en derecho por la Universidad de Sussex. Actualmente vive en Doha, ciudad que serรก sede del prรณximo Mundial de fรบtbol Qatar 2022.