La masacre de Ayotzinapa quedarรก inscrita en la historia mexicana de la infamia. Aunque la investigaciรณn no es concluyente, la versiรณn que corre es verosรญmil: buscando deshacerse de los estudiantes normalistas que estorbaban su imperio, el alcalde y su esposa ordenaron el secuestro de los muchachos a la policรญa municipal, que a su vez los entregรณ a los "Guerreros Unidos", grupo criminal no solo aliado sino socio de la pareja. Los jรณvenes fueron asesinados de manera atroz, digna de los campos de exterminio. Pero ademรกs de la responsabilidad directa (quien planea, ordena y comete el crimen) existen responsabilidades indirectas (complicidades, omisiones, dilaciones) que es absolutamente necesario aclarar y sancionar a la mayor brevedad. ¿Quรฉ tanto sabรญa, toleraba o alentaba el gobierno estatal del PRD, partido que gobierna la entidad desde 2005? ¿Por quรฉ el Ejรฉrcito, con una base cercana a Iguala, no actuรณ? ¿Por quรฉ el Gobierno federal dejรณ que el problema creciera?
Buscando comprender -comprender no es condonar- me he preguntado ¿quรฉ ha ocurrido en Guerrero? Hace unos dรญas, un guerrerense amigo mรญo me acercรณ un poco a la respuesta: "En mi estado la gente se ha matado siempre: por venganzas, odios, pasiones, por costumbre. Pueblos enteros desaparecen. La tasa de homicidios es la mรกs alta, cuatro veces superior a la media nacional. Pero la droga ha llevado a extremos esa familiaridad con la muerte. En las sierras y barrancas de Guerrero la mariguana se da muy bien, pero ahora se siembra amapola, y se planta, produce y exporta masivamente la heroรญna. Guerrero es un estado muy pobre. La รบnica aspiraciรณn de un joven, hasta hace poco, era ser maestro. Para sus padres era como enviarlos a la Universidad. Ese era el sueรฑo de los estudiantes de Ayotzinapa y sus familias. Pero con la presencia creciente de los narcos, muchos campesinos participan en el negocio. Imagรญnate a unos muchachos que de pronto tienen 50,000 pesos semanales. ¿Quรฉ hacen con esa fortuna? Pues emborracharse, conseguir mujeres, ir a fiestas (y no hay buena fiesta sin muertos), terminar comprando un arma de alto calibre y dedicarse a hacer lo de siempre: matar y matarse. Hay quince grupos criminales en la zona. Hace unos dรญas mataron a balazos a una seรฑora que vendรญa helados en la plaza por no haber cumplido con el derecho de piso: su cuota era de 1000 pesos semanales".
La macabra narraciรณn de mi amigo me hizo recordar el Diccionario geogrรกfico, histรณrico, biogrรกfico y lingรผรญstico del estado de Guerrero de un ex gobernador, Hรฉctor F. Lรณpez (publicado en 1942), que leรญ hace muchos aรฑos con estupor: casi cada pรกgina contenรญa una historia de violencia polรญtica o una querella sangrienta entre Montescos y Capuletos. Guerrero fue ingobernable desde tiempos coloniales. Sobre una geografรญa agreste e incomunicada, y una base demogrรกfica escasa y dispersa, la evangelizaciรณn fue casi nula. A fines del siglo XVIII, un oficial de la Corona sostenรญa que los habitantes de la zona "no tienen residencia fija, ni reducciรณn de pueblos, ni formalidades de repรบblica, ni sociedad civil…".
Guerrero fue teatro central de las guerras de Independencia y Reforma. Sometido por dรฉcadas al cacicazgo de Juan y Diego รlvarez, fue escenario temprano del zapatismo. Siguiรณ una secuela de despojos, golpes, desafueros, derrocamientos, divisiones, todos dirimidos a balazos y machetazos. Entre 1849 y 1942, un solo gobernador (Rodolfo Neri) habรญa concluido su gestiรณn. En los sesenta, las matanzas de campesinos en Chilpancingo y Atoyac encendieron la guerrilla, que a su vez, en tiempos de Echeverrรญa, desatรณ la "guerra sucia". Siguieron dos dรฉcadas de engaรฑosa calma, punteadas por episodios horrendos, como la matanza de "Aguas Blancas" (1995). Y asรญ llegamos a los tiempos narrados por mi amigo: la irrupciรณn masiva del narco y su alianza con los poderes locales.
La conclusiรณn es tristรญsima: es la historia de una tragedia anunciada. Lo extraรฑo es que no ocurriera antes y que las diversas instancias de gobierno no la previeran, previnieran y evitaran. No todo Mรฉxico es Guerrero, pero asรญ lo parece ahora en las pรกginas internacionales. Hay una indignaciรณn social, justificada y natural, que de manera inexacta (o interesada) amalgama a todos los actores como si fueran uno solo. Hay, en muchos jรณvenes, un agravio profundo y desesperado. Del deslinde pronto y total de responsabilidades y del castigo a los culpables depende -sin exagerar- el futuro de la democracia mexicana.
(Reforma, 9 noviembre 2014)
Historiador, ensayista y editor mexicano, director de Letras Libres y de Editorial Clรญo.