Imago via ZUMA Press

Abran paso: llegó Javier Milei

Desde su irrupción en la política argentina, en 2021, Javier Milei trastocó el equilibrio de fuerzas y puso en el centro de la discusión su agenda ultraconservadora. Así lo narra este extracto del libro "El loco", biografía política y personal de quien salió victorioso en las elecciones primarias presidenciales del pasado domingo.
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Para el arranque del 2023, […] la figura de Javier Milei estaba en pleno apogeo. No había una sola encuesta que no lo situara entre el 15 y el 20% de intención de voto, mientras que la gran mayoría lo mostraba como el dirigente con mejor imagen del país.

Parecía que no había nada que pudiera parar su crecimiento: […] ni la verdad sobre [su perro] Conan [de quien el propio Milei ha dicho que le comunicó la misión de Dios de meterse en la política y no parar hasta ser presidente] y el desequilibrio emocional de su dueño, y ni siquiera las declaraciones que había hecho en los meses previos en las que se mostraba a favor de cosas tan insólitas como la venta de órganos o de niños. Milei era una topadora.

Su espacio estaba por cumplir dos años de vida. La Libertad Avanza había nacido como un proyecto novedoso y afuera de la lógica de la grieta que nucleaba a liberales, libertarios, conservadores, pañuelos celestes, nacionalistas duros, e influencers, una alianza variopinta que había sabido interpretar muy bien el clima de época. En un país de binomios, el lento declinar de la fuerza rupturista que había traído el auge del feminismo en el 2018 había dejado paso a todos los que no se habían sentido parte de esa convocatoria. En 2021, acompañando un fenómeno que sucedía en el mundo entero, llegaba a Argentina el despertar de una reacción contraria al avance progresista.

A la cabeza de eso quedó Milei. Él era una figura extravagante y con pasado de economista mediático, con ideas que sonaban a nuevas que, combinadas con la dosis justa de insultos y gritos y el particular toque de su pelo largo, lo habían transformado en un personaje prácticamente irresistible. Su nombre en la televisión daba rating y en las redes daba clicks, una combinación ideal para la era del recorte de videos en WhatsApp, Twitter, e Instagram (es el político argentino con más seguidores, por arriba de Cristina Kirchner y Mauricio Macri). Si Brasil tuvo a Bolsonaro y Estados Unidos a Trump, muchos vieron o quisieron ver a Milei como la encarnación argentina de estos.

La combinación de Milei y La Libertad Avanza, sumadas a los índices de inflación y a la debacle del Frente de Todos que sucedía luego de la debacle del macrismo, produjeron algo totalmente fuera de registro. Un espacio de seis meses de edad, cuyo líder no había participado ni siquiera en una elección universitaria, con un amplio porcentaje de militantes sin ninguna experiencia política, sacó 17% de los votos en las legislativas del 2021. Y sucedió en el corazón del país, en el lugar de donde salieron los últimos dos presidentes. La Libertad Avanza consiguió dos bancas en la Cámara de Diputados de la Nación, cinco en la Legislatura porteña, una en la legislatura de La Rioja, más otra que conseguirían al año siguiente en Tierra del Fuego.

Pero también lograron algo más intangible pero más importante. Pusieron en jaque el equilibrio de fuerzas entre el kirchnerismo y el macrismo, la postal inalterable de la política argentina desde 2007 hasta hoy. Milei se convirtió en el fantasma que amenazaba el rentable juego de la grieta y, con la sutileza de una trompada en la mandíbula, corrió el eje de cualquier discusión. La privatización de todas las empresas públicas, la dolarización de la economía argentina, la guerra declarada contra el progresismo, el feminismo y la “ideología de género”, la destrucción del Banco Central, la eliminación total de la obra pública, la libre portación de armas, la abolición del salario mínimo, la negación de los treinta mil desaparecidos y la defensa a ultranza de la libertad de mercado y de la “libertad” en general pasaron a ser, gracias a él, elenco estable de las ideas de la política. […]

Ante el pánico por el crecimiento de Milei, y, sobre todo, por la fuga de votos, Juntos por el Cambio pegó un volantazo. Hizo lo que ya había hecho en España el Partido Popular ante la irrupción de VOX: obligado por la aparición de un pez grande en su misma pecera, migró su discurso hacia posiciones mucho más duras. Los halcones fueron más halcones que nunca y empezaron a gritar como Milei, a incorporar sus tesis y a buscar pelea con sus mismos enemigos. […]

El peronismo, por su parte, siguió con atención este tembladeral en el corazón del adversario, a pesar de que cuando Milei se lanzó a la arena política lo tomaron como poco menos que un chiste. Pero luego del 17% el histórico movimiento empezó a tener en cuenta al libertario, sea para levantarlo como el gran cuco de la política —y así bajarle el precio al macrismo—, o para imaginarlo como un aliado táctico a futuro que garantizara robarle votos a la oposición. […]

Es que Milei hizo mucho más que sacudir la escena: se plantó en el centro de la agenda, obligó a todos los actores a seguirle el ritmo y se terminó transformando en uno de los dueños de la pelota. A partir del 14 de noviembre del 2021 no hubo un solo plan de las dos grandes fuerzas para las elecciones nacionales que no tuviera en cuenta al economista y a sus votantes. […]

Fue un crecimiento que tuvo en cuenta no solo la política sino también el círculo rojo. Milei pasó de ser, en el mejor de los casos, el economista de pelos largos que decía por televisión ideas que los empresarios no se animaban a decir en público a convertirse en un actor relevante del ecosistema. Hombres y mujeres de todas las industrias empezaron a consultarlo y a llamarlo para sus cócteles y eventos. […]

Sus seguidores […] soñaban con lo mismo. Eran, en su mayoría, trabajadores en relación de dependencia o profesionales de primera generación, ciudadanos a los que cada aumento del alquiler les duele […]. De hecho, los fans del “león”, que en su mayoría eran hombres, se apropiaron de tradiciones culturales típicas de los partidos masivos, como los bombos y los cantos de cancha. Crearon su propia versión de [l himno de la juventud peronista] “llegó la JP”, para entonarla cuando su líder entraba a los actos y para echarle nafta a sus sueños presidenciales.

Abran paso, llegó Javier Milei
Ponga huevo, la casta va a correr
Militamos con el corazón
Este año la Rosada es del León. ~


Extracto del libro
El loco. La vida desconocida de Javier Milei y su irrupción en la política argentina, publicado en Argentina por Grupo Planeta. Reproducido con autorización.

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es periodista y autor de El loco (Planeta, 2023).


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