Neoliberalismo no es liberalismo

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Hace unos meses Andrea Levy, vicesecretaria de Estudios y Programas del pp, afirmรณ que lo verdaderamente revolucionario en Espaรฑa es ser liberal. Su partido no es muy liberal, pero el concepto es maleable y se lo disputan diversos partidos. El pp lo interpreta desde el liberalismo conservador, y lo utiliza para vender rigor econรณmico y algo de modernidad. Ciudadanos lo lee desde el centrismo de los liberal-demรณcratas. En 2001, el PSEO de Zapatero dio un giro liberal y comenzรณ a hablar de socioliberalismo y de una socialdemocracia liberal.

En Espaรฑa, en el siglo XX el liberalismo se ha leรญdo desde la moral, pero cada vez mรกs se asocia al neoliberalismo, una doctrina que defiende la mรญnima intervenciรณn estatal y el libre mercado. El tรฉrmino es un cajรณn de sastre. A veces se usa (al criticar, por ejemplo, la cultura del consumismo o el emprendedurismo) como un sinรณnimo de capitalismo. Muchos le atribuyen una hegemonรญa que realmente no posee: como escribe Ismael Grasa en una reseรฑa de Capitalismo canalla, del sociรณlogo Cรฉsar Rendueles, โ€œel autor se equivoca al pensar que el pensamiento โ€˜hegemรณnicoโ€™ [โ€ฆ] es el que legitima el libre mercado y las libertades individuales. Porque lo hegemรณnico es pensar en las claves de Rousseau y de Marx: todo aquello de que nuestra sociedad nos hace egoรญstas, consumistas insensibles, de que Occidente es corruptor, de que los pueblos aislados conservan su bondad natural, de que nuestro sistema es inmoral y autodestructivoโ€ฆโ€

Segรบn el periodista britรกnico George Monbiot, el neoliberalismo es invisible: โ€œla doctrina invisible de la mano invisible la promueven partidarios invisiblesโ€, escribe en el Guardian. Monbiot se acerca a las ideas de autores como Naomi Klein o Noam Chomsky, que presentan el neoliberalismo como una forma de represiรณn sutil e implรญcita, un argumento intelectualmente pobre pero muy difรญcil de refutar: a veces esa represiรณn es tan velada que ni se ve; el enemigo estรก dentro de nosotros. Monbiot atribuye al neoliberalismo episodios de โ€œautolesiones, desรณrdenes alimentarios, depresiรณn, soledad, ansiedad y fobia socialโ€, y halla una causalidad obvia donde parece difรญcil encontrar correlaciรณn.

El neoliberalismo no siempre ha significado lo mismo. En los aรฑos treinta del siglo pasado, el presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt intentรณ reformular desde la izquierda, durante el New Deal, el significado econรณmico de liberal. Histรณricamente habรญa significado la defensa del libre mercado y la libertad econรณmica, un Estado pequeรฑo, la mรญnima intervenciรณn estatal, la libre competencia. Roosevelt lo convirtiรณ en lo contrario: la defensa del Estado como impulsor del crecimiento, el aumento del gasto pรบblico y de los impuestos, la defensa de lo pรบblico, el Estado grande. Sus crรญticos en la derecha, entonces, se autodenominaron neoliberales para defender el significado original de liberal. Otros, en cambio, denominaron neoliberales a los partidarios del New Deal.

Roosevelt ganรณ su batalla y desde entonces el tรฉrmino liberal es propiedad del Partido Demรณcrata y sinรณnimo de progresista, pero el concepto neoliberal ha cambiado de manos. En 1951, el Nobel de Economรญa Milton Friedman escribiรณ un ensayo en defensa del neoliberalismo. En รฉl se queja de que la opiniรณn pรบblica ha aceptado la definiciรณn de liberalismo de Roosevelt con demasiada facilidad: โ€œPara los estรกndares del siglo XIX, somos todos colectivistas mรกs o menos.โ€ Friedman defendรญa la ortodoxia fiscal y monetaria, la defensa de la competencia y el libre mercado. Pero lo defendรญa en una รฉpoca de gasto pรบblico elevado y polรญticas keynesianas, y el concepto neoliberalismo no acababa de cuajar.

En 1982, una serie de intelectuales afines al partido demรณcrata, con el soporte de la revista progresista The New Republic, volviรณ a resucitar el tรฉrmino para reivindicarlo desde la izquierda. Sus ideas anticipaban el socioliberalismo centrista de Clinton y Blair. Tampoco cuajรณ. La Tercera Vรญa seguรญa considerรกndose socialdemรณcrata, y el neoliberalismo pasรณ a ser definitivamente, tras las victorias de Reagan y Thatcher, lo que es ahora: la ideologรญa de la austeridad.

En muchos aspectos, el neoliberalismo es contrario al liberalismo. Suele tener posturas acientรญficas en aspectos como fiscalidad o polรญtica monetaria, y desprecia la evidencia que hay sobre la desigualdad o la pobreza. Se vende como ciencia pero no es mรกs que ideologรญa. A veces, en su obsesiรณn con el libre mercado, olvida el liberalismo polรญtico, y sus ideas de pluralismo, antiautoritarismo, libertades individuales y laicismo. En la Espaรฑa contemporรกnea, liberalismo y neoliberalismo se usan de manera indistinta. El concepto liberalismo no ha conseguido asentarse conceptualmente del todo. En Espaรฑa, el liberal es de capilla: ley, orden y no me subas los impuestos. No es algo muy revolucionario. ~

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Ricardo Dudda (Madrid, 1992) es periodista y miembro de la redacciรณn de Letras Libres. Es autor de 'Mi padre alemรกn' (Libros del Asteroide, 2023).


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