Las generalizaciones de la ignorancia

Es crucial conocer las diferentes definiciones que se manejan en el campo religioso, pues esto evitarรญa que la sociedad, pero especialmente los medios de comunicaciรณn y los lรญderes de opiniรณn, caigan en el extremo de clasificar ligeramente a cualquier agrupaciรณn.
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Hace algunos aรฑos, en su libro Cรณmo identificar una secta, el investigador Jorge Erdely llamaba a conocer las diferentes definiciones que se manejan en el campo religioso, pues esto evitarรญa que la sociedad, pero especialmente los medios de comunicaciรณn y los lรญderes de opiniรณn, caigan en el extremo de clasificar ligeramente a cualquier agrupaciรณn. Esto โ€“escribรญaโ€“ es algo que no se puede realizar sin un marco analรญtico correcto, ni repitiendo acrรญticamente los epรญtetos y nombres que otros dicen โ€œsin entender realmente de lo que se hablaโ€.

Semanas atrรกs la โ€œconductora, columnista, entrevistadora y documentalistaโ€ Bibiana Belsasso escribiรณ en el diario La Razรณn un texto que resulta pasmoso por su prejuicioso reduccionismo: โ€œLa llamada Iglesia protestante tiene como sus conceptos base la emociรณn, los dones, la sanaciรณn y la llamada Teologรญa de la prosperidad. Esta รบltima se refiere a que la bendiciรณn financiera y el bienestar fรญsico son siempre la voluntad de Dios para con ellos, y que la fe, el discurso positivo y las donaciones a causas religiosas aumentarรกn la riqueza material propia. Todo estรก basado en interpretaciones de la Bibliaโ€.

Justo cuando acaban de cumplirse 500 aรฑos de la Reforma protestante cabe esperar un anรกlisis mรกs profundo acerca de sus principios y postulados, pero tambiรฉn de la atroz historia de persecuciones, de templos quemados y comunidades hostigadas bajo el supuesto de que el protestantismo o cualquier cristianismo distinto al catรณlico era โ€œun invento yanqui, una tรกctica para despojarnos de nuestra identidad nacionalโ€, como se lee en el libro Culturas e identidades, de Roberto Blancarte.

Como escribiรณ Carlos Monsivรกis en Protestantismo, diversidad y tolerancia (2002), la historia del protestantismo mexicano es la historia de una doctrina de Reforma que se propaga y es la historia de la Iglesia Catรณlica y de las maneras que elige para aplastar a los disidentes. Por supuesto, comunicadores como Belsasso no se preocupan en tratar de entender el papel de la conversiรณn a credos no catรณlicos y el lugar que tiene durante el proceso el descubrimiento de una nueva religiosidad por parte de los nuevos adherentes.

Es preciso saber que en la Reforma luterana la Biblia fue central, que la identificaciรณn de las Escrituras como la autoridad final en materias de espiritualidad, doctrina y รฉtica es un elemento que define al protestantismo, como lo es tambiรฉn su negativa a someterse a los dictados de las autoridades terrenales, a la รบltima palabra de una sola persona y su supuesta infalibilidad.

Hasta aquรญ, como puede verse no hay nada de emociรณn, de taumaturgia o de prosperidad como caracterรญstica de la vida protestante. Ademรกs, bajo esa lรณgica el estado de atraso en que viven algunas comunidades protestantes en Chiapas o Oaxaca serรญa una prueba de que no gozan del favor de Dios. Como se lee en La Reforma protestante: ensayos y acercamientos desde Amรฉrica Latina, Lutero cuestionรณ la idea de que solamente el papa tenรญa derecho a interpretar la Biblia y abriรณ la puerta al libre examen de รฉstas, ademรกs de que sabรญa que las metas de la Reforma que proponรญa no prosperarรญan si no se afirmaban mediante la educaciรณn, factor fundamental para la promociรณn humana y la transformaciรณn social.

Nada mรกs lejos de una teologรญa de la prosperidad que la repulsa de las indulgencias como medio para absolver los pecados y la condena a un sistema que se calificaba de impรญo y mercantilista. Los protestantes se asumen como agentes de transformaciรณn no sรณlo en lo referente al credo, la religiรณn, la forma de orar, las liturgias o cualquier otro elemento religioso o institucional. Asรญ pues โ€“recurro una vez mรกs a Erdelyโ€“, la periodista que recurre a generalizaciones para clasificar un fenรณmeno tan complejo como el antes descrito, no sรณlo actรบa en forma irresponsable, sino que se convierte en cรณmplice pasivo, quizรกs, de antagonismos religiosos cuya profundidad no conoce, o de los intentos de estructuras de poder por monopolizar las conciencias a travรฉs de la descalificaciรณn a priori de otras opciones de espiritualidad.

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Periodista. Autor de Los voceros del fin del mundo (Libros de la Araucaria).


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