Temo que las reformas del presidente mexicano estรกn en el extremo opuesto al concepto del humo que se desvanece. El presidente mismo no es ni efรญmero, ni ligero, ni proclive a la disipaciรณn. Yo mรกs bien dirรญa que avanza con zapatos muy pesados, que aplasta la hierba a su paso y que deja marcas mucho muy profundas. Es mรกs, creo que la metรกfora se queda corta. ยฟCรณmo entender su pretensiรณn de inamovilidad, de permanencia mรกs allรก de las corrientes de pensamiento distintas? Quizรกs como ancla. Sรญ, su forma de hacer polรญtica se parece a una enorme ancla de plomo, con una gigantesca cadena de acero. Hasta ahora, el ancla no habรญa podido tocar el fondo, pero yo entiendo el reciente envรญo de reformas constitucionales como los eslabones que faltaban para que se incrustara en el lecho marino de nuestro sistema polรญtico.
Es comprensible que, ante la avalancha de reformas que ha enviado al Congreso, haya voces que las lean como un รบltimo esfuerzo, como provocaciรณn, como cortina de humo o como propaganda.
Basta con hacer un recuento de la transformaciรณn lograda para advertir que al presidente no le alcanzรณ el sexenio para todo y es suficiente con analizar un par de las propuestas para reconocer que son innegociables en un tablero legislativo donde no tiene mayorรญa. Por lo tanto, asumen muchos, esto es espuma para usarse electoralmente.
Si bien estas interpretaciones parecen acertadas, me asombra el encontrarlas despobladas de gravedad. No toman al presidente en serio, no le reconocen factibilidad a las propuestas y asumen que esto es espuma que se desvanecerรก.
Yo voy a tomar en serio las ideas del presidente.
Con el pretexto de la composiciรณn adversa en el Congreso (es decir, con el pretexto de que no tiene mayorรญa aplastante), Andrรฉs Manuel Lรณpez Obrador busca convencer al electorado para que le den la fuerza que le falta. Esto quiere decir, nada menos, que el presidente busca mรกs fuerza, toda la necesaria, y eso es alarmante para quienes entendemos la democracia no como la voz aplastante de una mayorรญa sino como la posibilidad de que distintas voces convivan sin matarse y se pueda cambiar de rumbo.
El presidente nunca ha entendido el trabajo legislativo como un proceso de correcciรณn, suma, negociaciรณn, tolerancia y enriquecimiento entre pares, sino como un campo de guerra poblado de enemigos. Eso es profundamente autoritario y me voy a permitir un parรฉntesis porque encuentro que cuando calificamos algo de autoritario, damos por hecho que todos entienden que eso es del diablo. Algo asรญ como el presidente y su adjetivo de conservador. ยฟPor quรฉ le tememos a un sistema autoritario? Simplificarรฉ: la historia ha mostrado, en todo el mundo, que eso es ineficiente para un buen gobierno (es ciego y es poderoso, no corrige y es testarudo, lo que conduce a problemas fiscales en primera instancia y a desastres econรณmicos mayรบsculos en el mediano plazo) y es peligroso para la integridad de los individuos (otra vez, el gobierno es ciego, es poderoso y es testarudo, lo que lo conduce a ver conspiradores y enemigos de su buen plan).
ยฟQuรฉ busca, en primer lugar el presidente con sus reformas? Que se las rechacen, para pedir al electorado que lo vuelva mรกs poderoso. En segundo lugar, quiere que esto sea eficaz. Sรญ, es propaganda electoral pero no solo como cortina de humo, sino como estrategia ingeniosa y, probablemente exitosa. El mensaje es: denme el Congreso. El verdadero mensaje es: denme todo el poder.
En tercer lugar, el presidente quiere usar ese poder y aplicar las reformas. No solo es bandera electoral y estrategia inteligente, sino que no termina el dรญa de la elecciรณn. El presidente quiere dar toda la fuerza a Morena, su movimiento, para poner en la Constituciรณn el proyecto ideolรณgico y las polรญticas pรบblicas que solo deberรญan estar en su plataforma partidista y en su plan nacional de desarrollo. Me refiero principalmente a los programas sociales y las polรญticas de administraciรณn energรฉtica.
Por รบltimo, el presidente quiere tener la fuerza completa, entre el legislativo y el ejecutivo, para cambiar la naturaleza del poder judicial, hasta ahora obstรกculo de sus proyectos.
Con todo esto, el ancla llega al fondo de nuestro sistema polรญtico mexicano y el barco morenista (es decir, el proyecto polรญtico y de gobierno de Lรณpez Obrador) no serรก movido con nada.
Por eso hay que tomar en serio al presidente. Su ancla estรก a nada de engancharse. Si su primer mensaje funciona (โdenle a Morena el poder legislativoโ), su partido podrรก tener los tres poderes y hasta la Constituciรณn. ~
es politรณloga y analista.